“Rock and roll despechado”. |
Esta nueva entrega de los valencianos Tracahombres contiene suficientes razones para ubicarles al mismo nivel de los mejores combos de “garage”, punk, y rock and roll del planeta. Como en su primer trabajo, el artwork corre a cargo del gran ilustrador y dibujante D. Rogelio Pérez Blanquer, que ya nos avanza con un diseño genial, a medio camino entre el expresionismo y el cómic de línea negra, que el disco va a ofrecernos una visión diferente del sonido ya propio de esta potente banda de la que también forma parte como cantante y guitarrista. El resto del grupo son Luis Galbis al bajo y coros, Javier Pedro Ferrer a la batería y coros, más Carlos Mena al órgano y coros. Su primer álbum se editó en 2009 por Sonámbulo records y contenía 13 canciones, entre ellas el vitoreado tema llamado “El Perro“. Este segundo álbum de 2010, coeditado y distribuido por Discos Calamidad, Sonámbulo records y Tuca Raca Distro, es una edición limitada en vinilo que presenta 12 vibrantes cortes donde podrás encontrar detalles del rock and roll primitivo de los cincuenta, más surf y “garage” salvaje, entre otras referencias articuladas con un estilo casi único que permite construir canciones cargadas de fuerza y pasión. Se grabó en mayo de 2010 en directo en el estudio El Sótano de València por Dani Cardona y fue masterizado por Enrique Soriano en Crossfade mastering. La producción ha corrido a cargo de Rogelio y Dani Cardona.
El disco se abre con la descomunal “Gato calamidad”, una exultante muestra de principios con raíces del viejo rock and roll pero con detalles de revival rockabilly de los ochenta. Le sigue el “Telón Rojo” con esas guitarras afiladas de primitivo R&B guiando a esa voz cavernosa para que desemboque en parajes de punk también muy presentes en otras vibrantes canciones como la “Reliquia” que le sigue. El cuarto corte tiene como leitmotiv a un trágico “Mal viaje”, puro rock and roll con elegancia y un toque personal, ciertamente excepcional, con su correspondiente solo de contagioso rockabilly. Y ya puestos en los parámetros 50’s, nada mejor que celebrarlo con un buen surf instrumental, “Traca traca Surf“, que aúne lo mejor del género, a la vieja usanza, con esa peculiar forma que tienen las bandas valencianas de dotarlo de ese aire canalla. Cierra la cara A de este álbum un reposado “Funeral en Fiestas” con un toque de blues a cargo de la guitarra y otro de “garage” oscuro transmitido por ese órgano, al que se añade una interpretación genial a cargo de su cantante principal. Todos juntos convierten este tema en una de las canciones más impactantes del disco.
Ese peculiar estilo, tan sorprendente quizá para los seguidores de los Tracahombres que aún disfrutan a raudales con su primer álbum, sirve para abrir la cara B mediante un tema que forma parte del título genérico del álbum. Ese “Despechado por la Mujer Diablo” se completa con el no menos rotundo y autodestructivo “Dios Mío Sálvame”. En ambas canciones rescatan del pasado un género musical, algo denostado con el tiempo, a medio camino entre el alter punk y el viejo rock and roll que protagonizaron en sus inicios grupos estelares como por ejemplo Gabinete Caligari o los también ya míticos Coyotes, entre otros. A continuación, el álbum nos ofrece otra salvaje muestra musical de la conocida contundencia de los Tracahombres gracias a ese gran corte llamado el “Día de mañana fue ayer” donde recuperan otra vez sus dominios más punk. Tras ese día, podemos disfrutar de una versión libre del “Sixteen Tones” de Merle Travis, titulada por ellos como “16 meses“. En este tema nos relatan, en primera persona, la experiencia de una víctima más de la crisis y el paro, sin eufemismos que valgan, a modo de cruda descripción de la realidad social y económica que trágicamente nos envuelve. La penúltima canción del disco, “Bada Bing“, introduce unos excelentes detalles de tex mex que logran crear una atmósfera tenebrosa, fronteriza, a base de voces distorsionadas y efectos hipnóticos. Acaba el álbum con el “Chico solitario”, soberbio colofón con el que Tracahombres cierran su peculiar universo despechado a base de ritmos contundentes y guitarras afiladas. Esa instrumentación envuelve, una y otra vez, la desesperación del antihéroe que protagoniza muchos de los temas de este magnífico trabajo.
Sin lugar a dudas, este nuevo disco de los Tracahombres es un lujo para los amantes del rock and roll porque confluyen en él desde las raíces americanas de los cincuenta hasta el “revival” rockabilly de los ochenta por una parte, y por otra, la inmediatez del “garage” de los sesenta hasta el toque desbocado del punk incluido el terror y la tragedia personal del after punk. ¿Se puede pedir más?, quizá sí pero no por exigentes sino por insaciables. De momento, disfrutemos de este “Rock and roll despechado”, el mejor disco que podían hacer estos Tracahombres dispuestos a no ser complacientes ni siquiera con sus fans más acérrimos, y esa actitud es muy de agradecer.
Nota: Puedes escuchar el álbum en bandcamp.