sábado, 30 de noviembre de 2013

Fallece Tabu Ley Rochereau, pionero del soukous africano

Tabu Ley Rochereau
El cantante Tabu Ley Rochereau nació con el nombre de Pascal Tabu el 13 de noviembre de 1940 en Bagata, en la República Democràtica del Congo, cuando era colonia belga. Falleció el 30 de noviembre de 2013 en el hospital Saint-Luc de Bruselas.  Considerado uno de los reyes del soukous, la rumba congoleña, es toda una estrella en África, respetado mundialmente por su extraordinaria capacidad para componer melodías.  Fue uno de los pioneros del "soukous", derivado del francés secouer (moverse) al fusionar la música tradicional de su país con la música latinoamericana, en especial la rumba cubana.  

En 1954 escribió su primera canción “Bessama Muchacha” que fue grabada por la banda de Joseph "Le Grand Kallé" Kabasele.  Tras acabar la escuela secundaria se unió a la banda y cantó el éxito “Independence Cha Cha” que se hizo famoso cuando el Congo consiguió su independencia en 1960. Esta canción fue adoptada por varios países como himno nacional.  Su primera canción con African Jazz, “Kelia”' fue un éxito enorme.

En 1963 con el guitarrista Docteur Nico Kasanda formó el grupo African Fiesta National también conocido como African Fiesta Flash.   Fue uno de los grupos más famosos de finales de los sesenta y setenta en África con éxitos como “Afrika Mokili Mobimba” que vendió un millón de copias en 1970. En la banda tocaron otros grandes como Papa Wemba y  Sam Mangwana.

En el año 1970, Tabu formó la Orchestre Afrisa International. Tuvo gran éxito, y con la Franco Luambo's TPOK Jazz, fue una de las grandes bandas del momento grabando canciones muy famosas como "Sorozo", "Kaful Mayay", "Aon Aon", y  "Mose Konzo".  En 1971 fue el primer africano en actuar en el Olimpia de Paris. A mediados de los ochenta descubrió a la cantante y bailarina M'bilia Bel, que aún hizo más popular su orquesta. Más tarde se casaron y tuvieron un hijo. En 1988 entró a formar parte de la banda otra cantante femenina, Faya Tess, y M'bilia Bel continuó una carrera en solitario.  Hay quien dice que esa nueva incorporación hizo enfadar a M’bilia y fue la causa de su divorcio. También trabajó con el gran guitarrista Mavatiku "Michelino" Visi.

Tabu Ley y otros músicos africanos en París

En el año 1985, el gobierno de Kenya prohibió emitir por la radio nacional música extranjera y Tabu Ley compuso la canción "Twende Nairobi" ("Vamos a Nairobi"), ensalzando al presidente de Kenya, Daniel Arap Moi, quien levantó la prohibición.

A principios de los noventa se estableció en el sur de California, donde adaptó su música a un gusto internacional más comercial, cantando algunos temas en inglés. En 1996, Tabu Ley participaría en el álbum “Gombo Salsa” del proyecto Africando.  Grabaron la canción "Paquita" que en realidad es un remake de un tema de los sesenta con African Fiesta, cantado con partes en castellano. 

Cuando el dictador Mobutu Sese Seko fue depuesto en 1997, y el país pasó de ser el Zaire a la República Democrática del Congo,  Tabu Ley volvió a Kinshasa y formó parte del gobierno del nuevo presidente Laurent Kabila.  Cuando éste murió asesinado en 2001, Tabu Ley siguió en política con varias responsabilidades desde su partido, antes grupo rebelde,  Rassemblement Congolais pour la Démocratie.  En 2008 sufrió un accidente cerebro vascular del que se estaba recuperando.

Documento sonoro:

Tabu Ley Rochereau cantando en directo con su banda el tema "Sorozo" en los setenta.


Docteur Nico y Tabu Ley Rochereau (African Fiesta) interpretando "Paquita".


En 1975, Tabu Ley interpreta  “Afrika Mokili Mobimba” con Sam Mangwana.


Fallece el gran baterista madrileño Larry Martin

El gran baterista Larry Martin acaba de fallecer el 30 de noviembre de 2013. Nacido en Madrid en 1950, tocó multitud de estilos ya sea pop, hard rock, jazz o blues, y en todos ellos dejó su impronta con un absoluto dominio del instrumento y una creatividad fascinante. Desde finales de los sesenta formó parte de bandas como los Grimm, Frecuencia, y Canarios. Fornó parte también de los Banzai de Salvador Domínguez, los Guadalquivir y creó una de las mejores bandas de jazz blues de nuestro panorama estatal. 

Larry empezó a tocar en 1967 con grupos como los Condes y los Grimm, en su época final cuando cantaba Pablo Abraira. Se cambiaron el nombre por el de Frecuencia y grabaron un disco con RCA, el  primer trabajo grabado de Larry, con los temas “Debes Luchar y “Cuando tú te vayas”.  Cuando Abraira se fue a la mili, la banda se deshizo.  Formó parte también de los  Canarios en la época que no estaba  Teddy Bautista y el cantante era  Pedro Ruy-Blas de los Grimm. 

En 1973 se marcha a tocar a Night-Clubs de África y Oriente Medio donde comienza sus estudios de forma autodidacta. En 1975 regresa a España.  En esa época colabora con Tomas Vega en el álbum “Andaluza” en el que se fusiona el jazz y el flamenco.  Madrid tiene montada toda una escena de jazz fusión con grandes músicos como los hermanos Pardo,  Jorge y Jesús, Pedro Ruy-Blas, Luis Fornes, Alvaro Yebenes, Fernando Bermudez, Carlos Atias y Ruben Dantas, entre otros.  Larry toca regularmente en 1976 en el club "Tambanova Jazz" de Las Palmas de Gran Canarias donde coincide con grandes del jazz como Laurie Simpson, Luis Vechio, Don Jetter, entre otros.
Guadalquivir

En 1978 entra a formar parte de la banda instrumental de jazz rock andaluz Guadalquivir,  con los guitarristas Luis Cobo (más conocido como "Manglis") y Andrés Olaegui; más Pedro Ontiveros (saxo soprano, saxo alto y flauta) , Jaime Casado (bajo). Larry Martin entró como baterista porque el que tenían no les convencía.  Crearon escuela y sacaron tres discos titulados “Guadalquivir” (EMI-Harvest, 1978); “Camino del concierto” (EMI-Harvest, 1980) y “Después del silencio” (Caskabel, 1983). La banda se separa tras una gira por Polonia y algunos cambios importantes de formación, en 1984.


