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Midnight Shots. Foto Magic Pop |
Si tuviéramos que escoger una sola palabra para resumir la segunda noche del Sixties Rock Weekend, ésta sería sin duda la de: apoteósica. Incluso puede que se convierta en la jornada culminante de este festival que como cada año nos trae, a la puerta de casa, un amplio abanico de propuestas con raíces sixties de lo más variado y emocionante. Empezaron la velada los valencianos Mignight Shots con un nuevo guitarrista, de nombre Carlos, que substituye a Pep González y que, pese a formar parte de la banda hace apenas un par de semanas, supo amoldarse con corrección y buenas maneras al ritmo trepidante del grupo formado por Paco Beneyto, voz y guitarra; Ignacio Durbán, al bajo; Carlos Espina al teclado; Fernando Bonet al saxo; y Quique Gallo a la batería. La banda interpretó sus conocidos temas de R&B y presentó las nuevas canciones que a punto están ya de salir al mercado discográfico mediante un Ep. Se trata de cuatro canciones que han grabado en los estudios del Circo Perrotti de Gijón para ofrecernos un sonido fiel a esas grabaciones analógicas de finales de los cincuenta y principios de los sesenta.
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Midnight Shots. Foto Magic Pop |
Midnight Shots es un proyecto musical muy válido que resulta cada vez más consistente con esa trayectoria ascendente empeñada en mejorar y ofrecer un resultado que consiga atraer, como poco, la atención y el respeto del público. En menos de cinco años, han incorporado a su formación un saxofonista y un teclista, y del R&B primigenio han evolucionado a unos arreglos más sofisticados en los que adquiere una gran importancia el swing y el rock and roll de los cincuenta. A raíz de este continuo proceso de cambios, la banda ha mejorado considerablemente. De la formación original, solo quedan dos de sus miembros originales: su cantante Paco, con su potente voz, y el baterista, Quique, otra de las partes fundamentales para entender en su máximo esplendor el concepto genérico del grupo. El resto de los músicos dieron también la talla y con nota en sus respectivas parcelas instrumentales. Todos juntos supieron llenar la ausencia de público con imaginación y consistentes pasajes de música tan divertida como elegante.
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Biscuit. Foto Magic Pop |
A continuación, subieron al escenario los catalanes Biscuit presentando su último álbum, “Memorabilia”, con una exhibición de buenas maneras, domino instrumental, bromas, sinceridad y complicidad que les identifica y les sitúa entre las propuestas más profesionales de este país. En los Biscuit es todo tan extraordinario y alentador que solo duelen los finales porque eso quiere decir que el tema lamentablemente ya se ha acabado. Sus canciones, bien trazadas, tanto rítmica como melódicamente, son un desparpajo de genialidades a modo de las grandes bandas de rock and roll, y en escena las interpretan con soltura y convicción. Son de esos grupos que, si no estás familiarizado con su música, te preguntarás una y otra vez de quién es esa versión que interpretan cuando en realidad es un tema propio. Solo tocaron una versión, un tema de Alex Chilton, del que han participado en algunos homenajes, más canciones de sus anteriores álbumes, “con esos medios tiempos que nos han llevado a la fama” como recordaba su cantante y guitarrista Xavi, acompañado por Fermín a la batería y voces, Angel al bajo y Armand a la guitarra. Su música aprende de las raíces de los sesenta y setenta y coge de los diversos estilos, bien sea del hard rock, el rock and roll o del powerpop, los parámetros más atractivos que les sirvan para construir su universo propio repleto de melodías envueltas con trallazos de guitarra y recursos rítmicos portentosos.
