Portada del disco |
J56 es el nombre artístico que identifica el fructífero
trabajo musical folk del mallorquín José Fructuoso quien nos presenta un nuevo Ep
con el título genérico de “Invisible”. Contiene cuatro canciones con una
elevada carga emotiva en las que se pone de manifiesto un excelente registro
vocal entre arreglos preciosistas de piano, guitarra, cuerda y segundas voces
fascinantes. Cuatro temas, que ponen los pelos como escarpias, mediante los que
se nos puede antojar una búsqueda explícita de alguna explicación plausible para esas
heridas existenciales, soportando el dolor con oraciones en silencio, entre una
realidad invisible.
José Fructuoso, cuenta con 33 años, 14 de los cuales los ha vivido implicado en varios grupos como Drown, un proyecto de música más de estilo
Americana; o Delay, grupo de rock. En
2010 se decide por afrontar una carrera en solitario con el nombre de J56, que
corresponde a la inicial de su nombre y la edad en la que moría su padre cuando
el tenía 16 años. Compone sus primeros temas y los incluye en un Ep con el
título de “Dark Side Of Me”. Un disco con influencias del rock americano, y
algún que otro detalle de outlaw country oscuro, a medio camino entre Leonard
Cohen y Nick Cave. En ese disco, publicado en noviembre de 2011, destacaban
canciones como la agreste “Last Teardrop Falls” que lo abre o la melancólica “Death
of the Heart” que lo cierra.
José Fructuoso. Foto: Elisa Batle |
“Invisible” se grabó de febrero a octubre de 2013 con Xisco Tous en
los Backdoor Studios (Sant Llorenç des Cardassar, Mallorca). Es un trabajo
autoeditado que solo se puede conseguir, de momento, en su bandcamp. Los temas
son originales de José Fructuoso quien canta acompañado por Virginia Pons (voz),
Llucia Gomila (violín), Elisa Rodríguez (voz), Llorenç Juan (guitarra) y Xisco
Tous (Piano y guitarra). Por ahora puedes escuchar cuatro de sus canciones aunque más
adelante añadirá un nuevo tema que completará este exquisito trabajo. La imagen
de la portada, con esa paloma aleteando entre la oscuridad, quizá dentro del espejo
del alma, es de Fede Ruiz.
José con Xisco. Foto: Elisa Batle |
Las canciones
El disco empieza con un envolvente piano que acompaña a la voz
principal de José, arropada por una también fabulosa segunda voz femenina.
Juntos crecen hasta el estribillo que da título al tema: “Don’t let me down”.
Canción muy cariñosa a la que añaden un
leve toque de guitarra que evoluciona a rítmica. La instrumentación se recrea
en un baile de notas que discurren sedosas encogiéndonos el corazón hasta el
compás final donde se desprende el último suspiro de las teclas. Le sigue “It Hurts So
My bad”, con ese comienzo litúrgico que contribuye a acrecentar la sentida
expresividad de un pletórico Fructuoso.
Acompañado también por guitarra y con ese omnipresente pedal de órgano, avanza
la canción rozando, por momentos, el susurro hasta ese poderoso final abierto.
Sin reserva alguna, puedo aseguraros que se trata de una de las baladas más
enternecedoras que he oído en mi vida.
El siguiente tema, “Falling Dwon”, camina sobre una repetición
minimalista de notas al piano que rodean a las dos voces protagonistas haciendo
gala de una agilidad armónica inconmensurable. Elegantes flirteos melódicos
completados por un violín solemne que aporta una rotundidad esplendorosa y que
les acompaña en los fraseos finales apropiándose de los últimos derroteros del
tema al paso de ese piano obstinado con el que desaparece. Cierra este
magnífico Ep otro tema descomunal, en
este caso acompañado por guitarra. Fructuoso arranca en un registro agudo con
una entonación clara pero con una intencionalidad quebradiza como requiere este
“My silent prayer”. Se añaden a esta oración en silencio unos arreglos
fascinantes a bases de juegos de piano, más coros ensoñadores que culminan un trabajo compositivo e interprestativo sublime.
J56. Foto: Elisa Batle |
El nuevo Ep de J56 es, sin lugar a dudas, mucho más intimista que su
anterior trabajo. Obedece probablemente a una profunda reflexión personal del
autor quien ha buscado, con éxito, procurarse un estilo propio que le
identifique mediante una obra tan comunicativa como sensible. Los toques
americanos desaparecen y las anteriores referencias se diluyen muchísimo entre
melodías en las que predomina, bajo nuestro punto de vista, una creatividad original fascinante. Si no es
porque sabemos, de antemano, que se trata de su segundo disco, “Invisible”
podría ser catalogado, sin pensarlo demasiado, como un “disco de madurez”; de esos trabajos con los que nos anonadan los maestros tras una larga carrera de éxitos. En este caso, esta coletilla tan recurrente en los medios musicales, vendría a significar, con pocas palabras, que su música no
solo aporta algo nuevo y sorprendente al universo sonoro que nos rodea sino que
debería pasar a la posterioridad como referente indiscutible no solo para el folk sinó para la música en general.
Nota: Puedes escuchar las
canciones de “Invisible” en el bandcamp.
Me ha encantado tanta sensibilidad. Una voz preciosa, gracias por la recomendación.
ResponderEliminarGracias a ti por el comentario, me alegra que te guste.
EliminarJosé, tiene un talento extraordinario. En otro país le darían el mérito que se merece y sería un referente del indie folk europeo.
ResponderEliminarEstoy completamente de acuerdo: su voz y su talento compositivo son fascinantes y meritorios. Gracias por comentar.
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