Los Guadalquivir teloneaban a Triana, acompañaban a Miguel Rios y sus conciertos eran multitudinarios.  Tras separarse la banda, Larry colaboró con Pedro Ruy-Blas en "Madre Ciudad” (Nuevos Medios 1984) y a finales de ese año trabaja en la ópera rock "Jesucristo Superstar”, dirigida musicalmente por Teddy Bautista con la participación de los mencionados Abraira, Ruy-Blas o Sergio y Estíbaliz. Es la época en la que irrumpe la Nueva Ola y el panorama cambia. Larry entra a formar parte de los Banzai de Salvador Domínguez quien había tocado con los Canarios, Pekenikes y Miguel Ríos, entre otros. Los primeros Banzai eran Valentín del Moral "Chino", voz; Carlos Vázquez "Tibu" al bajo; Juan Carlos Redondo "Snoopy"" a los teclados, Salvador a la guitarra y Larry a la batería. En 1983, José Antoni Manzano y David Biosca, ambos en Tigres de Metal, substituyen a Larry y el Chino. Larry grabó el primer disco de los Banzai para Hispavox.

Según recuerda Larry en esta entrevista, “creo que fue en el año 1983, yo estaba ensayando con Guadalquivir y al lado ensayaban los Banzai, dirigidos por mi amigo el guitarrista Salvador Domínguez. Iban a grabar su disco y tuvo problemas con su baterista, me llamó y me dijo que si quería grabar y hacer la gira. Le dije que sí porque era una experiencia nueva y nunca había tocado Heavy. Fue muy divertido durante un tiempo. A los pocos meses lo dejé”.

Larry Martin Band

Larry guardaba una gran impresión de esa época de hard rock y nunca descartó volver a tocar ese contundente estilo. También coincidiría con otros grandes del jazz fusión como Carles Benavent, o Josep Mas Kitflus de Pegasus con quien grabó el "Camino del Concierto".

En el mes de octubre de 1987 empieza su proyecto Larry Martin Band, un quinteto de jazz blues formado, en un principio, por músicos como Moisés Sánchez, (piano), Richie Ferrer, (contrabajo), Enrique García (guitarra) y Yoio Cuesta (voz). En el año 1989, Larry asistiría al Seminario en Madrid del "Berklee College of Music" de Boston donde estudia con Gary Burton y Ed Uribe. En el año  1995 tocaría en la gira de Javier Álvarez y en 1996 con Germán Coppini. 

Larry Martin

La discografía de la Larry Martin Band está formada por: "On the Road" (Barsa Promociones 1997), "Just Playing the Blues" (Énfasis 2000) "Larry Martin Band en el Central" (Ingo Música) grabado en directo en el Café Central de Madrid los días 6 y 7 de Septiembre de 2001. En 2005 comienza una nueva etapa con cambios en la formación, y un nuevo disco titulado “Here’s To Life” (Indigo Records). Tres años después, 2008, celebran su  20 aniversario con el CD “One Day I’ll fly Away” (Indigo Records). En 2012 veía la luz el disco “Everything Must Chance”.  En su más reciente formación están el pianista Domingo Sánchez; el  contrabajista Richie Ferrer; el guitarrista Enrique García; y a partir de 2011 la cantante Sheila Blanco.

Larry Martin también tuvo una serie de proyectos en paralelo en otras formaciones de jazz colaborando con el guitarrista argentino Walter Malosetti o The New Quartet.  Por otra parte  escribió un curso de jazz en la revista “Todo Percusión” y llevó a cabo conciertos didácticos para niños y jóvenes músicos que les apasionaban.  Entre sus más recientes colaboraciones está el disco "En sueño" (2013) de Rafael de Alba.

Documento sonoro:

Tema "Generalife" del primer álbum de Guadalquivir (1978) con Larry Martin  la batería.


Banzai y su canción "Voy a tu ciudad" de su álbum de debut de 1983 en el que tocó Larry Martin.


Video que celebra los 25 años de la Larry Martin Band.  


Video promocional del disco “Everything Must Chance” (2012) de la Larry Martin Band.   




jueves, 28 de noviembre de 2013

El mallorquín José Fructuoso, J56, nos propone un conmovedor Ep surgido entre lo “Invisible”


Portada del disco
J56 es el nombre artístico que identifica el fructífero trabajo musical folk del mallorquín José Fructuoso quien nos presenta un nuevo Ep con el título genérico de “Invisible”. Contiene cuatro canciones con una elevada carga emotiva en las que se pone de manifiesto un excelente registro vocal entre arreglos preciosistas de piano, guitarra, cuerda y segundas voces fascinantes. Cuatro temas, que ponen los pelos como escarpias, mediante los que se nos puede antojar una búsqueda explícita de alguna explicación plausible para esas heridas existenciales, soportando el dolor con oraciones en silencio, entre una realidad invisible. 

José Fructuoso, cuenta con 33 años, 14 de los cuales los ha vivido implicado en varios grupos como Drown, un proyecto de música más de estilo Americana;  o Delay, grupo de rock. En 2010 se decide por afrontar una carrera en solitario con el nombre de J56, que corresponde a la inicial de su nombre y la edad en la que moría su padre cuando el tenía 16 años. Compone sus primeros temas y los incluye en un Ep con el título de “Dark Side Of Me”. Un disco con influencias del rock americano, y algún que otro detalle de outlaw country oscuro, a medio camino entre Leonard Cohen y Nick Cave. En ese disco, publicado en noviembre de 2011, destacaban canciones como la agreste “Last Teardrop Falls” que lo abre o la melancólica “Death of the Heart” que lo cierra.  

José Fructuoso. Foto: Elisa Batle

“Invisible” se grabó de febrero a octubre de 2013 con Xisco Tous en los Backdoor Studios (Sant Llorenç des Cardassar, Mallorca). Es un trabajo autoeditado que solo se puede conseguir, de momento, en su bandcamp. Los temas son originales de José Fructuoso quien canta acompañado por Virginia Pons (voz), Llucia Gomila (violín), Elisa Rodríguez (voz), Llorenç Juan (guitarra) y Xisco Tous (Piano y guitarra). Por ahora puedes escuchar cuatro de sus canciones aunque más adelante añadirá un nuevo tema que completará este exquisito trabajo. La imagen de la portada, con esa paloma aleteando entre la oscuridad, quizá dentro del espejo del alma, es de Fede Ruiz.

José con Xisco. Foto: Elisa Batle
Las canciones 
El disco empieza con un envolvente piano que acompaña a la voz principal de José, arropada por una también fabulosa segunda voz femenina. Juntos crecen hasta el estribillo que da título al tema: “Don’t let me down”. Canción muy cariñosa a la que añaden un leve toque de guitarra que evoluciona a rítmica. La instrumentación se recrea en un baile de notas que discurren sedosas encogiéndonos el corazón hasta el compás final donde se desprende el último suspiro de las teclas. Le sigue “It Hurts So My bad”, con ese comienzo litúrgico que contribuye a acrecentar la sentida expresividad de un pletórico Fructuoso. Acompañado también por guitarra y con ese omnipresente pedal de órgano, avanza la canción rozando, por momentos, el susurro hasta ese poderoso final abierto. Sin reserva alguna, puedo aseguraros que se trata de una de las baladas más enternecedoras que he oído en mi vida.