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Biscuit. Foto Magic Pop |
Los álbumes de Biscuit son, sin excepción alguna, trabajos discográficos magníficos que quizá no les lleven a esa fama internacional, por otra parte más que merecida, pero es indudable que conforman auténticas lecciones de cómo componer buenas canciones que llegan al corazón mientras que los pies no pueden dejar de moverse al ritmo de sus desarrollos insgturmental siempre grandiosos. En resumidas cuentas, nos ofecieron un concierto con esa excepcional manera de buscar puntos clave que entusiasmen, con ímpetu desde la primera a la última canción, descubriéndose próximos a su público, conscientes de que, sea donde sea, están en el más importante escenario del mundo. Esa manera de ser y de tocar les dignifica y consigue que desde el primer acorde conecten rápidamente con el público, sea cual sea la cantidad, en este caso creciendo a medida que avanzaba la noche.
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Hara Kee Rees. Foto Magic Pop |
Con la siguiente banda, los alemanes Hara Kee rees, entraba en escena el sonido “garage” sixties interpretado con actitud punk. Se trataba de su último directo. Formados en Colonia en el año 2002, dan por finalizado su proyecto musical dejándonos grandes momentos de fuzz que no pasan desapercibidos entre los amantes del género. La banda, formada por Martin Götte, guitarra; Patrick Fülling, cantante; Michael Larisch, baterista; Michael Preising, bajo; y Torben Wesche, al órgano y saxo, dio un gran concierto con detalles de cualidad que oscilaban entre la energía desbordante de sus canciones y la puesta en escena entregada para que esa noche, la última, fuese verdaderamente especial. En los ya disueltos Hara Kee Rees “forever” convivía el espíritu de unos Monks, con esquemas del revival de los ochenta, para construir un proyecto musical original en el que no costaba identificar ciertos toques de ese carisma alemán que rodea todo cuanto tocan, desde el krautrock hasta ese techno más radical con toques de free jazz.
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Hara Kee Rees. Foto Magic Pop |
Sus principales bazas estuvieron en un cantante de larga melana, ataviado con una soga al cuello, que gritaba y cantaba con extraordinaria solvencia, un guitarrista con barba y los labios pintados de rojo que dominaba los secretos del correcto fuzz a mansalva, y sobre todo el sueño de todo grupo de garage que quiera sonar en todas sus variantes: un saxofonista que a la vez toque los teclados y que encima lo haga igual de bien, con su corte de pelo a los años treinta y dando volteretas por el escenario. Si a eso le sumamos una contundente base rítmica de bajo y batería, tenemos un buen grupo que nos dice adiós con un concierto memorable que calentó la sala Magic Box para recibir a los suecos The Men.
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The Men. Foto Magic Pop |
Para quien no conozca a los Men, puede que piensen en ellos como una banda “retro”, incluso “mod”, de señores ya en una edad e incluso con hijos mayores que podrían substituirles en el escenario, como fue el caso ,en el último tema del show interpretado por la hija del cantante, Isabella Köhler. La banda la forman su padre, Sven Köhler voz solista y armónica que formó parte de los Sinners en los ochenta; Olof Wallberg: a la guitarra y voces; Ola Främby al bajo y voces, más Niklas Kilenstam a la batería. Todos ellos tienen trabajos al margen de la música como neurofisiólogo, profesor de historia o empleado de un museo y puede que a alguien le parezca solo una banda de señores mayores que recuperan las formas, rítmicas y melódicas, de los sesenta para diseñar un producto propio elegante y vibrante. Efectivamente, todas estas definiciones podrían ser válidas para empezar una reseña como ésta aunque son manifiestamente insuficientes tras haber presenciado uno de sus conciertos. La energía y vitalidad de estos suecos no parece la de un grupo autocomplaciente de gente mayor. Más bien sería todo lo contrario. Su guitarrista y cantante se mueven de aquí para allá encima del escenario mientras que su bajista y baterista mantienen una más que respetable postura estática que no les impide contribuir al inmejorable resultado final con una ejecución excelente.
