lunes, 6 de noviembre de 2017

Uralita y los Fibroesqueletos nos ayudan a pasarlo bien con su impactante primer Ep entre “Nociones sobre Amianto”

Portada

De un tiempo a esta parte, se prodigan los documentales que nos cuentan diversas vicisitudes sobre la historia del rock and roll. Entre todo ese ingente material, destacan las vivencias de proyectos ya finiquitados de punk y post-punk acontecidos entre finales de los setenta y ochenta. Son, por línea general, trabajos audiovisuales y también literarios muy meticulosos que, en muchos casos, tienen una enorme carga emocional. Sus protagonistas, por boca propia o por medio de biógrafos, autorizados o no, nos cuentan hazañas, rememoran los buenos y los malos momentos; todo ello para conformar una amalgama de recuerdos, anécdotas, datos y algunos documentos inéditos destinados muy probablemente a revindicar ese periodo crucial del rock y, de paso, conmover a un público que lo vivió de una manera u otra. Me refiero a historias que tratan sobre (y para) hombres y mujeres cuya edad oscila entre los cuarenta y los sesenta; adultos con espíritu joven que, muy probablemente, en su día nunca pensaron en tal posibilidad informativa convencidos de que no había futuro posible y si lo había, qué más nos daba. Muchos de ellos, entre los que me cuento, apenas tenemos imágenes personales de esa época y, discos aparte, nuestra memorabilia se limita a entradas de conciertos o alguna que otra prenda de vestir de por entonces en estado ya lamentable. Por ello, se agradece tanto “rockumental”, como diría Andy Partridge de los XTC, aunque sería deseable que esa loable actitud de relamerse las viejas heridas contando batallitas, no nos impidiera darnos cuenta de que ese espíritu combativo no acabo con nuestra juventud, sino que sigue reinventándose con nuevos grupos de punk, bandas igual de potentes que necesitan tanta o más atención que entonces, a las que no les vendrá nada mal todo nuestro respaldo actual. Es por ello que me resulta francamente alentador reseñar nuevas formaciones como esta que, bajo el original nombre de Uralita y los Fibroesqueletos, acaba de sacar un Ep coeditado por Sweet Grooves Records (Cáceres), Lurleen Lumpkin Records (Granada), Sociedad Fonográfica Subterránea (Granada), Collector Series DIY (Málaga) y Malicia Records (Valencia).

Trayectoria

Uralita y los Fibroesqueletos
El grupo se forma en Granada por Alba Uralita (voz, teclados), Antonio El Deshollinador (guitarra, voz) y Álvaro Tapiador (batería). Sus componentes forman parte de otras conocidas bandas de la escena granadina como son Los Harakiri o Perro Mojado. Tal y como ellos mismos nos informan “Uralita conoce a los Fibroesqueletos en una terapia de grupo para intoxicados por amianto. Desde entonces aúnan sus superpoderes de sintetizadores en clave de fa, guitarras reverberadas y baterías fuera de tiempo para combatir el mal que azota la ciudad a ritmo de punk”.

Detalle del 7"
Los temas fueron grabados el 22 y 23 de abril de 2017 en su local de ensayo, y mezcladas en Villa Uralita Recording. Para el Ep, fueron masterizadas por Pedro Izquierdo de Runaway Recording. El artwork con objetos cortantes, en su mínima pero efectiva expresión comunicativa tan acorde con el mensaje de la banda, es de Maldedades y Herederos.

Las canciones

Uralita & Fibroesqueletos. Foto Collector's series 
Abre la cara A “El hombre que moría todos los días” generando un torbellino de sensaciones a base de guitarras oscuras, sintetizador con frecuencias demenciales, bajo persistente y rabiosa batería dando forma a un ritual de punk ácido convirtiéndonos en presas fáciles de esa voz que nos cuenta una historia de un depredador protagonista de un ritual tenebroso con salidas a deshoras. Continua con “Elena”, canción obsesiva con guitarra, sintetizador, batería y bajo perforando prejuicios con algún que otro solo penetrante y riffs de post punk industrial.

En la B podemos oír “Quiero pasarlo bien”, versión de los Desechables, incluida en "Golpe tras golpe" (1984). Magnífica versión en la que modifican el riff principal y añaden su propia visión consiguiendo una lograda y salvaje adaptación contaminada de amianto. Cierra el sencillo “Manuel Benítez”, otra exhibición de punk hiriente con instrumentación punzante, siguiendo los consejos del Cordobés unen “sus superpoderes para combatir el mal que azota las calles”.


Uralita & Fibroesqueletos. Foto: Licor de granadas
En el bandcamp podrás escuchar dos temas más como bonus track: Uno titulado “El niño cometa” en el que toma protagonismo ese sintetizador en frecuencias bajas percutiendo en tu cerebro con obsesión lacerante, entre ritmos pseudoelectrónicos, guitarras estratosféricas y voces descarnadas. El otro se titula “Psicopatía conyugal”, la última de las muestras de su talento punk que nos recuerda proyectos minimalistas anteriores de otras épocas pero añadiéndoles una marca personal que aporta una visión descalabrada altamente sugerente repleta de matices alocados y mordaces.

Reflexión final

Uralita y los Fibroesqueletos
Empezaba esta reseña mencionando los documentales biográficos sobre el punk o el post-punk entre los que me permito destacar un par de propuestas esenciales presentadas este mismo año 2017. Por una parte, el “This is Pop” de los XTC del que extraigo la definición de “rockumental” pronunciada por Andy Partridge. Un excelente trabajo informativo en el que su compañero de banda, Colin Moulding, nos dice también que ya era hora de que se valorara un grupo como el suyo que tuvo más de treinta años de trayectoria con una producción excelente y altamente innovadora. La otra obra destacable, aunque sin duda hay muchas más, es el voluminoso libro que ha escrito Jon Savage sobre el punk, bajo el título de “England’s Dreaming”, que ha sido traducida este mismo año al español. El crítico británico revisa esos años cruciales de finales de los setenta con los Sex Pistols como principales protagonistas. Batallas aparte entre McLaren y Lydon aka Rotten, con el malogrado y desquiciado Sid de por medio, los Sex Pistols fueron una banda caótica pero seminal que se vio envuelta en todo tipo de situaciones rocambolescas, incluidos apaleamientos simplemente por ser como eran, pasando por procesos judiciales moralistas al añadir la palabra “bollocks” en el título de su primer Lp. Vale la pena ver y leer estos y otros trabajos similares por muchas razones, entre ellas y quizá la más destacable para recordar que nunca fue fácil, ni mucho menos. No sé si Uralita y los Fibroesqueletos tendrán su merecido documental dentro de veinte o treinta años. Exista o no ese futuro, me parece mucho más interesante que cuenten ahora con nuestro apoyo, bien sea comprando sus discos o asistiendo a sus conciertos. Su Ep de debut tiene todos los ingredientes esenciales para agradar a las seguidores de las dos bandas legendarias antes mencionadas: desde la fuerza intrínseca al buen y ácido humor punk, pasando por la capacidad rítmica y melódica de no conformarse con lo recurrente para dar vida a un proyecto propio que resulta, como poco, convincente.

Nota: Puedes escuchar las canciones y adquirir una copia del disco aquí.     

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