El siguiente tema, “Falling Dwon”, camina sobre una repetición minimalista de notas al piano que rodean a las dos voces protagonistas haciendo gala de una agilidad armónica inconmensurable. Elegantes flirteos melódicos completados por un violín solemne que aporta una rotundidad esplendorosa y que les acompaña en los fraseos finales apropiándose de los últimos derroteros del tema al paso de ese piano obstinado con el que desaparece. Cierra este magnífico Ep otro tema  descomunal, en este caso acompañado por guitarra. Fructuoso arranca en un registro agudo con una entonación clara pero con una intencionalidad quebradiza como requiere este “My silent prayer”. Se añaden a esta oración en silencio unos arreglos fascinantes a bases de juegos de piano, más coros ensoñadores que culminan un trabajo compositivo e interprestativo sublime. 

J56. Foto: Elisa Batle
El nuevo Ep de J56 es, sin lugar a dudas, mucho más intimista que su anterior trabajo. Obedece probablemente a una profunda reflexión personal del autor quien ha buscado, con éxito, procurarse un estilo propio que le identifique mediante  una obra tan comunicativa como sensible. Los toques americanos desaparecen y las anteriores referencias se diluyen muchísimo entre melodías en las que predomina, bajo nuestro punto de vista,  una creatividad original fascinante. Si no es porque sabemos, de antemano, que se trata de su segundo disco, “Invisible” podría ser catalogado, sin pensarlo demasiado, como un  “disco de madurez”; de esos trabajos con los que nos anonadan los maestros tras una larga carrera de éxitos. En este caso, esta coletilla tan recurrente en los medios musicales, vendría a significar, con pocas palabras, que su música no solo aporta algo nuevo y sorprendente al universo sonoro que nos rodea sino que debería pasar a la posterioridad como referente indiscutible no solo para el folk sinó para la música en general. 

 
Nota: Puedes escuchar las canciones de “Invisible” en el bandcamp.      

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Muere el percusionista de jazz, Chico Hamilton, “For Mods Only”

Chico Hamilton
Foreststorn “Chico” Hamilton nació el 20 de septiembre de 1921 en Los Angeles, California, y falleció el 25 de noviembre de 2013 en Manhattan, Nueva York. Hamilton tuvo en carrera propia extraordinaria y colaboró con los más grandes. Fue uno de los mejores bateristas de jazz de todos los tiempos que la comunidad mod recordará especialmente por el tema “Fos Mods Only” incluido en su álbum de 1965 “The Dealer” de 1966.    

Hamilton apareció en la película “You'll Never Get Rich (1941), que aquí se tituló “Desde aquel beso”, en la banda de apoyo de Fred Astaire, y tocó en la banda sonora de la película de Bing Crosby y Bob Hope, “Road to Bali” de 1952. En 1940 entró en la formación del vibrafonista, Lionel Hampton. También colaboró con Lester Young, y, tras su paso por el ejército durante la segunda guerra mundial, volvió a formar parte de big bands como la de Jimmy Mundy y  Count Basie, poco antes de que se disolviera.

Tocó con la cantante Lena Horne de 1948 a 1955, una época durante la que también formó parte del cuarteto de Gerry Mulligan donde tocaba la trompeta Chet Baker.Grabó su primer disco como líder en 1955 con George Duvivier (contrabajo) y Howard Roberts (guitarra) para Pacific Jazz. Ese mismo año formó un quinteto con cello, flauta, guitarra, bajo y batería, que fue uno de los más importantes del llamado West Coast Jazz. Incluía a maestros como el flautista Buddy Collette, el guitarrista Jim Hall, el cellista Fred Katz y el bajista  Jim Aton, reemplazado por Carson Smith. Con esta formación y algunos cambios estuvo todando de gira de 1957 a 1960. También fue compañero de estudios de Charlie Mingus, con quien tocó, entre otros genios.

Chico Hamilton
Tocó en numerosas películas como "Chantaje en Broadway" (1957) y en su banda estuvieron otros grandes como Eric Dolphy y Ron Carter. A finales de los sesenta se dedicó a la composición y es el autor de la banda sonora de "Repulsión" (1965), película de Román Polansky. Tras pasar por el festival de Montreaux a mediados de los setenta forma una banda llamada Players y siguió grabando para Blue Note, Mercury Records, Nautilus y  Elektra. En 1987 fundó el grup Euphoria. La música de Chico también tuvo éxito en la escena modernista y de Northern Soul con temas como el famoso “For Mods Only” una canción de Archie Shepp incluida en el álbum de Chico de 1966, “The Dealer” (Impulse!) en el que tocaban, aparte de Chico a la percusión; Larry Coryell a la guitarra eléctrica; Arnie Lawrence al saxo alto; Richard Davis al bajo; Archie Shepp al piano; y Ernie Hayes al órgano;

Chico está considerado como uno de los grandes bateristas del jazz que flirteó con el soul, el funk y la música negra con excelentes resultados. Fue laureado en numerosas ocasiones y siguió en activo hasta muy recientemente.  

Documento sonoro:

“For Mods Only” una canción de Archie Shepp incluida en el álbum de Chico de 1966, “The Dealer” (Impulse!) 

Muere Billy Adamson de los Searchers


Billy Adamson fallecía el pasado 11 de noviembre de 2013 en Francia. Baterista británico estuvo en los Searchers desde 1969 a 1988 y también tocó con Lulú y Emile Ford como músico de sesión. Billy se incorporó a los Searchers en 1969 substituyendo a John Blunt quien había reemplazado a Chris Curtis, baterista de la banda desde 1960. En esa época los éxitos de los Searchers ya formaban parte del pasado para los mass media y la banda se dedicó al circuito de giras. En 1971 tuvieron cierto éxito con el tema “Desdemona” en los Estados Unidos.

A finales de los setenta firmaron con Sire y sacaron los discos “The Searchers” (1979), y “Love melodies”, que en Inglaterra se llamó “Play for today” (1981). Cuando estaban a punto de grabar el tercero ,Sire les dijo que una reestructuración de la discográfica había roto su contrato. Firmaron con PRT  (antes Pye) pero al final solo sacaron con esta discográfica un single con los temas "I Don't Want To Be The One" y "Hollywood".

Durante esa época tuvieron una formación estable con  Frank Allan como bajista y cantante principal, más sus fundadores y guitarristas John McNally y  Mike Pender quien les dejó para seguir con su propio proyecto en 1985. Spencer James le substituiría. Firmaron con Coconut Records y sacaron “Hungry hearts” (1989) que tampoco consiguió excesiva repercusión pero les mantuvo en el candelero. Adamson les dejó en 1998 para dedicarse a su familia y fue substituido por Eddie Rothe que a su vez dejaría su puesto en 2010 a Scott Otaway. 

