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Portada |
Tras el brillante álbum
“La Montaña y el Río” (2011), la ilicitana
Familia del Árbol
ha sido capaz de reinventarse sin perder la esencia intimista de su
proyecto, al margen de las modas que vienen y van, y ha ahondado en los
parámetros creativos psicodélicos de finales de los sesenta y setenta para
ofrecernos, de la mano de
Cydonia Records y
Bcore en 2015, uno de los discos más
maravillosos de acid folk que hayan surgido en nuestra escena estatal con claros visos de convertirse en obra
maestra atemporal e incluso a nivel internacional. Han transcurrido cuatro años desde que nos
sorprendieran tan gratamente con su
disco de debut y durante este largo viaje no solo han experimentado la
inigualable experiencia de ser padres, sino que han dado vida a unas canciones
fascinantes y altruistas que responden a una necesidad catártica de verbalizar,
con música exquisita y letras iniciáticas, unas inquietudes vitales. Su nuevo
disco con el título genérico de “Odisea” es un trabajo dialéctico que destaca
por la grandiosa sensualidad de sus detalles
en un proceso creativo absolutamente genial e infinito.
Trayectoria
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La Familia del Árbol. Foto de su web. |
La Familia del Árbol es un dúo de folk pop de Elche formado
por Nacho Casado, voz, guitarra, composición y arreglos, y Pilar Guillén, voz y
percusión. Encumbrados por la crítica
especializada y el Proyecto Demo del FiB más una nominación a grupo revelación
de los cuartos premios de la música independiente, sus canciones rememoran el
folk británico mezclado con los aires de la costa oeste americana de finales de
los sesenta y principios de los setenta. Nacho formó Ligre, un grupo de indie pop en
Elche (Alicante) en septiembre de 2000 con - Javier Ato, voz, guitarras
acústica y eléctrica; Pere C. Pérez, bajo; Antonio M. Matarredona, batería.
Nacho se encargaba de cantar, y tocar las guitarras y teclados. Tras un par de
maquetas, editan un mini Cd con el título de “El desastre de ser indie" publicado
por Flor y Nata Records. La Familia del
Árbol tienen grabado un disco anterior, un mini álbum de seis canciones con el
nombre de “La Montaña y el río” ( Mushroom Pillow 2011). Durante su trayectoria
han participado en el recopilatorio promovido por la web musical peruana
Revista 69 "Serge Gainsbourg Degenerado", grabaron en 2011 una canción navideña llamada
“Bola de Nieve” y versionaron el tema "Dont leave me", de Harry
Nilsson con el título de “No me dejes”.
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Festival Deleste por La Gramola de Keith |
La canciones de “Odisea” son de Nacho Casado. El disco fue
producido por Xema Fuertes, Cayo Bellveser y Nacho Casado y grabado en los
Estudios Río Bravo en Valencia. Nacho canta, y se encarga de aportar
coros, guitarras acústicas y
eléctricas, teclados, y samplers. Por su parte Pilar Guillén toca la
batería, percusión y canta coros.
Colaboran en la grabación Xema Fuertes (Guitarras acústicas y
eléctricas, mandolina, armonio, percusión, coros, lap Steel); Cayo Bellveser (bajo eléctrico, contrabajo,
piano, coros); Manolo Medina (piano, sintetizadores, órganos, percusión,
coros); Alberto Martínez (flauta
travesera, percusión); y Pepe Andreu (trompeta). El bonito diseño gráfico es de Arnau Pi. El
disco, editado en Cd, cuenta con un libreto con las letras de los temas y fotos de sus protagonistas. Por último mencionar que en directo les acompañan
Manolo a las guitarras y coros, Victor al bajo, Abel a los teclados y sintetizadores y Alberto a la flauta travesera, percusión y coros.
Las canciones
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BIS Barcelona. Rodrigo Chaparreiro |
El disco empieza con “Olas”, canción que su propio autor
define de ruptura, “de no sentirte parte de nada y de saber que las cosas se
van a poner difíciles. Es de esas canciones que salió del tirón, como si
alguien entrara en tu cuerpo y se hubiera comunicado por ti”. Entre arpegios conmovedores, melodía
envolvente y efectos sonoros, la dulce
voz de Nacho se expande dejándose llevar arropado por un extraordinario
acompañamiento sonoro. “¿Por qué todo tiene que acabar, por qué las personas
siempre cambiamos a mal, por qué las olas me quieren golpear?…” se pregunta y
responde: “Yo lo llamo nada y nada me puedes quitar”. Coros, lap Steel, teclados, y toques de
percusión se incorporan a los arreglos con el aviso de que “habrá una mala
cosecha y la lluvia cubrirá nuestros campos de tinieblas”. Extraordinarios
momentos sonoros que contrastan con imágenes dolorosos para “contemplar la
belleza de tu destrucción”. Al final la
canción explota en una visión más luminosa entre eléctricas, voces fascinantes,
aportaciones gloriosas de trompeta y una
rítmica deslumbrante.