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The Men con Isabella. Foto Magic Pop |
Durante el concierto se pudieron oír temas de sus anteriores álbumes como el magnífico “The Men return” (2006) o su más reciente “Four Good Men and True” (2010). En ambos no faltan los grandes motivos que hicieron grandes a las bandas de R&B blanco de los sesenta pero interpretados con el deje de estos Men que construyen sus arreglos con cortes temáticos sensacionales, “crescendos” rítmicos acongojantes y combinados de guitarra y armónica sensacionales. Sobresaliendo entre todo este cúmulo de grandes momentos, la voz de su líder con un leve toque nasal que arrastra el público al clímax moviéndose sin parar, saltando, bajando y subiendo del escenario con increíble soltura, tirando y recogiendo maracas, panderetas, pies de micro… Sin duda fue un directo apasionante en el que los Men dieron lo mejor de si mismos. En estos instantes se encuentran preparando los temas de su cuarto álbum que verá la luz en otoño de este 2012.
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The Moons. Foto Magic Pop |
Para finalizar la segunda jornada del festival, pudimos disfrutar de un grupo joven llamado The Moons que nos ofrecieron su único concierto en España y que llegaron a Castellón precedidos por las alabanzas de Paul Weller, Mani de los Stones Roses o Edwin Collins con el que han trabajado su segundo álbum de estudio
Si bien las referencias eran de lo mejorcito e indudablemente hacían presagiar un buen directo, en mi caso no estaban exentos de un halo de incertidumbre sobre cómo iban a sonar en el escenario unas canciones cercanas al pop psicodélico con detalles indies. Quien más quien menos se esperaba oír poco más que a un grupo británico novel, quizá uno más, a lo sumo con detalles un tanto complicados y poco complacientes a modo de los no menos geniales Coral, y con abundantes reverencias al actual eclecticismo de su padrino Weller, que también colaboró en su primer álbum “Life on Heart” (2010). Sin embargo fueron mucho mas allá y su concierto en el Sixties 2012, demostró que son un grupo excelente con un lenguaje y un mensaje propio, que construyen grandes canciones mediante múltiples referencias, no solo con las mencionadas sino también con otras más no menos suculentas como el rock instrumental. Esta banda de Northampton está formada por Andy Crofts, voz y guitarra; Ben Gordelier, baterista y voces; James Bagshaw, guitarra y voces; Thomas Warmsley, bajo y voces; Tom Van Heel, teclados y voces. Presentaban su inminente single con los temas "Double Vision Love” y “English Summer".
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The Moons. Foto Magic Pop |
Son habituales en el circuito mod inglés y constituyen, sin duda, una sabia nueva para todos aquellos que van más allá de repetir esquemas, con ese espíritu precisamente modernista de crear nuevos caminos y buscar nuevos proyectos. Los Moons sonaron elegantes, relajados, sublimes, con momentos de fiereza pero siempre contenida en un esquema bien articulado donde se creaban pausas temáticas psicodélicas sensacionales o arranques de instrumentales oscuros, incluido el punteo de Twilight Zone. Sin barroquismos innecesarios agradaron por su calidad melódica, sorprendente, sugerente y cercana a ese popsike británico de finales de los sesenta con algún que otro leve toque de britpop. Su música está dotada de recursos imaginativos altamente creativos que combinan con elegancia y misterio para forjarse un estilo propio en el que brillen esas lunas psicodélicas repletas de grandes ideas pop.
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Exposición fotografia Manuel Peris |
Puso punto final a la noche los Dj's Toni Valer-Oh y Jartur de los Immediatos que pinchó también en los descansos una selección de grandes momentos sixties un día antes de que los valencianos pudieran disfrutar del directo de su grupo con los Glups y los Picamato el 21 de abril en el Loco Club. Este sábado cerrará el festival con diversas actividades que se celebrarán desde el mediodía a la tarde para llegar a la noche con otro cartel que también promete mucho por la calidad de sus grupos. A priori, es más que posible que las bandas de la última noche nos ofrezcan grandes momentos para el recuerdo aunque será harto difícil que consigan hacernos olvidar el elenco de estrellas y "lunas" que disfrutamos durante esta segunda y apoteósica jornada del Sixties Rock Weekend.
Nota: Puedes conseguir más información del festival y de los grupos que actúan en la página web del Sixties Rock Weekend. También puedes leer la reseña de la primera noche aquí. y de la última jornada
aquí.