Documento sonoro: 

Los Searchers con Billy Adamson interpretando el tema "Hearts In Her Eyes" que abría su Lp de 1979 para Sire. 


Fallece Arik Einstein, leyenda del rock and roll israelí

Arik Einstein nació el 3 de enero de 1939 en Tel Aviv donde murió el 26 de noviembre de 2013 tras ser ingresado de urgencia en un Hospital donde le intervinieron por un aneurisma aórtico. Cantante, compositor y actor, Einstein es toda una legenda en la  historia de la música israelí y su contribución fue muy importante en los sesenta cuando se encontraron la música tradicional de su país con el rock and roll.

Entre sus principales proyectos, aparte de su carrera en solitario, figuran colaboraciones en los setenta con Shalom Hanoch más los  Churchill's y Capsicum Red. También fue vocalista principal de bandas como Batzal Yarok (Green Onion), Shleeshiyat Gesher Hayarkon (Yarkon Bridge Trio) y Hahalonot Hagvohim (The High Windows). Su padre, Yaakov Einstein, era actor del teatro Ohel y fue quien le animó a cantar para el ejército. Einstein era campeón de salto de Israel en su juventud.

Fue compositor de muchas de sus propias canciones, entre ellas "Ani Veata" (Me and You), "Sa Le'at" (Drive Slowly), "Mekofef Habananot" ("The Banana Man") "Yoshev Al HaGader" (Sitting on the Fence), "Ima Sheli" (My Mother), y "Uf Gozal" (Fly, Little Nestling).

En 1959 dejó las fuerzas armadas y entró en la banda Green Onion. En 1960  sacó su primer álbum en solitario y durante esa primera época también utilizó el pseudónimo de Ari Goren. En el año 1966 se unió a los High Windows con Shmulik Kraus ( n. 1935 - d. 2013) y Josie Katz.Su primer álbum salió en abril de 1967, seis semanas antes de la Guerra de los Seis Días, y marcó un hito en el pop rock israelí. Por diferencias con Kraus, dejó la formación. Dos años después Einstein sacaría el álbum “Mazal Gdi (Capricorn)” con el que no tuvo mucho éxito. Poco más tarde saldría el grandioso trabajo de los Churchill's (1968), el piremr álbum psicodélico de Israel, y al año siguiente Arik sacaría en 1969 “Poozy”, un álbum de popsike y folk. 

Einstein dejó de actuar en la década de los ochenta. Continuaron editándose discos con su nombre y en 2004 volvió a estar de actualidad con álbumes como “Shtei Gitarot Bas Tupim (Two Guitars, Bass, Drums)” y un dúo con David D'Or, titulado “Kmo HaRuach (Like the Wind)” en 2006. También trabajó en televisión, radio, llegando a ser uno de los músicos más queridos en su país. En 2011 escribió una canción para
honrar la vuelta del soldado Gilad Shalit a su hogar después de cinco años cautivo en Gaza.
Un día antes de su hospitalización, se informó que iba a firmar una columna semanal en el suplemento de fin de semana del diario israelí Maariv. La noticia causó sorpresa porque hacía tiempo que se había retirado de la escena pública.

Documentos audiovisuales: 

Una de las bonitas canciones con sus perfectas armonías vocales del trío The High Windows en 1968 con el título de "Your Eyes".





"Ani Ve'ata" (Tú y yo) es otra preciosa canción de folk psicodélico que aquí interpreta en directo Arik Einstein.


martes, 26 de noviembre de 2013

Fallece Bob Day de los Alllisons

Bob y John 
Bernard Colin “Bob” Day murió el 25 de noviembre de 2013 tras uan larga enfermedad. Había nacido el 2 de febrero de 1941 en Trowbridge, Wiltshire (Inglaterra). Con John Alford formó un dúo a principios de los sesenta con el nombre de The Allisons, los llamados Everly Brothers ingleses. Triunfaron con temas como  "Are You Sure?" o "Lessons In Love".

Brian Henry John Alford nació el 31 de diciembre de 1939. Se conocían desde pequeños cuando cantaban en la iglesia y comercializaron  su proyecto musical como si fueran hermanos con el apellido Allison.  En 1960 interpretaban skiffle  en varios locales de Londres y tras ganas un concurso en una revista musical, les contrató Fontana con quienes grabaron varios Ep’s recogidos en un Lp. 

Representaron a la Gran Bretaña en Eurovisión el año 1961. Quedaron segundos con la canción  "Are you sure", con 24 puntos tras Jean-Claude Pascal de Luxemburgo. La canción fue número uno en Inglaterra, vendieron un millón de discos y se conviritó en disco de oro.  Tras sacar otros temas como "Words" o "Lessons in love", con notable repercusión, se separaron en 1963. John Alford, un conocido defensor del  naturismo, actuó en los setenta con otros “allisons” de nombre Mike y Tony. En los noventa se reunieron de nuevo Bob  y John para realizar algunos conciertos. 



Documento sonoro:

Su gran éxito "Are you Sure?" de 1961.

lunes, 25 de noviembre de 2013

Madrid vivió su mod “Time For Action” 2013 con cuatro conciertos memorables y unos Dj’s de lujo

Time For Action 2013. Foto: Alberto Arias
La segunda edición del festival Time For Action se celebró en Madrid del 22 al 24 de noviembre de 2013 con muchas cosas fascinantes que reseñar; tantas que resulta una enorme pérdida de tiempo mencionar siquiera aquellas que se empeñaron en deslucir un evento grandioso tanto por su excelente nivel musical como por unas inmejorables relaciones interpersonales tan inteligentes como elegantes. Por ello, Magic Pop quiere agradecer a la organización y a todos aquellos que siguen nuestro blog, el cariño, la ayuda y la magnífica recepción que nos dispensaron para que nos sintiéramos como en casa en esa gran ciudad que es Madrid de la que también pudimos ver, lamentablemente, otra cara muy minoritaria intimidatoria e intolerante. 

El guardarropa. Foto: Betty Radisson
Siempre es grato sentirse arropado por una comunidad mod tan sana y de tan buen criterio como la que llenó la sala Silikona. Con el guardarropa repleto de parkas, decoradas por variados badges alusivos a grupos, clubs de fútbol o la  procedencia de sus portadores, los mods y las mods  fueron llegando a la sala del barrio madrileño de Moratalaz para vivir intensamente las dos noches del festival, luciendo, tanto ellos como ellas, trajes de impecable corte y fascinantes patrones “sixties”. Las expectativas creadas eran muchas y se cumplieron todas. La organización no solo había conseguido que volvieran a Madrid una de las bandas más representativas del mod revival británico como los Secret Affair sino que completó el cartel con otros indispensables de la época como son los Moment, y nos permitieron disfrutar del directo de dos de las bandas mods más importantes de nuestra escena local: los Disparos de Madrid y los Arte Pop de Castellón.  

