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Portada |
Los
Dirty Rockets son un grupo originario de Cornellà de
Llobregat, municipio barcelonés que muchos
asocian a una de las formaciones de punk rock más seminales de nuestra
escena como fue la legendaria Banda Trapera del Río, liderada por el gran Morfi
Grei con el que este cuarteto, que te presentamos a continuación, colaboraron
en su día en directo con excelentes resultados. Coinciden ambas bandas en esa pasión irreductible por el rock and roll
más salvaje mediante una mezcla explosiva de las siempre enriquecedoras raíces 50’s
con la actitud y los detalles hirientes del
punk de finales de los 70’s. Los Dirty Rockets
van más allá de actualizar sus referentes, y se evidencia no solo una
imaginación desbordante sino también un dominio instrumental muy considerable
en todas y cada una de las doces canciones que podrás oír en su primer álbum
“Death Or Fun” editado por
Clifford records este 2016. Diez temas propios, dos de ellos instrumentales, más dos brillantes
versiones, que destacan por sus melodías eufóricas y por sus ritmos portentosos ideales para resolver una dicotomía vital mediante magníficos
arreglos que explotan con precisión a modo de revulsivo existencial.
Trayectoria
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Dirty Rockets. Foto: Angel Nájera |
Dirty Rockets se forman en el año 2009 en Cornellà de
Llobregat (Barcelona). La banda está formada por Edu
Rocket (voz/saxo/armónica); Varo Dirty (guitarra); Rivero (bajo); y Sergi
(batería). Empiezan versionando temas clásicos y otros más oscuros del rock
and roll y el “garage punk”, de finales de los cincuenta a los sesenta , aunque
con una forma muy personal que ya daba muestras de un poderío y una imaginación
propia. Su primer grabación es el Ep
"Play the Sonics" (2009) con el que rinden homenaje a la legendaria
banda de Tacoma. Debutaron en directo en
el XXIII festival de Blues de Cerdanyola (2010), para tocar desde entonces en múltiples
salas. Después sacaron su segundo
Ep con temas propios, bajo el título
genérico de "Electric Shock". También colaboraron con Morfi Grei en la presentación del libro "Letras
Petreas", escrito por el mencionado cantante de la mítica Banda Trapera del Rio, con el que también interpretaron
en directo varias canciones de la mencionada
formación de Cornellà. Edu también forma parte de la banda Mossén Bramit
i els Morts. Por su parte Sergi forma
parte de los Motorzombis. “Death or fun”
fue grabado por Txosse Ruiz en Wheel
Sound Studio y mezclado, más masterizado,
por los hermanos Santi y Victor Garcia en Ultramarinos Costa Brava. Han contado con la colaboración de Assumpta
Cahiuelas al órgano en el tema “Mass Control”. Con un apropiado artwork, en el
domina la combinación siniestra y enérgica de los colores rojo y negro, destaca la foto de portada de
Marc García y las letras de las canciones en la carpeta de interior. la edición en vinilo de Clifford incluye un código de descarga digital.
Las canciones
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Dirty Rockets. Foto: Manuel Alférez |
El disco se abre con el instrumental “Shake Station”, tremendo
arranque en el que se pone de manifiesto la gran capacidad de combinar
excelentes ejecuciones con dotes creativas que emanan de ese sugerente como
potente saxo tenor, los acordes hirientes de la guitarra eléctrica, y los
ritmos contundentes de bajo y batería.
Una amalgama de fuerza que nos lleva a la cautivadora “Give It Up”, excelente
desparpajo de puro rock and roll con actitud punk, cantada con una potencia
descomunal con el propósito fehaciente de demostrarnos que tienen las ideas muy
claras. Riffs que perforan como
taladros, solos de armónica y eléctrica que me fascinan, más una base rítmica
de extraordinaria prestancia conforman
las maravillas sonoras de este tema que te noqueará de principio a fin. Le sigue “Psychotic Brain”, otra maravilla con
garra, cantada como la anterior en inglés. En este caso, los arreglos permiten compenetrar
saxo y guitarra, más voz y coros, con una facilidad pasmosa. Tema que inspira
reflejos del punk de finales de los setenta con recorridos de “garage” con el
que se explaya ese cerebro psicótico. Incorporan un magnífico solo de saxo
dentro de un tema que se nos antoja un ejemplo, entre otros muchos más, de esa
fructífera imaginación con la que dan vida a un estilo propio. A continuación nos cantan en español el tema
“Mass Control”, sobre un ritmo de rock and roll que se nutre de un soul
salvaje. Tema éste de crítica social en el que critican que “la opinión
publicada, es la opinión cacareada. Mentes conectadas, socialmente consensuadas”.
Mencionar en la instrumentación la aportación
considerable del órgano.
