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Portada. Foto: Xavier Mulet |
Cuando escucho las canciones de
Steven Munar me envuelve la
sensación de ser partícipe, como oyente curioso pero también como protagonista
imaginario, de sus pequeños grandes momentos personales que resultan tan convincentes
gracias a una música original altamente creativa.
Tiene Steven esa elegancia persuasiva del
perfecto como sutil narrador de historias que logra cautivar nuestros sentidos para llevarnos
a un encomiable nivel comunicativo en el que es muy fácil sentirse identificado.
Esa relación interpersonal se genera gracias a la imaginación desbordante del
autor quien canta, para oyentes con buen criterio, versos sensibles musicalizados
con melodías y ritmos fascinantes. Steven interpreta su obra con una variedad memorable
de estilos y recursos,
acompañado por una
banda de lujo que convierte, de forma ciertamente milagrosa, arreglos
sofisticados en aparentes juegos instrumentales cuya facilidad es solo un
espejismo producto de la empatía expresiva que genera su música siempre generosa y pasional.
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Foto: José Luis Luna |
“Time Traveller” ( Miracle Records 2013) es el título del cuarto
álbum de este gran artista anglo-mallorquín quien, tras la gran banda de pop The
Tea Servants, decidió emprender un proyecto en solitario. Le acompaña, de nuevo,
The Miracle Band con la que ha grabado las trece canciones que componen este trabajo
discográfico editado gracias al micromecenazgo en formato digipack. Se trata de
un álbum magnífico del que se nos antoja ya casi innecesario catalogar como heterogéneo
porque esa es precisamente una de las principales características, no
adquiridas sino casi genéticas, de su autor. Steven no crea temas de bossa
nova, con toques de pop, arpegios de folk, ritmos de country, y arreglos de
jazz. Steven crea canciones, sus propias canciones, con un estilo tan único que
los géneros solo existen a modo de sólidos cimientos sobre los que construye una
obra perfectamente identificable y diferenciable de otras maniobras acústicas
tan difusas como comerciales.
Trayectoria
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Con los Tea Servants en 2013 |
Ciudadano británico afincado en Mallorca desde hace más de
dos décadas, Steven Munar empezó a finales de los años ochenta con una banda un
tanto psicodélica llamada The Walk junto al guitarrista Miguel Pérez. Después
formaría el conocido combo de pop The Tea Servants. Tras grabar varias
maquetas, Steven y Miguel se trasladan a Barcelona donde editan su primer disco
homónimo para el sello zaragozano Grabaciones en el Mar. Con esta discográfica
publicarían otros dos discos, “Police Looking After Thieves” y “Greatest Hits”.
Más tarde fichan con Houston Party Records donde publican “Higher” y “Travel
West”. Participan en numerosos festivales de ámbito estatal hasta mediados de
la pasada década que el grupo se separa en 2003. Volverían a
reunirse para algunos conciertos, tras la
reedición de su segundo álbum, en 2013.
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Foto: Ray Molinari |
Steven inicia su carrera en solitario en 2005 acompañado por
bandas llamadas The Coffee Masters, The Lunatics y posteriormente The Miracle
Band. Con The Lunatics graba su primer disco en solitario titulado “Miracle
Beach” (2007) en los estudios El Zigurat por Francisco Albéniz, de La Búsqueda y editado por su
propio sello, Miracle Records. En ese álbum empieza a prevalecer una elevada
dosis de folk que se expande a sus anchas en su precioso y segundo trabajo
titulado “The Language Of The Birds” editado en 2010 por la Produktiva Records
con la que seguiría trabajando en las siguientes entregas de su discografía. Un
álbum sin desperdicio alguno donde destacan bonitas melodías en temas como
‘Travelling’, ‘God has helped (Hallelujah)’, así como con esos detalles de
pedal steel y country americano que aparecen en otras canciones como ‘The sun’,
o de flauta
en ‘Keeping the sadness
away’ o incluso de ukelele y kazzo en un divertido final con ‘Uke song’. Su
tercer álbum, “Break The Rules” fue grabado en directo en el Red Bell Studio de
Barcelona por Marc Tena, entre los meses de enero y mayo del año 2011. Contiene
grandes canciones como “Ancient Lies”, que lo abre, la jazzy “Morning Breeze”,
“Golden Lights” con su sabor latino, o la americana “All Kings of Earth”, entre
otras genialidades propias de una mente despierta por momentos intimista y en
otros, altamente comunicativa. Puedes leer más detalles y una extensa reseña en
nuestro blog entrando
aquí.