Así que, sin más preámbulo, vayamos a reseñar con todo lujo de detalles los aspectos artísticos, que fueron muchos, de un gran festival al que la gran mayoría de los asistentes: mods, simpatizantes de lo mod o amantes de la música en general, asistimos para compartir los que nos une, ese amor incondicional por el rock and roll como medio esencial de expresión y propulsor existencial que genera pasiones irrefrenables.    

Primera noche con los Disparos y The Moment


Los Disparos. Foto Magic Pop 
Abrieron la noche del viernes 23 de noviembre  los Disparos de Madrid con un concierto brillante. Nos confirmaron en vivo varias de las excelentes cualidades que esperábamos ver y oír. En primer lugar, esta banda madrileña dejó bien claro cuáles son sus inmejorables referencias al versionar, con entrega y buenos arreglos, canciones tan representativas como “la Chica del Metro” de Telegrama, el “Bagdad” de los Negativos o el “Concrete Jungle” de los Specials. La adaptación de estos temas fue francamente destacable pero, por encima de todo, nos cautivaron con la fuerza de sus temas propios. 

Los Disparos. Foto: Magic Pop
Nos encantaron canciones originales tan atractivas como esas “Historias Mínimas” en las que ponen de manifiesto lo muy capaces que son de crear un mundo propio que, con toda seguridad, dará mucho que hablar tan pronto consigan editar convenientemente su excelente trabajo musical y éste se pueda difundir por toda la comunidad mod del Estado. A destacar la gran voz de su cantante principal, Miquel Dargallo, curtida en anteriores combos como los barceloneses Lost Men Service; la experiencia y buen dominio instrumental de su bajista, David Muñoz, y su guitarrista, Felipe Imposter, procedentes respectivamente de bandas como los Smogs y los Maybe Tonight; así como la gran entrega  y destreza de un buen batería como es Oscar Santos, con igual trayectoria ejemplar en formaciones vallisoletanas como los Principiantes. Una formación de cuarteto que nos agasajó con un buen directo haciendo gala de un dominio rítmico y melódico, con detalles personales perfectamente integrados en la gran labor de conjunto. Para terminar su intervención nos presentaron un tema nuevo. Una canción que ni siquiera tiene aún título, al que podríamos llamar por su estribillo “Cinco Balas son para ti”. Otra muestra más del magnífico presente creativo de esta banda para la que auguramos, sin titubeo alguno, muchos éxitos si la caprichosa suerte les sonríe como es debido y merecido.   

The Moment. Foto: Magic Pop
Tras el directo de los Disparos, tomaron posesión del escenario de la Silikona de Madrid, los fascinantes Moment, un poderoso trío de bajo, guitarra a su vez cantante, y batería que nos colmaron con un directo demoledor de principio a fin. Ante todo, nos gustaría resaltar que su música, como la mayoría del mod revival, gana muchísimo en directo y esa evidencia, perfectamente extensible a gran parte de los estilos englobados dentro del rock and roll, la mencionamos para insistir una vez más que lo mod sin la música en directo adolece de la complicidad y la empatía que solo genera una banda en vivo tocando en los mismos morros de un público complice de una ceremonia sin parangón alguno. 

The Moment. Foto: Magic Pop
Los Moment recurrieron principalmente a su único disco grabado a mediados de los ochenta con el título de “The Work gets Done” donde se puede escuchar su coreado “In this Town”, entre muchas otras canciones excelentes. También interpretaron algunas de sus creaciones musicales más recientes impregnadas de la misma energía, rapidez y poder de convicción de la que podían presumir durante sus laureados tiempos como “Mod Gods”. A destacar la entrega y energía de un bajista, Robert Moore, que nos deleitó con una ejecución magistral a las cuatro cuerdas;  así como un baterista sensacional en las secuencias rítmicas, como es Buddy Ascot de los Chords,  ágil en los cambios, más rápido y eficaz en todo momento. Ambos facilitaron, y mucho, que su cantante principal y guitarrista, Adrian Holder, pudiera interpretar con gran seguridad, y sin necesidad de rellenar posibles huecos, su flamante repertorio. Tras un par de bises con los que agradecieron la entrega de un público enfervorizado ante tamaño concierto, podemos asegurar que los Moments cerraron su aportación al Time For Action madrileño con un auténtico revival de sus momentos más gloriosos. Y no fue para menos. A muchos de nosotros nos dejaron la agradable impresión de haber presenciado si no a unos auténticos “dioses mods”, por lo excesivo quizá del calificativo, sí a lo más parecido que se nos ocurre como imprescindible para sentarse en el olimpo del modernismo. 
    
La noche del viernes acabó con las habituales pinchadas que, como es debido y también oportuno, contribuyeron a que la pista de baile siguiera repleta de chicos y chicas dispuestos a seguir bailando al son que marcaban grandes Dj’s como Doc Watson, Sabinillas Dancingmood, Juanjo Lambretta y Suso77.

Segunda noche con Arte Pop y Secret Affair


Scooter Run por Madrid. Foto: Angel Moya
La segunda jornada del TFA 2013 fue escoltada a partir de mediodía por unos 40 escuteristas que se dieron cita para celebrar una concurrida scooter run a la que siguió una comida fraternal con cocido madrileño en el Restaurante el Fresno. Allí se reunieron unos 90 comensales que también conocieron de primera mano cuáles son los cometidos que realiza la asociación “El Pato Amarillo” del barrio madrileño de Orcasitas. Como bien sabrás, el festival tiene un componente solidario, tan remarcable como loable, cuyo  propósito es el de recaudar fondos  para alguna institución de ámbito social. Este año, la organización decidió realizar una aportación económica al mencionado “Pato Amarillo”. Se trata de una institución que nació en los ochenta del movimiento Madres contra la droga. Durante todos estos años, lleva realizando un trabajo muy sacrificado y constituyen un ejemplo de generosidad con las personas. En la actualidad el "Pato amarillo" funciona con ICEAS, asociación de cooperación y apoyo social a la integración escolar.


Arte Pop. Foto: Magic Pop
Ya por la noche, y de nuevo en la sala Silikona de Madrid, la guardarropía volvió a llenarse de parkas mods, incluso muchas más que la anterior jornada. Si el viernes se consiguió una gran asistencia de público que estuvieron cerca del conseguir el lleno absoluto, para la sesión del sábado se colgó el cartel de no hay entradas. En este caso, les correspondió a los castellonenses Arte Pop abrir la fiesta presentando los temas de su magnífico primer álbum titulado “Un sueño, una generación”. En nuestra opinión, fue la mejor de las varias actuaciones en que Magic Pop ha tenido el placer de ver y escuchar en directo a este gran trío de pop mod con detalles de R&B, psicodelia y lo que haga falta para conseguir un producto tan original y convincente como el suyo. Estamos convencidos de que a su baterista titular, el inefable Alfonso Pachés, quien no pudo asistir por problemas de salud, le hubiera encantado estar ahí. En su lugar, con apenas cinco ensayos, le substituyó un voluntarioso y entregado baterista llamado Jesús Gallardo quien aportó también sus dotes profesionales, incluso con algún que otro solo, y siempre estuvo muy atento a las directrices de un Paco Vila, a la guitarra y voz principal, en estado de gracia. Para completar el trío, uno de los bajistas más seguros e imaginativos de nuestra escena como es Pedro Safont. 

