Portada |
Trayectoria
Tony Hazzard, en los sesenta |
Anthony "Tony" Hazzard nació el 31 de octubre de 1943, en Liverpool, Inglaterra. Aprendió a tocar la guitarra de muy joven. Creó algunos grupos, antes de que emergiera la famosa escena beat de Liverpool, y dejó aparcados los proyectos cuando comenzó sus estudios en 1962. Su brillante carrera musical como cantante y compositor no se inició hasta que terminó su educación en la Universidad de Durham donde siguió tocando en grups amateurs y decidió dedicarse a la música.
Con el apoyo de Tony Garnett de la BBC, Hazzard se trasladó a Londres, donde firmó un contrato con Gerry Bron. El británico Gerald Lincoln "Gerry" Bron (1933-2012) fue un mánager y productor de grupos como Manfred Mann, o Richard Barnes, que creó la discográfica Bronze en 1971. A mediados de los sesenta se pudo ver a Tony actuando en shows televisivos como “Ready Steady Go” o “Thank Your Lucky Stars”. En 1966 grabó para Columbia un sencillo con el tema “You'll Never Put Shackles On Me” y su primer éxito le llegó ese año con la canción “You Won't Be Leaving” interpretada por los Herman’s Hermits. En 1967 Manfred Mann sacaron sus temas "Ha! Ha! Said the Clown" y en 1968, "Fox on the Run". En 1967 los Hollies triunfaron con otra canción suya "Listen to Me".
Su canción "The Sound of the Candyman's Trumpet" fue grabada por Cliff Richard y quedó en cuarto lugar en la preselección “A song for Europe” que decidió el tema que el Reino Unido presentaría al festival de Eurovision de 1968 y que resultó ser “Congratulations”. El tema versa sobre un flautista mágico, o quizá un vendedor ambulante de drogas si lo traducimos en argot, y fue compuesta después de un viaje de ácido. Grabaron temas suyos, la mayoría incluidos en este disco que te presentamos: Family Dogg y su “Brown Eyed Girl” (1968), Lulu y "Me, The Peaceful Heart" (1968), The Yardbirds y "Goodnight Sweet Josephine" (1968), The Tremeloes y "Hello World" (1969), The Casuals y “Hello It's Me” (1969), The Swinging Blue Jeans como The Bluejeans y “Hey Mrs Housewife” (1969), Simon Dupree and the Big Sound y "The Eagle flys tonight" (1969), Cherry Smash y “Fade Away Maureen” (1969), Gene Pitney y "Maria Elena" (1969), Richard Barnes y "Take to the Mountains" (1970), o Peter Noone y "(I Think I'm Over) Getting Over You" (1973), entre otros como Andy Williams.
Contraportada Hazzard sings Hazzard |
“Tony Hazzard sings Tony Hazzard” contó con la colaboración de una banda formada por Colin Wood, al piano, órgano, flauta; Tom Allon al vibráfono; Tat Meager a la percusión, Davy Clague al bajo; Tony Hicks a la guitarra, y Steve y Duncan a los kazoos, más las armonías vocales de Richard Barnes. Tony canta y toca la guitarra de doce cuerdas. Los arreglos y la producción son suyos para Hit Recrods producions Limited. El discose grabó entre noviembre de 1968 y febrero de 1969 en el regent Studio A con los ingenieros de sonido Adrian Ibbetson y Tom Allom. En la portada figura un primer plano de la cara de Tony y en la contraportada se pueden ver algunas fotos de su autor más una pequeña pero ilustrativa descripción de cada tema.
Portada del disco de 1973 |
Pese a estar repleto de canciones memorables, no obtuvo el éxito que bien merecía. Hazzard consiguió más repercusión como intérprete con el siguiente, “Loudwater House” (1971 Bronze. Island Records). También grabó coros en los discos de Elton John, "Tumbleweed Connection” (1970) y “Honky Château” (1972). Su tercer disco “Was That Alright Then?” (Bronze 1973), también se vendió poco. Con Richard Barnes sacó un álbum para Warner Bross en 1976. Llegados los ochenta se retiró poco convencido de que fueran buenos tiempos para su lírica aunque siguió componiendo música para obras de teatro, y en 2011 vio la luz el álbum “Song from the Lynher”. Hazzard vive en Cornwall y continúa componiendo e interpretando sus canciones como las incluidas en su más reciente trabajo de 2016, "The Hallicombe Sessions", grabado con el norteamericano asentado en Donosti, Matt Harding.
