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Portada |
Desprende el disco
titulado “Baby Hannah’s” del cantante, poeta y compositor
Carletti Porta, una
impresionante proximidad emocional que me ha cautivado ya desde el
primer verso y acorde. Este músico albaceteño ha logrado, con este convincente álbum de debut, que me sienta plenamente
identificado con su equilibrio existencial explicado mediante palabras
cuidadosamente buscadas y arropadas por arreglos musicales cuyas combinaciones
melódicas y rítmicas generan reacciones tanto psíquicas como físicas únicas,
difíciles de describir. La
sencillez y el cariño son dos de las
características más singulares de este trabajo discográfico ciertamente impecable.
Desde el sensacional dibujo de la portada, la destreza instrumental de sus protagonistas,
hasta el sonido pasando por una edición a cargo de una las discográficas
estatales más meticulosas y entusiastas de nuestra escena como es
Hurrah! Musica, las canciones de este álbum reflejan una experiencia personal que se
convierte en universal en el momento que
penetra en tu consciente para recorrer juntos un viaje existencial sin parangón
alguno.
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Carletti Porta. Foto: Maria Azaña |
Carletti Porta es Carlos
N. Porta, un músico albaceteño, que inicia en 2010 esta aventura, acompañado
por su compañera sentimental María, en la población irlandesa de Skibbereen donde en una taberna del lugar, de
la que toma el nombre el disco, hace
nuevas amistades como la del bajista Mike Collins, quien colaboró con el que
fuera bajista de Jimi Hendrix, Noel Redding, cuando éste residía en Bandon, Co.
Cork, Irlanda. Carletti se queda maravillado por su forma de tocar el bajo y le
propone grabar juntos estas canciones. Collins, quien acabaría por tocar en
siete de los ocho temas del álbum, le lleva al “Studio CPR” del ingeniero de
sonido Laurie Hedger, en Lough Hyne, Skibbereen, Co. Cork, Irlanda, e inician
el proceso de grabación, sin apenas ensayar, con la ayuda del propio Hedger a
la batería más Niall O’Driscoll al dobro. La música fluyó con excelentes resultados. Después, la pareja regresa a Albecete donde
Carletti contacta con
Honky Tonky Sánchez y Sergio Jiménez quienes se hacen cargo de la
producción, más masterización, de las canciones,
excepto del tema “Del Viaje Astral los domingos” que corre a cargo de Quique
González. El proceso de dar forma al disco seguiría en el “El Desván”, de Carabanchel, Madrid, pasando por el hogar de José Manuel
Mora. Finalmente acaba en 2013, año en
que otra buena nueva sucede antes en la vida personal de Carlos y María: nace
su hijo Mario en primavera.
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María Azaña con HT Sánchez |
En este disco, Josué
Santos colabora aportando órgano Hammond, piano, y saxo soprano; Quique González Moncayo, puso guitarra eléctrica; Rosendo
Romero, armónica; Mariglo Sánchez,
trompeta; Honky Tonky Sánchez, coros; Kino Lucas, piano en “Sueños de
rock and roll”; y Dani Pinelas al bajo más Andrés Ortiz “el negro” a la batería,
ambos en “Del viaje astral los domingos”.
Su principal protagonista, Carlos N. Porta, autor de los temas, se
encargaría de cantar y tocar la guitarra acústica en todos los temas, más la
armónica en “Dios de la carretera”.
El diseño y maquetación
ha corrido a cargo de Micoco Graphics, con ese magnífico dibujo de María Azaña
en el que se puede apreciar un perro de apariencia famélica que husmea a su
particular llama, la que alumbra su vida al igual que el faro que destaca en la
contraportada. En su interior podemos leer mediante una hoja encartada las
inspiradas letras de las canciones. Cabe mencionar también que la edición a
cargo de Hurrah Musica contó con la colaboración del micro mecenazgo, así como que
el disco está dedicado a la memoria del médico albaceteño Samuel Andújar
Núñez fallecido en junio de 2013. Por último mencionar que Carletti tiene montada una banda paralela llamada
Dos Caballos con Carlos "
Honky Tonky" Sánchez.