Arte Pop. Foto: Magic Pop
“Me voy a tomar una cerveza y cuando lo hago es que las cosas están yendo bien”, nos dijo Paco por el micrófono. Realmente, estaban saliendo no solo bien, sino que resultaron verdaderamente magistrales. La actuación destacó por fantásticos solos de guitarra de textura variada cubriendo un amplio espectro del rock and roll con detalles de psicodelia, hard rock y R&B. Las interpretaciones fueron fascinantes y energéticas. Bordaron sus magníficos temas incluidos en su primer disco y  nos deleitaron con otras canciones no menos fascinantes como ese “Puente de Hierro” que hasta hace bien poco era inédito y que fue publicado en la primera entrega del recopilatorio “Benicàssim Pop” de 2013. Para finalizar su fantástica brillante actuación nos regalaron tres excelentes versiones que recuperaron al mítico “A un grupo Inglés” de Sherpa (pseudónimo de José Luiz Campuzano, componente de los Módulos y Barón Rojo);  más  el “You Keep Me hangin’On” de las Supremes; y el “Tren de la Costa” de los Sirex.

Arte Pop nos deslumbró en todas y cada una de sus canciones. Estamos convencidos que consiguieron nuevos adeptos mientras que sus, ya acérrimos, seguidores tuvimos una prueba más de su imparable crecimiento personal y artístico a pasos gigantescos. Para resumirlo en pocas palabras, podemos afirmar, sin tapujos, que este poderoso power trío castellonense toca techo cada noche que sale a un escenario y eso que, en cada nuevo directo, se lo suben unos cuantos palmos más como reto para dejarnos absolutamente anonadados y, a su vez, francamente satisfechos. 

Secret Affair. Foto: Magic Pop 
Tras una actuación tan memorable, la sala madrileña, llena hasta los topes, parecía a punto de explotar de alegría y confraternización mod. De forma genérica, y en la inmensa mayoría de los casos, era el público perfecto para que la noche fuera memorable en todos los sentidos y lo fue salvo excepciones. Musicalmente, los Secret Affair supieron aprovechar esa energía del ambiente para devolvérnosla en forma de grandes canciones de su repertorio dosificadas de forma ejemplar. Dirigidos por sus dos únicos componentes originales: su entregado cantante principal y trompetista Ian Page más el activo guitarrista David Caims, nos encandilaron con un repasó a su trayectoria desde finales de los setenta recayendo en sus puntos culminantes mediante esas míticas canciones por todas y todos elogiadas como la que da precisamente nombre el festival, “Tine For Action”. Empezaron su actuación con el “Dancemaster” de su álbum “Bussines as Usual” (1982) al que siguió la conocida versión del “Going to a Go-Go" de Smokey Robinson and The Miracles, incluida en su trabajo de 1979, “Glory Boys”. Persistieron en otra versión soul, el “Get Ready” de los Temptations más el “Somewhere In The City” de su mencionado “Bussines as Usual” redondeado por el  “Walk Away” del álbum de 2012 “Soho dreams”.

La actuación, sin pausa entre los primeros temas, se desarrolló por su época más reciente con sus temas “All the Rage” y “Turn me on”, ambos incluidos en el “Soho dreams”  así como el “Black Cat”, versión del tema instrumental de Brian Auger de 1968 en el que se lucieron su organista y saxofonista.

Secret Affair. Foto: Magic Pop
Los Secret Affair regresaron a su primera etapa con el “New Dance” del “Glory Boys” y el “Sound of Consfusion” del “Behind Closed Doors” (1980).  De este modo,  superaban el meridiano del directo con excelente nota y eso que aún no se habían escuchado sus míticos temas como el siguiente, un pletórico “Time for action” de su disco “Glory Boys”, con el que nos hicieron dar saltos de alegría a todas y todos, y tras el cual nos ofrecieron un fantástico “Let your heart dance” del mismo álbum con el que seguimos bailando de forma incansable.

En la recta final del directo sonaron “My World”, canción incluida en su “Behind Closed Doors” y el conocido “I don’t need, no doctor” grabada en 1966 por Ray Charles, en la que los Secret Affair hicieron uno de sus habituales remix que alargan la canción de forma más o menos imprescindible según gustos, y en el se mostraron divertidos y ágiles en los arreglos de soul.

En los bises, los Secret Affair apostaron fuerte con un “I'm Not Free (But I'm Cheap)”, otro de sus largos temas que cerraba su primer álbum “Glory Boys” y para el final apoteósico reservaron su mítico “Glory Boys” y el “Shake & Shout”, precisamente las dos canciones que abrían, en ese mismo orden, su álbum de debut de 1979.


Secret Affair. Foto: Magic Pop 
Durante la genial actuación, Ian Page demostró conservar aún sus grandes recursos vocales y, lo que es más difícil todavía, compartir ese chorro de voz con algunas intervenciones de trompeta que cansarían a cualquier músico mucho más joven. Dave Crains se movió de una parte a otro del escenario consiguiendo grandes momentos con su guitarra, acercándose a las primeras filas y demostrando que no ha perdido ni un ápice esa actitud desafiadora de working class mod. En el órgano Hammond nos entusiasmó  un inspiradísimo y aplaudido Andy Fairclough que, por momentos, llegó a parecernos que incluía en el set de los Secret Affair un concierto magistral propio. Otro de los papeles solistas destacados estuvo en manos de Stephen Wilcock al saxo, componente de los Killermeters, ofreciéndonos intervenciones geniales de música negra. También brillaron por méritos propios una consistente sección rítmica formada por el bajista Ed Pearson y el baterista Russ Baxter que estuvo en los Discords y en los Phaze de Fay Hallam. Solo nos faltó el genial trombonista Steve Rinaldi, con el que han grabado recientemente,  para redondear tan excelente banda.

Los Secret Affair tuvieron también su gran noche y dudo mucho que logren reunir un público tan entregado y cómplice como el del TFA 2013 en ninguna de las ciudades británicas donde más les han visto actuar, ni ahora ni en el pasado. Tras los espectaculares directos, pudimos disfrutar, más sesgadamente por razones ajenas a la organización, de sesiones de música mod revival, soul, R&B o beat sixties, a cargo de reputados Dj’s como son Pere Vegara, Steve Garland, Alex Cooper, Javier Desidias, Isb Lester, y Rod MMR.

