jueves, 31 de marzo de 2016

‘Out of the blue’, doble Lp de los Oldians con maravillas instrumentales y vocales de sugerente jazz jamaicano

Portada 
Que la capacidad creativa de Javier García, también conocido como “Sir J.”, es tan desbordante como fascinante, resulta una evidencia conocida y respetada más allá del ámbito de los sonidos jamaicanos, incluso a nivel internacional.  Una vez más, de la mano del indispensable sello Liquidator Music en formato vinilo, más la edición en Cd a cargo del sello nipón P-Vine Records y la compañía polaca Jimmy Jazz Records, acaba de ofrecernos una amplia muestra fehaciente de esa gran imaginación, articulada con exquisitez, acompañado por un elenco de excelentes músicos que, en el caso que nos ocupa, responden al nombre de uno de sus principales proyectos, The Oldians.  Presentan este 2016 su más reciente trabajo, un quinto álbum en formato doble, en el que se recoge por necesidad y de forma premeditada un amplio minutaje de excelencias rítmicas y melódicas propias, con instrumentales impresionantes más  brillantes temas cantados  por la sensual voz de su solista,  Saphie Wells respaldada por una banda de auténtico lujo. “Out Of The Blue”, que así se llama de forma genérica el doble álbum, contiene  16 canciones que te cautivarán, de principio a fin, mediante un original combinado de memorable jazz jamaicano.

Trayectoria

The Oldians 
The Oldians son de Barcelona. Actualmente el grupo está formado por Javier García, aka "Sir J.", compositor, guitarra y arreglos (Sir J & The Kinkylab All Stars, Kinky Coo Coo's, Flight 404, entre otros);  Xavier Angulo, baterista; Alvaro Taborda, contrabajo y bajo (The White Jazz Trio); Eduard Fernandez, piano; Ricard Vinyets, saxo tenor y alto (Amusic Skazz Band, Cabrians); Pol Omedes trompeta y fiscorno (Pol Omedes trío y quartet, The Kinky Coo Coo's);  y Saphie Wells a la voz principal, cantante en otras formaciones de bossa nova y jazz swing.  En este combo confluyen el sonido original de las secciones rítmicas jamaicanas de los sesenta y setenta  con la habilidad y elegancia del jazz y el soul para conseguir un sonido propio verdaderamente encantador.

Dis ografía de los Oldians 
La banda se formó en 2001, tras la Jeta Band y duró en primera instancia hasta el año 2003. Después de un tiempo sin actividad, por compromisos personales y profesionales de sus componentes, volvieron y sacaron un disco en 2008 con el título de “Old Secrets” (Liquidator Music – Red Star73). En 2009 participaron del recopilatorio “Skarnival Party #9” (Mad Butcher). Durante 2010 se incorporó, de forma estable, Leire Etxarri, (The Kinky Coo Coo’s) y  editaron su segundo disco “Arts of Seduction” (Liquidator Music) que presentaron por numerosos escenarios. También participaron en el Ep “Tributo a Alton Ellis” (Enlace Fubk) con una exclusiva versión.  Su tercer disco salió en 2011 con el título de  “Wandering Souls” (Liquidator Music).  En 2012 participaron en un sencillo para Jewels Records, con el tema con The Mighty Thumb, con los The Kinky Coo Coo’s, que aportaron “Keep It Up”. También tienen editado un disco recopilatorio “Island Jazz Sessions” (CD, P-Vine, Japón 2013). Ese mismo año  2013 sacan su anterior Lp con el título genérico de “Doentown Rock” editado por Liquidator en vinilo y por los polacos Jimmy Jazz en Cd, del que puedes leer una reseña en Magic Pop aquí


