En 2016 habrán pasado ya cinco años desde nuestra andadura como blog y nada más ni nada menos, que toda una década desde que inicié el proyecto en formato web allá por 2006. Podríamos ir más atrás en el tiempo, pero referirme a finales de los ochenta como fecha de arranque del programa de radio del mismo nombre, me parece un tanto excesivo. Sí, lo sé, puede que no tenga más importancia que la numérica; pero amigos y amigas, si tenemos en cuenta que durante todos estos años he estado muy solo, salvo alguna muy puntual colaboración que agradezco en el alma, redactando amplias reseñas, y cuando digo amplias ya sabéis que no es una exageración, sobre unos 200 conciertos, más de 300 discos, y alrededor de 850 obituarios, pues creo que podríamos considerar el trabajo realizado, como poco, de perseverante. Creo también que no resulta exagerado calificar la labor informativa de ciertamente inusual, al menos si la comparamos con la vida media de los blogs que, con el auge de las redes sociales, empiezan a forman parte ya del pasado y pocos son los que recurren a ellos para comunicarse en la infoesfera. Y ya que estamos en el repaso de números, sirva también de referencia que el blog ha superado la nada menospreciable cifra de 500 mil visitas.
Pero a los lectores qué más les dará como sea el que escribe. No es mi vida la que importa, sino la de otros, la de esos grandes músicos a los que considero básicos, indispensables, perdurables. Esos genios del rock and roll que forman parte de nuestro pasado pero también a todos aquellos que empiezan ahora a ensayar, a grabar una ilusionada maqueta, y con suerte, a editar su primer disco de debut. La mayoría de esos creadores son tratados injustamente, cuando no directamente ignorados, por los mass media. Casi nunca los mencionan si no es como mera anécdota. Y lo que es aún peor, ni siquiera los especializados parecen demasiado interesados en discográficas, grupos o talentos emergentes si no es a cambio de una considerable inversión de publicidad por parte de los interesados que aún sueñan con verse reflejados en revistas de “prestigio” por todos conocidas. Ante la pérdida de lectores, es bien cierto que esa interesada estrategia comunicativa es la única manera de sobrevivir en un mercado que ha menguado muchísimo en los últimos años, pero no me parece excusa suficiente como para mantenerse al margen de iniciativas, con las que comparten criterios musicales, por el simple hecho de que no están respaldadas por discográficas más o menos grandes, festivales de moda, cerveceras y tiendas de ropa varias.
Cuando pienso en todo el trabajo llevado a cabo hasta el momento, con todos esos datos a los que antes me refería, y la repercusión real que tiene no solo el Magic Pop sino la cultura y la música de forma genérica en la sociedad, me entra la incertidumbre de si vale la pena seguir adelante. Lo cierto es que el rock and roll no está en su mejor momento y dudo que mi contribución comunicativa ayude a cambiar esa realidad crítica. Es entonces cuando más claro tengo el cerrar definitivamente el Magic Pop y dedicarme a la vida de melómano en la intimidad sin tener que dar explicaciones mediáticas de mis gustos, ni muchos menos con ese estilo periodístico tan excesivamente entusiasta del que peco en ocasiones. Pero justo cuando creo que es una opción razonable a tener muy en cuenta, aparece un nuevo grupo, un disco, una historia recuperada del pasado y me olvido de tantas obsesiones para seguir contra todo pronóstico. Así que, amigos y amigas, estoy dispuesto a continuar con mi trabajo informativo durante un tiempo hasta… quién sabe cuándo, no quiero ni siquiera planteármelo. Además, ahora que por fin el Magic Pop cuenta con una buena fotógrafa, Eva Ferrera, para ofreceros excelentes reportajes visuales, dejarlo sería una gran injusticia imperdonable. Así que, disfrutemos de la música, sin excesivas cavilaciones, y apoyemos a nuestra escena estatal porque de sus sellos discográficos y sus grupos depende nuestro futuro.
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Tan solo me queda reiterarte, una vez más, que siempre serás bienvenido o bienvenida a este espacio informativo musical para amantes de los sonidos con raíces sixties, pensado con actitud modernista al margen de lo previsible. Muchas gracias por tu compañía y tu interés por los contenidos publicados durante toda esta década y en especial en estos últimos cinco años del Magic Pop en formato blog.
Nota: Para acabar, os aportaré otro número muy significativo que, en este caso, me inspira una enorme tristeza. El artículo más leído en todos estos años, con más de cinco mil doscientas visitas en pocos días, ha sido el obituario del recién fallecido Paco Rufus, factótum indiscutible del rock and roll, cuyo indispensable trabajo, como editor y músico, ha sido fundamental para el buen quehacer informativo del Magic Pop.
Alex Martí
Gracias por la impagable labor que se hace en el blog y buscar las ganas de seguir aunque sea de debajo las piedras. Salud!
ResponderEliminarGracias a ti por seguir el blog!.
EliminarLa familia Briatore le desea larga vida a Mágic Pop y que mantenga salud e inspiración como hasta ahora. Enhorabuena y gracias por la labor. Felicidades y saludos from the beautiful south.
ResponderEliminarUn placer contar con la familia Briatore, un abrazo.
EliminarMoltes felicitats per l'aniversari (o pels aniversaris, més ben dit)! Espero poder-te seguir llegint durant molts més anys!
ResponderEliminarGràcies Oriol, ben saps el que costa tot plegat...
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