Las canciones
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Carletti, Antonio de Hurrah y HT Sánchez. Foto: María |
El álbum empieza con el ruido
de las olas que se funden con la acústica y un riff de bajo fabuloso. De inmediato ceden protagonismo a la gran voz
de Carletti acompañada de piano y órgano para poco más tarde incorporarse, con
exactitud de metrónomo, la genial percusión. En “Paseo con una Sombra”, que así
se llama el tema, nos comenta cómo “fumando la última china, esperando a que
llegue mi amigo Piter Pan en su moto robada” consigue romper las reglas en el
mar de la eternidad, soñando hasta llegar a la boca de ella, “qué maravilla… es
un blues”. Un tema extraordinario con toques de guitarra eléctrica inmejorables,
incluida una trompeta muy sutil, y múltiples detalles de cualidad en los
arreglos instrumentales. “Dios de la Carretera” arranca con un diálogo entre
armónica y acústica que precede a una melodía tierna entre toques oscuros de
piano para contarnos la relación entre dos almas que se alejan con palabras no
dichas que alimentan la imaginación y besos no dados porque solo acompañan la soledad.
Un tema cargado de emotividad, con varios momentos solistas y atmosféricos a
cargo de piano, percusión cariñosa y un excelso estribillo central muy luminoso
con el que pide a ese dios de la carretera, si en él creyera, “que le lleve al
día en que la conocí y se apiade el destino de mi”. Un tema ciertamente sobrecogedor que nos traslada,
con su intimismo a flor de piel, al siguiente corte titulado “Cruce de Caminos”.
En esta canción se refiere a su amor por María, con la que se cruzó en el camino,
para compartir sonrisas, castillos que el mar se llevará, consciente de que siempre
hay un final. La composición destaca por su
baile de acústica dibujando instantes de folk fabulosos en los que se combina,
con enorme destreza, instrumentación generosa y versos sentidos. Al final acaba
creyendo en la salvación gracias a ella entre momentos celestiales de órgano y trompeta.
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Carletti Porta |
“Del Viaje
Astral los domingos” cierra la cara A y en este caso nos cuenta cómo ella necesita
“su ventana para contar las estrellas y las antenas”. Un lugar por el que vuele
su imaginación y pasar al otro lado del espejo. Una espacio por donde mirar
algo nuevo cada mañana. Al rememorar a su protagonista, sueños y realidad se
confunden aunque, tal y como remarca, “aunque viva perdido, nunca la olvidará”.
Con toques de blues cadencioso, la melodía va creciendo a medida que avanza con
prestancia y elegancia entre detalles convincentes de eléctrica y juegos
poéticos de enorme calado entre los se incluye, convenientemente citado, un
verso de Antonio Machado que dice “el diablo de mis sueños ríe con sus labios
rojos”. A destacar unos compases finales muy americanos con sensacional dobro
incluido.
“Perro Romántico” abre la
cara B. “La vida se me fue como un perro romántico tras una perra siguiendo sus
olorosas tarjetas de visita…rascándome “. La canción de Carletti completa unos versos de un
tema que cantaba su tío Alberto perteneciente a la obra de su amigo Carlos
Wilson a los que les dedica su creación así como a Juan Carlos “El Tirillas”. Musicalmente, aporta una sensibilidad extrema gracias
a unos perfectos toques de dobro, la voz grave de su autor, y la percusión muy bien
medida acompañando a una eléctrica y un soprano muy sensuales, entre teclados y
un bajo enormemente precisos y cariñosos,
más una juguetona armónica. Todos juntos crean momentos mágicos que ensanchan
el corazón hasta unos límites indescriptibles cuya serenidad nos lleva a
deleitarnos con el siguiente tema “ Sueño de Rock & Roll”. Otra canción con
enorme carga pasional en la que nos explica cómo se ve a sí mismo “sin construir
nada que el tiempo no destruya, viendo el tren pasar”. Entonces, el viejo loco que vive en su interior sueña con
rock and roll. En este caso utiliza un
verso extraído de un poema de su padre, Antonio Navarro quien escribe: “Que mis
caderas se fundan, se conviertan en martillos”. De nuevo, la acústica, el piano, el dobro, la percusión y su voz, caminan juntos dando pequeños
pero, a su vez, seguros pasos sonoros, tanto
melódica como rítmicamente perfectos con los que consiguen que emane un swing
extraordinario.