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Foto: Xavier Mulet |
“Time Traveller” fue grabado y masterizado también con Marc
Tena, entre febrero y julio de 2013, en los Red Bell Studios. Marc toca el
Hammond, guitarras y percusión en algunos temas, y también colaboró en la
producción con el propio Steven, autor de todos los temas y arreglos con la
ayuda de la Miracle Band.
Steven canta, toca las guitarras acústica y eléctrica, percusión, y el bajo en
algunos temas. Juliane Heineman la acompaña a las voces y toca la guitarra más
el piano. David López se encarga del bajo; y Jordi Farreras de la percusión.
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Con Juliane Heinemann |
Colaboraron también de forma puntual a las guitarras y pedal
steel Miguel Pérez, así como Roman Gil. Mel Semé aportó voces y percusión en
alguno de los cortes; Sergio Fuster, guitarra clásica; Juanjo Onofre al bajo;
Sergi Carós a las voces; Cro2, efectos; Jaume Güell al cello; Marta Malgorzata
a la harpa; Miguel Angel Aldunce al sarangui; Didac Ruiz, percusión; Dan Posen,
trompeta; y Borja Peirón, violín.
Del artwork se hizo cargo Marc Argenter (Flashback Five,
Morts) quien transmitió a la perfección esa elegancia que aúna los factores
temporales y cuentísticos a los que nos referíamos al inicio de esta reseña con
detalles alusivos y una foto del autor realizada por Xavier Mulet. También se
incluyen otras instantáneas de la banda tomadas por los fotógrafos Veru Iché,
Trevor Standard, Alex Martínez, Xavi Torrent, o Jordi Montserrat.
Las canciones
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The Miracle Band. Foto: José Luis Luna |
El disco empieza con la sensible "Beneath the
waves", tema de connotaciones pop, en el que las sensuales guitarras eléctricas
y el perfecto ritmo de la batería tejen un colchón armónico para que Steven se
luzca cantando una melodía embriagadora hasta encontrarse con la no menos
genial voz de Juliane Heinemann. Juntos
perfilan momentos vocales estelares para engrandecer un tema muy
apasionante que da paso a "The Lines in the sky". Se trata de otra
belleza sonora, en este caso con mensaje ecologista, en la que destaca ese ritmo
marcado, con fantásticos detalles de guitarra entre punteados perfectos con los
que la canción va creciendo, a dos voces, hasta una culminante parte central en
el que su expande toda su fuerza emotiva. Al final se introducen unos breves
pero intensos momentos de órgano, instrumento que en "Moving Faster",
siguiente corte de raíces sixties, tendrá también su correspondiente protagonismo.
En este tema, el ritmo que no la intensidad, se relaja,
mientras las guitarras perfilan movimientos de
fantasía, con un buen solo de acústica. Un tema que se construye con varios espacios
melódicos, todos ellos muy imaginativos y arrebatadores.
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Foto: Xavier Mercadé |
"City of cats" es el título del siguiente tema y destaca
por un discurrir rítmico de gran precisión entre coros que resultan muy
enriquecedores, en especial la segunda voz de Julianne. Se añaden más guitarras
envolventes que elevan el estado de ánimo de cualquiera procurando un tema ciertamente
exquisito. A continuación nos ofrece "Shiny Days", canción deliciosa,
con sus arpegios de acústica, en la que Steven más Julianne generan un ambiente
de felicidad compartida entre una instrumentación sin parangón que ayuda a
crear momentos positivos, luminosos y vitales. Le sigue "No more begging
for love", tema más intimista y reservado, con las relaciones espirituales
como principal leitmotiv. De este modo llegamos al meridiano del disco y para
ello nada mejor que un caluroso ritmo latino bajo el título de "Time
traveller", tema en el que Steven y su banda emergen esplendorosos construyendo
para todos nosotros una canción bailable y emotiva con una parte final de coros
y piano que pone los pelos de punta.