Le sigue “Vulcano”, grandioso tema del que su autor comenta:
“explora el lado oscuro de nuestras mentes y el deseo”. Destaca
por su atmósfera etérea en la que
se amolda a la perfección la extraordinaria voz principal, acompañada de coros,
y el uso de un sintetizador muy peculiar que convierte el tema en un lisérgico
viaje interestelar hacia la raíz de nuestras inquietudes. “En mi cabeza hay oscuridad, se forman estrellas
que explorar..”. Con “Canto XI”,
inspirada en un pasaje del poema épico griego la Odisea de Homero, nos
sorprenden con esas voces litúrgicas, el toque de harpa y unos arreglos
psicodélicos espectaculares entremezclados con un tempo hipnótico, entre secuencias
magníficas de trompeta y flauta a varias voces. “No es el final” -nos
dice- “ te cuidaré. El descenso nos dejó sin fuerzas para volver… suplicaré,
escucharé, aún quedan sitios por ver”.
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BIS Barcelona. Rodrigo Chaparreiro |
En el siguiente corte “Caballo” se mezcla el folk rock espacial y
el góspel de vocación retrofuturista. Sobre
el repiqueteo de piano, “mientras el sol se pone para el rey sin pueblo”, surge ese espacio tan sugerente de country
blues ácido. Incluye cambios de registro
fascinantes con efectos de distorsión procurados por un amplificador de los
años cincuenta al límite. Finaliza con la belleza de las armonías vocales con instrumentación
lisérgica que confiere al tema una gran belleza interior y su vez
interestelar. Con “Ulysses” la Familia del Arbol demuestra, con
creces, una habilidad llamativa para dar vida a canciones popsike, ideales
incluso para el baile liberador. Arranca
con esa concepción rítmica tan precisa a la que se incorporan oscilaciones
melódicas para afrontar “todo lo que nos
queda por ver al despertar aunque estemos lejos de todo los que nos hace feliz,
luchando por todo lo que no necesitas, y quieres más…”. Mediante “1984” el autor afrontó su visión de
la paternidad preocupado por el mundo que nos envuelve, “dejé de pensar en mí y
en mi futuro y más en lo que venía de camino”. La canción tiene armonías celestiales reforzados por metales sutiles entre
el peso pragmático de la percusión. Un combinado que nos recuerda montañas que duermen, que el fuego hizo
callar. “Emigran las aves en dirección al mar… tristes ciudades, cerdos que
alimentar… guarda tus hijos… quizás todo vuelva a empezar y tengamos otra
oportunidad. Yo me quedo con lo que me haces sentir”.
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BIS Barcelona. Rodrigo Chaparreiro |
¿Cuánto podemos aguantar hasta desfallecer?, se preguntan en
el siguiente corte. En “El pescador” que
así se titula es una declaración de principios tranquila pero contundente: “Amarte es lo único que le da sentido a
envejecer. El tiempo se ríe de nuestra
soledad. La naturaleza implacable y es
que no hay más. Canta las sirenas en el
mar, me arrastran a la profundidad. Sabes que siempre te querré. Nos volveremos
a ver”. Finaliza con una descarga de
recursos instrumentales a modo de “lucha y caída” según nos cuenta su propio
autor.