Las canciones
Tony Hazzard con 24 años. |
El disco se abre “Listen To Me”, una exquisitez que pone los pelos como escarpias con esa melodía encantadora y ese ritmo ideado para que mover el cuerpo al son de riffs luminosos. Juegos corales y armónicos arropan la gran voz de Tony que siguen destacando en el siguiente corte. “Brown Eyed Girl” es una canción coqueta, con flauta incluida, que se expande en el estribillo como un arco iris. Le sigue “Me, The Peaceful Heart”, corte de arreglos envolventes de folk pop que deambulan agiles con una percepción rítmica fascinante con momentos de percusión selvática. Hazzard sigue deslumbrándonos con su entrega vocal y esa fascinante forma de instrumentalizar melodías cariñosas. A continuación nos ofrece su lisérgico “The Sound Of The Candyman's Trumpet“ con ese trenzado de arreglos grandiosos, momentos de brillante trompeta incluidos, y un recitado que resulta solemne apoyado por coros con los que se consigue un efecto conmovedor que crece en la inmensidad sonora que genera el tema. “Hello It's Me” es una llamada a nuestra capacidad de apreciar las buenas canciones de pop construidas con esa genial sencillez que no resulta tan fácil como aparenta. Momentos sonoros que ensalzan el ánimo procurados por grandes compositores como Hazzard quien, insisto, sigue deslumbrándonos con su forma de cantar. Acaba la cara A con “Fox On The Run”, tema más calmado en el que confluyen el talento de Hazzard, su admiración por los Manfred Mann, y esa naturalidad para dar vida a momentos instrumentales, coros, estribillos, y aportaciones de flauta extraordinariamente bien combinadas.
Richard Barnes y Tony Hazzard |
La cara B arranca con “Hello World”, corte de melodía conmovedora, con cambio rítmico más pausado para destacar el psicodélico estribillo. Después Recupera el pulso con la gracia y el encanto propio de Tony, con momentos de percepción clásica a cargo de los teclados más voces estratosféricas. Le sigue “Goodnight Sweet Josephine”, canción saltarina con lejanos pero perceptibles aires medievales. De nuevo, otro estribillo memorable con una segunda voz de eléctrica digna a tener en cuenta por inhabitual más un hábil momento solista de órgano. Llegamos a su soberbio “Ha! Ha! Said The Clown”, una de mis favoritas, con esa carga de dramatismo y ese recorrido rítmico tan espectacular que explota en el estribillo arropado por una solemne aportación de teclados, entre otros efectos instrumentales. Continua el disco con “Hey Mrs. Housewife”, tema de esplendor beat con detalles de órgano, efectos circenses, dedicado a las amas de casa. Ya en los últimos surcos disfrutamos con “You Won't Be Leaving”, canción que versa su época universitaria, con una perseverante gracia que atrapa del primero al último compás. Finaliza el disco con “Fade Away Maureen”, en la que trata de la falta de comunicación entre madre e hija. La última de las maravillas sonoras incluidas en este álbum con la que se me ocurren un buen puñado de adaptaciones con arreglos ácidos que conseguirían metamorfosear este gran tema en una andanada de popsike impresionante.
Reflexión final
Tony Hazzard recientmente |
En el texto de contraportada del disco, Mickie Most dice sobre las canciones de Hazzard: “I have never heard a bad one”. El famoso productor inglés le pidió en 1968 que compusiera un éxito para Lulu y cuando oyó la canción que le propuso Hazzard, "Me, The Peaceful Heart", dijo que era sencillamente perfecta. Como en ese caso, gran parte de los grupos que interpretaron sus temas se quedaron maravillados con el trabajo de Tony como por ejemplo Graham Nash y su último hit con los Hollies, “Listen To Me”, aunque también se realizaron versiones que cambiaron notablemente el original como los Yardbirds y su visión de "Goodnight Sweet Josephine", entre otras que resultaban sorprendentes para el propio Tony como el tema “The Sound Of The Candyman's Trumpet“ que casi llega a Eurovisión siendo como era una canción “triposa”. Por todo ello, y por mucho más no cabe duda alguna de que Hazzard es uno de los grandes compositores de pop principalmente de los sesenta, y esa evidencia no debe hacernos pensar que era peor cantante. En este sentido resulta chocante leer en algunas de las reseñas consultadas sobre su trayectoria, que a Tony Hazzard se le daba mejor la composición que la interpretación, y no es cierto. Lo único que se le daba mal a Tony fue la promoción, como él mismo reconoce en alguna entrevista. Por lo demás, estamos frente a uno de los grandes compositores y cantantes, aún en activo, cuya obra ha pasado a los anales de lo mejor del pop británico, por ende, internacional, del que no nos cansaremos de disfrutar sus inolvidables canciones gracias a esta magnífica y acertada reedición en vinilo a cargo del sello zaragozano You are the Cosmos.
Nota: Puedes adquirir una copia del disco en la web de You are the Cosmos
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