"Where is the
love" arranca con la preciosa voz de Julianne acompañada por la guitarra
en un tema que resulta intimista y que versa sobre la pérdida amorosa. Desemboca
en un movimiento de vals en el que se incorpora la voz de Steven. Los dos se
complementan de forma encantadora creando un extraordinario dúo de voces al que
se añaden unos pasajes solemnes de cuerda y ritmos penetrantes. "Vampires
(It is at nights Part II), siguiente corte, es un tema esplendoroso donde se
hablan de las tentaciones frente a las dificultades de la vida. Una canción en la
que se generan consistentes tensiones con arreglos potentes a base de piano,
voces al límite, susurros y gemidos que se convierten en gritos, acompañamiento
perfecto de cuerda y crescendos apoteósicos.
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Foto: Can Monroig |
Con el efecto de la lluvia, llega la acústica y misteriosa "It
clould have been a fire" , un tema curioso, sencillo y fascinante a la vez,
en el que la guitarra conversa con el piano creando una complicidad
instrumental fabulosa mientras Steven canta con su peculiar estilo hasta que se
incorpora la percusión que acaba por perfila un tema con mucho encanto.
Para "I'm not enemy", Steven mezcla
la melodía pop con los ritmos latinos y logra una conjunción impresionante en
el que los arreglos siguen mostrándose como una de las principales bazas de la
banda. Coros, detalles únicos de guitarras, teclados y ritmos milimetrados
consiguen dar vida a un tema cuya energía se amplifica con la participación
final de una fantástica trompeta soleando entre ritmos cariñosos de bossa nova.
La calidez de esta canción resulta perfectamente complementada por “What the
oracle said", tema dedicado a su hija. Otra canción genial en la que se
perfilan momentos vocales e instrumentales extraordinarios a base de guitarra
folk, percusión latina y trompeta jazzy. Para finalizar, otra perla del
repertorio de Steven, con el título de "Orient in Majorca", en el que
juegan con sensacional solvencia la guitarra, el violín y el Sarandi creando
todo un paraíso instrumental de acid folk.
Reflexión final
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Foto: Xavier Mulet |
Steven Munar es un músico extraordinario que ha logrado perfilar
su propio microuniverso artístico gracias a una gran imaginación y una extrema sensibilidad
que expresa con destreza y poder de convicción. Son éstas unas cuantas de las
principales características que distinguen su proyecto personal en el que,
durante estos años, no han faltado elevadas dosis de perseverancia, trabajo e ilusión
como principales bazas contra la vulgaridad y la indiferencia de una sociedad
que, de forma genérica, se mantiene anquilosada en unos gustos musicales pobres
y repetitivos. Steven es único pero también es grande, al menos entre todos aquellos
que apreciamos su obra, gracias a una banda que demuestra, en la interpretación
y los arreglos, estar formada por extraordinarios profesionales dotados con
excelente criterio y virtudes tanto instrumentales como vocales. Gracias a
todos ellos son posibles discos tan redondos como este “Time Traveller”, cuya
atenta audición conseguirá que conectes con el mundo, en ocasiones misterioso
en otras luminoso pero siempre fascinante, de un Steven viajando por los
sentimientos en estado de gracia compositivo arropado por una banda ciertamente
milagrosa.
Nota: puedes conseguir y escuchar el disco en su
Bandcamp.
"Time Traveller" és un altre gran disc d'un gran artista. La trajectòria d'Steven Munar és digna d'aplaudir. Grans cançons i un artistàs amb majúscules que, per si fos poc, sempre s'ha envoltat de grans músics. Molt bon article!
ResponderEliminarGràcies Oriol, tots dos sou dels millors compositors del nostre país. Quan escrivia la ressenya d'un, tenia present a l'altre.
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