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Carletti Porta en Dos Caballos |
En “Buenas Noches, María”
vuelve a abrirnos su corazón refiriéndose a su compañera a la que canta: “si no
ves la salida, si la noche es callejón, sigue la luz de tu corazón… solo tuyo es
el horizonte que ves más allá”. Con emotiva sinceridad, Carletti se enfrenta
solo con su guitarra a sus sentimientos hacia ella y “si no son para ti, para
quien serán”. Culmina tan tremendo
trabajo compositivo y narrativo, otro buen solo de dobro. “Con Todas las Canciones que Nunca Escribo
(iré a las estaciones donde muero y vivo)” cierra tan emotivo disco “viendo
pasar los trenes y algún amigo, unos los pierdo y al otro le despido”. Sin rencor pero también sin olvido, culmina el
canto a sus vivencias personales sobre lo vivido mediante acordes de un blues rompedor, para bocas y pechos
secos. De este modo genera una atmósfera especial de arreglos arriesgados producto de una
complicidad muy sugerente entre todos los músicos que entablan una comunicación
impactante con el oyente.
Reflexión final
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Carletti Porta. Foto: María |
Cuando oigo “Baby
Hannah's” tengo la sensación de estar escuchando a un buen grupo de músicos cantando y tocando en casa de
algún conocido o amigo donde se celebra una fiesta más o menos improvisada que
al final, por obra y gracia de sus canciones y la compañía, resulta absolutamente
memorable.
Con ello me refiero a que se me antoja, desde el primer momento, un álbum
que desprende esa proximidad, que comentaba
al principio de esta reseña, mediante un aire sorprendente de frescura en las formas
al tiempo que emerge una calidez no menos asombrosa en sus contenidos. Esa percepción
implica también descubrirse a uno mismo o incluso a alguna amiga del alma, aunque no se
llame María, en cada una de las canciones permitiendo que la imaginación nos
lleve a creernos protagonistas de unas historias muy bien hilvanadas con la
destreza tanto poética como lírica de un excepcional Carletti Mora acompañado por
su certera banda.
Por otra parte, se
agradece que no contamine sus
sentimientos con ese desgarro intencionado en la voz al que otros cantautores recurren forzadamente para dárselas de canallas cuando en realidad, de esa actitud tan teatrera no tienen más que la pose. Sin duda, aprovecha los recursos graves de su poderosa dicción pero
lo hace sin aditivos ni conservantes que valgan; sin ansiar la fama del
supuesto maldito, ni repitiendo esquemas
de los conocidos crooners del lado oscuro de la vida. Sus canciones tampoco recurren a la rima fácil, y resultan únicas, tan fascinantes como reveladoras de ese posible tránsito astral en el que se confunde lo onírico con la realidad. Carletti nos habla del viaje de la vida mediante
la convicción de un buen músico que comparte su obra y sus experiencias con todos
aquellos perros románticos que, llegados a un cruce de caminos, soñamos con
rock and roll mientras el diablo ríe con sus labios rojos de nuestra tragedia.
Nota: Puedes escuchar las canciones en el
bandcamp donde también podrás adquirir una copia del disco en vinilo más cd.
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