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Foto: Angel Nájera |
De este modo llegamos a la deslumbrante versión del tema “Walking
the dog” (1963) de Rufus Thomas. Llevado a su terreno, el corte acrecienta el
poder de persuasión del original con esa revisión salvaje de un R&B de
manual que, en manos de los Dirty Rockets, adquiere un deje muy provocativo,
incluido ese buen solo de saxo. Termina
la cara A con otro tema en inglés, “The 8th Sin”. Fantástica canción en la que
la banda descarga con pasión desaforada tras esa siniestra introducción de saxo
ciertamente tenebroso. Tema que se acerca al hard rock con riffs gruesos y una
voz principal que emana desde un brío muy personal. Tristeza y confusión, con dulces recuerdos de
la sonrisa y la voz de un amor pasado, con los que sucumbimos al octavo pecado
capital, la nostalgia. Juegos instrumentales, dignos de mención, completan un tema apabullante que te invita a
dar, cuanto antes, la vuelta a la cara.
La cara B empieza con
“The Devil's Wife”, otro cañonazo de guitarras y saxo con ritmo ardiente,
más detalles de armónica, en el que se entremezclan ramalazos de rock con soul en una proliferación de diversas
líneas melódicas que te zarandean mientras sigues la entregada voz principal,
con endiablado recitado incluido. Y tras el encuentro con la mujer del diablo, vuelven
a expresarse en castellano en el tema “Al fuego”. En este caso,
tras una caliente intro de saxo, la canción discurre entre los
parámetros del rock and roll más oscuro y el punk más crudo. Llega el fuego
purificador en el que “todo arderá… no, tú no eres el culpable, de la espiral
de inercia nadie sale”. La banda se
dirige a esos “bastardos con manos llenas de sangre… que no consigan nuestra
confesión… empuñemos nuestra tea purificadora… y marchemos a la colina a verlo
todo arder”.
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The Dirty Rockets, Foto de su facebook |
Le sigue otro instrumental, precisamente el que da título
genérico al disco, “Death or Fun”, en el que el deje bluesero con unísono de
guitarra, saxo y bajo más toque de batería deriva en una andanada de
primitivo R&B a la que sucede
brillantes momentos solistas a cargo de
ese magnífico tenor. Tras este
excelente tema, nos ofrecen otro gran motivo sonoro propio en el que afloran
detalles de punkabilly con claras perspectivas de ser coreado por una masa
entusiasmada: “Paso a paso la vida ve venir, y con ella su uniforme frío y
gris. Paso a paso su tiempo se le va, entre luces, humo y alquitrán”. Sueños antiguos que desfilan con otro
convincente solo de guitarra, golpes certeros de bajo, más un ritmo
portentoso que nos dirige los pasos
hacia el bar para escuchar otra suculenta aportación solista de saxo que pide a
gritos fiesta, yiha!!!.
Ya en los últimos surcos del álbum, nos entusiasman con esa
entregada versión del “Roll Over Beethoven” (1956), tema de Chuck Berry en el que
imprimen una cautivadora rabia punk sin olvidar momentos fascinantes
protagonizados por eléctrica y saxo.
Finaliza el disco con un emocionante “Hasta llegar a ti”. Canción más
pausada, con vocación de himno, en la
que se entremezclan, con absoluta elegancia y tremenda fuerza, esas múltiples referencias estilísticas mencionadas
que conforman el lenguaje propio de esta
gran banda, desde el rock and roll de los cincuenta al punk de los
setenta. Un tema dedicado a esa
Barcelona “que hace tiempo que perdió su identidad” en la que el rock and roll con sus
“provocadores inconscientes sobreviven
sin mirar”.
Reflexión final
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The Dirty Rockets. Foto: Angel Nájera |
La dicotomía “Death
or fun” a la que se enfrentan los Dirty
Rockets con estas magníficas canciones editadas este 2016 por Clifford records,
se refiere muy probablemente a esa imperiosa necesidad de combatir el silencio
y la muerte por falta de acción, mediante un trabajo perseverante y creativo
como el que conforma la música de esta gran banda barcelonesa. En sus canciones destaca esa rabia
inconformista de otras formaciones
legendarias como la Banda Trapera del Río con la que comparten entorno físico
y social aunque de esa Barcelona de finales de los setenta y ochenta no quede
hoy en día casi nada a excepción, quizá, del recuerdo de aquellos que la
vivieron. Todos esos “proyectos, historias, sin final” que se habían apagado
con los años, como cantan en unos de sus temas, adquieren con su música “una
razón por qué sentir”. Ese motín necesario, la llama que surge del rock and
roll, se impone para que recordemos ese verso que pueda rescatarnos de la
prisión de la realidad cotidiana que nos envuelve e intenta manipularnos. Sin lugar a dudas, los Dirty Rockets son uno
de los protagonistas de excepción de esa banda sonora repleta de diversión que
nos salvará de la muerte por aburrimiento al que estamos abocados si nos
dejamos llevar por ese insoportable control de las masas.
Nota: Podéis escuchar las canciones en el
bandcamp y adquirir una copia del disco en la web de
Clifford records.
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