The Oldians grabando en  la Stroika
El disco que te presentamos consta de 16 canciones, cercanas a los cuatro minutos de duración,  15 de ellas originales compuestas por Javier García con la colaboración, en el tema que le da título, de Álvaro Taborda, más una versión de “ A man and a woman” de Francis Lai y Pierre Barouh.  “Sir J.” es también autor de las letras, los arreglos y se ha encargado de la producción musical así como de la grabación, entre junio y agosto de 2015, de overdubs y  la mezcla final en KinkyLab Studios.  Los “riddims” fueron grabados en directo en la sala Stroika de Manresa y las canciones fueron masterizadas por Alex Psaroudakis en los M Works Mastering Studios de Cambridge (Massachusetts).   La banda está formada por  Xavier Angulo a la batería y percusión, Alvaro Taborda al bajo y contrabajo, Eduard Fernández al piano y teclado, “Sir J” a la guitarra y percusión, Ricard Vinyets al saxo tenor, Pol Omedes a la trompeta, y Saphie Wells a la voz principal.  Han contado con la colaboración de Alejo Peloche al trombón y  Daniel Lampérez al Hammond,  más David Carrasco al saxo tenor en “Song for Rico” y Jaume Mr. Freak aportando la introducción del tema “I am what i am”. Por último destacar que el magnífico artwork con esa atractiva combinación de colores y tipografía de raíces sixties es obra de Txarly Brown.  
      
Las canciones

The Oldians en el estudio 
La cara A del primer disco arranca con “Living Upside Down” , exquisito tema en el que se despliega todo el encanto de la formación, y sobre todo de su cantante solista. Canción con una dosis impactante de swing sincopado con elegancia y sensualidad  en la que sobresale también la perseverante base rítmica y las inmejorables aportaciones de metales creciendo desde la discreción efectiva.  Añaden un  precioso solo de saxo tenor que aporta una divertida calidez al tiempo que un piano juguetea con dulces esquemas de latin jazz.  Le sigue  “Red Hot Pursuit” , enérgico instrumental en  el que se entremezclan, con enorme solvencia, todas las cuerdas, desde el ritmo a los solistas como esa espectacular llamada de trompeta con sordina, el conmovedor saxo, o la magistral guitarra revoloteando con una agilidad descomunal entre riffs de piano.  La melodía es propia del mejor jazz jamaicano de los sesenta interpretada con elegancia y acompañada por una seguridad rítmica impoluta.  A continuación nos ofrecen  “Same Old Song”, otro tema cantado con una impactante  voz que transmite una sensibilidad a raudales y que invita tanto a bailar como a embelesarse con su dicción jazzie.  A destacar el  fascinante solo de contrabajo, así como otra brillante aportación solista de saxo.   Cierra esta cara “Cotton Clouds”, cautivador tempo de  rocksteady en el que dialogan la guitarra y el teclado con magnífica ejecución llevándonos al éxtasis mediante unos arreglos magistrales.   

The Oldians en el estudio 
La cara B del primer disco se abre con “Out Of The Blue”, uno de tantos ejemplos del llamado “ska de salón” con el que tan acertadamente se definen estos exquisitos temas desde la propia discográfica. Tras los tiernos compases iniciales de la guitarra, instrumento que completará la melodía  principal con un solo de órdago, la banda desarrolla un poderío indiscutible gracias a una conjunción de recursos solistas con “riddims” metódicos.  Metales (con bonito solo jazzy de trompeta), guitarras, percusión, y teclados logran una compenetración ciertamente inmejorable que nos lleva hasta el siguiente corte titulado “Love Me Before I Leave”.  Aquí emerge la formación con un aire de misterio al que contribuye el órgano Hammond antes de volver a deleitarnos con la inmensa voz de Saphie. Canción ésta de early reggae con detalles de jazz en la que nos invitan a dejar volar la imaginación con ese ritmo sugerente sobre el que también destaca la guitarra eléctrica. "Groovin Lazy” aporta aires enigmáticos de funk a ritmo jamaicano. Una maravilla de instrumental que bien serviría para la BSO de una película de acción ambientada en el Caribe. Riffs de metales con contundencia, un ritmo poderoso, aportaciones de la guitarra y pedales de órgano más otra exhibición del saxo tenor y la trompeta son las señas de identidad de este tema. La  cara y, de paso, el primer disco, finaliza con la canción “Try And Fly”. Un cierre espectacular en el que los Oldians se muestran especialmente inspirados para deleitarnos con otra muestra de ese ska amable que coquetea con el rocksteady gracias a la versatilidad de los músicos, entre los que se distingue la brillante trompeta y, de nuevo, la maravillosa voz de Wells.     