Finalizando ya el disco nos ofrecen “Una roca necesita a
alguien”, un tema directo y fresco con una parte final en la que recrean la
banda sonora de una película de ciencia ficción de los setenta con aportaciones de trompeta propias casi del free jazz. De nuevo, más
preguntas existenciales: “¿dónde está lo que buscamos”? entre ritmos bailables
en la oscuridad, espíritus jóvenes, fantasmas, pasado y futuro a la vez… El
combinado de ritmos tribales, con marcado riff de piano y pedal de órgano conjugando secuencias conmovedoras, convierten el tema en
esa recreación pura y deslumbrante sumamente cautivadora. Acaba el disco con los mismos parámetros
musicales que empezó, con solo voz y guitarra. Mediante “El viaje (Ulysses II)”,
última canción, el viaje queda abierto para que cada uno siga su propio camino
de vuelta a los orígenes, al hogar. Tal y como ellos mismos nos explican, “es
una canción reflexiva y marcó la llegada de nuestro pequeño, para él va
dedicada”. Arpegios finales para
acompañar esos lloros por todo lo que nos queda por ver al despertar…
Reflexión final
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Los dos Nacho, padre e hijo, y su madre, Pîlar |
Dice Nacho de su “Odisea” con la Familia del Árbol: “Desafié a los dioses y con la suerte de mi
lado comencé el viaje. Comprendí que debemos afrontar ser lo que somos, y cuando
los dioses me ponen a prueba, en la profundidad, me alimento con la idea de
estar con vosotros. Dedicado con todo mi
amor a mi pequeño hijo Nacho y a Pilar, ellos son mi razón de volver a casa”. Pocas veces he leído una dedicatoria como ésta,
sentida y realista a la par, y no solo por la sinceridad que desprenden sus palabras
sino por cómo resume a la perfección un trabajo musical impecable, tan apasionado
como convincente. Estamos ante una de las obras cumbres del acid folk, incluso a
nivel atemporal como internacional, y para darse debida cuenta de sus excelencias,
el crítico debería atesorar un mínimo de bagaje musical de sus raíces antes de
atreverse a encontrar los recurrentes peros. Al atento como sensible oyente, nada ni nadie van
a impedirle disfrutar de este catártico viaje de vuelta al hogar, como metáfora
de lo verdaderamente importante en la vida. Sin lugar a dudas, es un disco fascinante
en cuya realización altruista, la Familia del Árbol no solo ha aumentado en número
con ese estimado hijo sino también en capacidad de anonadarnos como satisfacernos
mediante canciones conmovedoras de factura intimista con vocación interestelar,
de las que emerge un amplio abanico de
matices de enorme belleza.
Nota: Puedes escuchar las canciones en el
bandcamp y adquirir una copia en el
facebook del grupo o en la web de
Bcore.
Hola. Soy Agustí Rocamora. Tuve la ocasión de ver la presentación de "Odisea", en el Gran Teatro de su / mi ciudad, Elx, el nueve de Abril del año pasado, y fue sencillamente emocionante. Precioso, sublime... tanto en lo musical, como en la puesta en escena, Nacho y Pili (Pilar, yo la llamo Pili, es mi amiga), como el resto de la banda, mención especial para mi también amigo Manolo Medina, quien tocara durante una temporada en Los Círculos (Ahora toca en los recomendabilísimos Boreal, a quienes hay que prestar atención desde ya mismo, amén de haber participado en montones de proyectos más). También quisiera hacer mención a las maquetas de Ligre anteriores al mini CD de Flor y Nata records "el desastre de ser Indie". Son, si no se me ha traspapelado, olvidado o desconocido alguno, tres: "Tumbados", "Retorno a los bosques", y "Tu voz
ResponderEliminarcansada", y las nombro por una razón, para mi, crucial: La música contenida en aquellas maquetas era de gran calidad, en mi humilde opinión, y espero que mi amigo Nacho no se enfade si digo esto, superiores a lo contenido en el CD de Flor y Nata. No sé lo que pensará de ellas hoy en día un artista como él, que siempre anda creciendo y evolucionando, tal vez puede que incluso las haya olvidado, pero yo creo que merecieron mejor suerte que ser conocidas únicamente por la exigua minoría que entonces llegamos a conocerlas. Canciones como "Cae el sol", "Mañana vendrán", "Demasiadas estrellas", "Quien soy", o "Cuando amanezca hoy", debieron llegar, tal vez no a un público mayoritario, que ya sabemos que eso resulta bastante difícil hoy por hoy, pero si a más gente que a los cuatro gatos que entonces llegamos a conocerlas. Por lo demás, larga vida a La Familia del Árbol. Estamos ante un artista único, un preciosista del sonido, un artesano de su arte un individualista capaz, como Brian Wilson, de
emplear el tiempo que haga falta para que esa nota suene exactamente como el desea que suene, lo sé, le he visto ensayar, y ante un creador que... en fin, aún tiene mucho que decir, ante un creador incapaz de estarse quieto demasiado tiempo en el mismo lugar, lo que nos augura muchas sorpresas, muchos hallazgos sonoros, para el futuro. aún. En Círculos restringidos, si queréis, pero dentro de 50 años, se seguirá hablando de este grupo. Gracias.
Muchas gracias, Agustí, por tu comentario. No solo demuestras un gran conocimiento musical sobre el entorno de nuestros protagonistas y su relevancia artística sino que te expresas, como siempre, con un dominio exquisito del lenguaje. Un abrazo.
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