El público del TFA 2013. Foto: Betty Radisson
Time For Action cerró su segunda edición cosechando un clamoroso éxito indiscutible gracias  a una oferta musical inmejorable y una gran respuesta de público, sobre todo la sesión  del sábado, una noche en que Madrid tenía una amplia oferta de música en directo con actuaciones de otros grupos a los que la gran mayoría de los que estábamos en la sala Silikona nos habría encantado también asistir. Sobre lo que no salió tal y como estaba previsto, que fue muy poco, estamos más que seguros que la organización tomará buena nota para evitar que vuelva a repetirse. Así que, para acabar este reseña, queremos reiterar nuestras más sinceras felicitaciones para sus principales responsables: Luis  Moreno, Andrés Modgeneration y Tony Zapata, al mismo tiempo que nos congratulamos de contarnos entre las amistades de un selecto, inteligente y amable grupo de chicos y chicas mods con los que compartimos un auténtico fin de semana modernista a pesar de los pesares que también los hubo pero, como dijimos al principio de esta reseña, no vale la pena ni siquiera mencionar.     

Nota genérica: Puedes obtener más información de los grupos en el reportaje previo que Magic Pop te ofreció en este mismo blog entrando aquí

Nota personal: Esta reseña va dedicada a muchos de los mencionados, desde la organización a los componentes de los grupos y los Dj's. También a otras tantas personas con los que mantengo una relación interpersonal por el facebook a los que por fin conocí en persona, así como a otros y otras a los que tuve el lujo de intercambiar impresiones por vez primera. Todos ellos formarían una larga lista que haría interminable esta entrada en el blog del Magic Pop. Pero, en especial, permitidme que mencione la amistad y el excelente criterio de mis buenos amigos Robert Abella, Marga Gómez, Patricia Martínez, Paco Vila y Pere Vegara, a los que seguro no les hace ninguna falta que escriba el porqué de tanto cumplimento, aunque no está de más que sepan que les tuve muy presentes al escribir estas líneas. A todos vosotros, incluido a ti que estás leyendo esto ahora, muchísimas gracias por todo.     

jueves, 21 de noviembre de 2013

Fallece Lloyd Robinson, legendario músico jamaicano "vocacional e incansable"

Por Lutxo Pérez

Lloyd Robinson
El teclado saltarín que inicia ‘Brevett & Knibb (Gracias Lloyd)’  de los Smooth Beans puso la nota agridulce a la tarde del pasado miércoles. Pocas  bandas actuales comprenden los entresijos del viejo sonido jamaicano como estos cántabros. Extremo que prueban el grueso de su música y pequeños gestos como el título escogido para este bonito tema instrumental. La vieja escuela jamaicana -diminuta en extensión, pero formada por largas praderas conceptuales (y nominales)- siempre estuvo condicionada por los detalles más nimios, y esos otros que no lo son tanto: como los nombres que reciben los ritmos, las canciones, los artistas...Y pocas entradas son tan célebres en el santoral de la música jamaiquina de los años 60 y 70 como “Lloyd”. Ahí estaban los Brevett y Knibb a los que hacen referencia los Smooth Beans -dos de los nueve skatalites originales-, el olvidado Delpratt o el mítico “Matador” Daley. Sin embargo, el título de la canción hoy se extiende inevitablemente a ‘Brevett, Knibb & Robinson’, tras conocer la noticia del fallecimiento de este último, envuelta por el incómodo misterio propio del óbito de un viejo músico jamaicano solo transmitido, en un principio, por las poco fiables redes sociales.

Con la muerte de Tony Brevett demasiado cercana y lo frenético de la información a golpe de 140 caracteres, la marcha de Lloyd Robinson (1944 – 2013) podría pasar desapercibida. Una esquela más en una triste y amarillenta hoja de periódico que, poco a poco, nos recuerda lo huérfana que se está quedando una las generaciones de músicos más brillantes de la historia. Sin embargo, pocos de sus coetáneos acumulan tantos méritos para protagonizar el relato de lo que se cocía en el Kingston dorado de los 60. La biografía de este intérprete, compositor y baterista resume de forma inmejorable la temeraria circunstancia de ser artista musical jamaicano en aquellos años. Sin ningún álbum firmado con su nombre y con su nómina artística diseminada en recopilatorios deslavazados (u olvidada en discos de siete pulgadas), su esquizofrénico periplo por el ska, el rocksteady y el reggae dejó una gruesa nómina de canciones grabadas con los nombres artísticos más diversos para prácticamente todos los estudios del Kingston de la época. Circunstancias que, en cualquier caso, no explican por sí solas la potencia y atemporalidad de sus interpretaciones vocales y composiciones.



El Lloyd apellidado Robinson (Altemont Thomas Robinson en su partida de nacimiento) comenzó su andadura artística trabajando para un jovencísimo Sir Coxsone Dodd. Robinson fechaba en 1960 su primera grabación para el capo fundador de Studio One, legendarias instalaciones que abrirían sus puertas tres años más tarde. El tema se titulaba ‘Time To Pray’  y estaba interpretada por el grupo The Mellow Larks , dúo formado por Basil Gabbindon –compositor y voz principal- y él mismo. Lloyd aseguraba que se hicieron llamar “como el pájaro (alondra)” porque “cantábamos como pájaros”. Los dos muchachos grabaron un puñado de baladas al estilo R&B jamaiquino que vieron la luz como siete pulgadas en los catálogos de disqueras jamaiquinas como Worldisc y All Stars y que, poco tiempo más tarde, llegaron al Reino Unido de la mano de Blue Beat. Los míticos Clue J and His Blues Blasters , por cierto, figuraron como banda de acompañamientos en lanzamientos de los Mellow Larks como ‘Love You Baby’  y ‘She Cries’ . El tema de 1961 ‘You Said You Love Me’ , un ska adolescente publicado por Beverley’s Records, fue –probablemente- el primer disco firmado exclusivamente por Lloyd Robinson. También reseñable, su acercamiento al R&B sureño en ‘Give Me A Chance’  (1962), grabada en compañía de Rico Rodríguez & His Band.






Pero fue en la divisoria de las eras del ska y del rocksteady cuando la carrera de Robinson finalmente despegó hacia el firmamento de los ritmos jamaiquinos. Circunstancia que vino motivada por la experiencia acumulada, la nueva impronta soul que adoptó la música de su país y el comienzo de su fructífera asociación con Glen Brown. El rocksteady fue tierra abonada para los grupos vocales masculinos. Pero, para el que esto escribe, pocos conjuntos atraparon el espíritu de aquella era dorada como Lloyd & Glen. Urdieron armonías excelentes, versionaron ejemplarmente a los Impressions (‘Keep On Pushing’ ) y marcaron su propio itinerario por la calle del ritmo de Kingston, desde Treasure Isle (donde grabaron ‘Jezebel’ ) hasta WIRL.




Derrick Harriott puso todo el soul que caracterizaba a sus exquisitas producciones en ‘That Girl’  y ‘You Got Me Going’ . Mientras que Bobby Aitken y sus Carib Beats tejieron los estupendos riddims de la mencionada versión de los Impressions y de la imprescindible ‘You Won’t Regret It’ , apasionada en su parte vocal y poseedora de un piano antológico. Sonia Pottinger, que no podía faltar a la fiesta, también reclamó los servicios del tándem en una de sus producciones más tempranas, ‘Rudies Give Up’ , que arranca con un amenazador “this is a new era with lots of fear” y supone una de las mejores entradas del cancionero rude boy. En la misma línea, Robinson reservó una de sus interpretaciones más rotundas para la enorme ‘No More Trouble’, un desgarrado alegato por la paz callejera con una estupenda letra compuesta por el propio cantante.





Sin embargo, la de Glen Brown no fue la única asociación de la que Robinson formó parte a finales de los 60. Él mismo y Devon “Mellow”  Russell  pergeñaron algunos de los gorgoritos más notorios de toda la era rocksteady en ‘Red Bumb Ball’ , éxito rocksteady producido por Derrick Morgan para su sello Hop Records. Aquí, el texto de Robinson volvía a lanzar puentes a la hermandad y se remontaba a esos días de escuela en que “los profesores nos enseñaron la regla dorada: amarnos los unos a otros como hermanos y hermanas”. El recopilatorio ‘Trojan Rocksteady Rarities’ rescató otras dos canciones (‘I Can’t Stand It’  y ‘It Seems’ ), acreditadas a Lloyd & Earl. Sin información acerca del segundo artista, la web solo nos deja claro que Collins –disquera comandada por el gran Ansell Collins- editó la primera de las canciones en Jamaica, acreditando su autoría únicamente a Robinson.



Hiperactivo como la escena que le alumbró, en la segunda mitad de la década de los 60 Robinson también militó en The Sharks, combo formado por él mismo (haciendo las veces de baterista y segunda voz), Dwight Pinkney, Danny McFarlane y Alfred Crossley. Los baladones ‘Don’t Fool Me’ , de 1965, y ‘I Wouldn’t Baby’ , publicada un año más tarde, fueron impresas como caras B de sendos singles de Studio One. En los estertores del ska, la banda también publicó ‘You Make Me Warm’ para el sello Kentone, subsidiario de Federal. La disquera japonesa Dub Store reeditó este single, con la toma original  impresa en la cara B y una sorprendente toma acústica  arreglada por Ernest Ranglin y reminiscente de las canciones de trabajo propias de los esclavos africanos en la cara A. Durante una gira del grupo por las Bahamas, Pinkey compuso ‘How Could I Live’, una producción de Studio One del año 1967 que contó con la voz de Robinson en las armonías y que, de nuevo, plasmó uno de los riddims acústicos más notorios jamás paridos en suelo jamaicano. La guitarra española que protagoniza el tema sirvió, por ejemplo, como cama instrumental para el saxo de Roland Alphonso en la sugerente ‘Groovy Sax’ ; solo una de las muchas versiones  que utilizaron esta bonita instrumental.





Y fue, precisamente, en el campo de los riddims más célebres de todos los tiempos, donde Lloyd Robinson selló su pasaporte para la historia. Por suerte o por desgracia, el nombre de este artista todoterreno irá siempre asociado a ‘Cuss Cuss’, su canción franquicia. Robinson aseguraba haber sido el primer vocalista reclutado por Harry J para su flamante empresa discográfica, allá por 1969, precisamente por ese tema. Harry produjo el corte original de este clásico inapelable del reggae, que fue registrado en Studio One con músicos de esa misma casa. El heptone Leroy Sibbles, sin ir más lejos, fue el responsable de la espectacular línea de bajo de la canción. Como dejábamos entrever, el single se convirtió en un éxito y su pista instrumental se convirtió en una de las bases más profusamente utilizadas de toda la historia de la música jamaicana . A destacar, mutaciones del ritmo como las que llevaron a cabo Karl ‘Cannonball’ Bryan & The Harry J All Stars  y algún dub futurista como el que firmaría King Tubby.



Lloyd Robinson continuó registrando canciones durante las siguientes décadas, pero nunca volvió a cosechar un éxito como el de Cus Cus y su nombre fue progresivamente desapareciendo en las etiquetas de los discos impresos por la frenética fábrica de éxitos jamaiquina. A finales de los 70, Lloyd & Devon se reencontraron para protagonizar otra serie de referencias entre las que destacan las interesantes ‘Wolf Out Deh’ , parida en las entrañas de Black Ark, y ‘Push Push’ , grabada en Studio One. Más allá, el paso de Robinson por los días del reggae dejó otro reguero de canciones de las que espero ustedes, enfermos de lo jamaicano, den cuenta en los comentarios. 



La entrevista publicada hace dos años en Youtube con la que cerramos este post es, probablemente, el último documento audiovisual de este pequeño gran personaje de la Jamaica sesentera. Relegado a un papel secundario por las rutilantes estrellas masculinas con las que compartió generación -Alton Ellis, Desmond Dekker, Slim Smith, Bob Marley-, su legado musical es tan inconmensurable como el de estos. Para un servidor, solamente ‘No More Trouble’, ‘You Won’t Regret It’ y ‘Red Bumb Ball’ harían más compañía en una isla desierta que la mitad de la música hecha en el planeta Tierra durante los últimos 25 años. ‘Cuss Cuss’, definitivamente, fue la canción que escribió su nombre en los libros de historia, pero sus aportaciones al catálogo de la era rocksteady todavía no han sido justamente valoradas.

Músico vocacional e incansable, en los últimos años de su vida Robinson emprendió algún proyecto de corte familiar y continuó predicando los valores humanistas y sociales de las canciones. El periódico Jamaica Observer confirmó su óbito el 12 de octubre , justo una semana después de la fecha de su deceso. El Lloyd apellidado Robinson falleció en el Kingston Public Hospital a los 68 años. Según su pareja, Diana, el músico entró en coma después de ser ingresado en un centro sanitario de Estados Unidos y falleció poco después de ser trasladado a su país de origen, pero no quiso revelar las causas de su muerte. Su funeral se oficiará en el Dovecot Memorial Park de Kingston el próximo 24 de noviembre. Una buena ocasión para, como en la canción de los Smooth Beans, darle las gracias. Hubo otros Lloyds y otros vocalistas más célebres, pero este que se ha marchado jamás debería quedar en el olvido. Décadas después, sus canciones todavía hablan de nosotros, de las personas que nos dejaron de amar y de la mierda que tenemos que aguantar en las calles. Así de grande era.



Nota: Magic Pop quiere agradecer a Lutxo Pérez que haya contado con nuestro blog informativo musical para publicar este magnífico obituario producto de su gran profesionalidad periodística y su extraordinario conocimiento de causa. Como bien sabéis, Lutxo es todo un experto en sonidos jamaicanos que recientemente ha publicado un libro titulado "Catarsis Rocksteady" que te comentamos aquí. y que ya va por su segunda edición.