The Oldians en el estudio
El segundo álbum de este doble Lp se abre con la versión contagiosa del conocido tema instrumental “A Man And A Woman” de Francis Lai y Pierre Barouh, para la película de 1966, del mismo título, de Claude Lelouch.  La adaptación  de los Oldians no solo aporta una visión de reggae sino que incluye letra, cantada por su solista femenina con una sensibilidad extraordinaria más un solo de piano eléctrico no menos fabuloso.  Le sucede “Vikings From The East”, otro tema con vocación de indiscutible banda sonora para cualquier trama cinematográfica de acción en la que, una vez  más, prevalecen aportaciones estelares a cargo del saxo, el piano eléctrico, la trompeta, y la guitarra, más efectos rítmicos altamente profesionales y no menos imprescindibles, sin olvidarnos de los últimos detalles de calidad a cargo del contrabajo.  Con estas guisas llegamos a “Behind You”, canción en la que la voz de Saphie vuelve a brillar con todo su esplendor logrando fusionar el jazz con el espíritu jamaicano con una belleza inusitada.  Aquí emergen más solos celestiales mediante una ejecución encomiable a cargo de los teclados.  “Song For Rico” aporta los últimos pases de la cara A del segundo álbum a ritmo de early reggae con pedal de órgano, más solos envolventes de guitarra y un enorme saxo tenor de cuya sencillez emerge todo un mundo sonoro en recuerdo del gran trombonista jamaicano.  Contribuye al homenaje la guitarra eléctrica arropada por el resto de la banda.     


The Oldians grabando los rididms 
Mediante “Haze-Piration” se pone en funcionamiento la última de las caras de este álbum. Canción bailable, con ese ska que crece a ritmo constante, con las aportaciones habilidosas de guitarra y trompeta desdibujando la melodía principal con ejecuciones solistas magníficas, entre varios guiños a clásicos latinos. Le sigue la curiosa  “All My World” en la que se mezcla la dulzura de la voz principal con la rugosidad del “riddim” de rocksteady con otra exhibición de recursos a cargo del saxo.  En “I Am What I Am”, precioso reggae de manual, cuentan  con la profunda voz introductoria de Mr. Freak tras la que emerge de nuevo la dulzura y la seguridad, con amplia tesitura, de su cantante principal. Un tema completado con la potente trompeta entre líneas de bajo igualmente memorables.  “Your Smile” da por finalizado este portentoso doble disco mediante una exquisita melodía de soul a ritmo de rocksteady. Una última maravilla sonora en la que no faltan más intervenciones fascinantes a cargo de todos y cada uno de los miembros de esta excepcional banda, colaboradores incluidos, ya sea solistas como la voz principal, el saxo y la guitarra, o formando parte del riddim como el órgano, el bajo y la percusión.     

Reflexión final 

The Oldians. Foto de su facebook
“Out of the blue” es, sin lugar a dudas, un trabajo único y sorprendente a la par que ambicioso pero no porque sea una edición en disco doble, ciertamente inusual para el actual mercado discográfico, sino porque logra condensar en un espacio limitado, pese a lo generoso, toda la ingente imaginación y creatividad de una banda extraordinaria, The Oldians, comandada por ese gran compositor, productor y guitarrista que es Javier “Sir J” García.  Sus dieciséis canciones son ejemplos perfectos de la fusión entre los ritmos sincopados, ya sea en forma de ska, rocksteady o reggae, con la elegancia del swing en formato de big band o septeto de cool, bop o incluso free jazz.  Una amalgama de estilos, bien compenetrados gracias a unos arreglos apasionantes, en la que no faltan incluso detalles contundentes de funk o exquisiteces de soul.  Mediante unos “riddims” meticulosos en los que el acompañamiento rítmico de batería y contrabajo, avanza con una seguridad pasmosa, unas melodías elegantes que logran embelesarnos con su magnífica cantante y las aportaciones solistas de metales, teclados y guitarras que dialogan entre sí con un poder de convicción extraordinario, este álbum no solo uno de los mejores trabajos de jazz jamaicano que se haya editado nunca sino que nos confirma el inmejorable estado de salud artística de todos sus protagonistas de los que esperamos otros tantos álbumes tan prolíficos y conmovedores  como éste "Out of The Blue". 

Nota: puedes escuchar las canciones en el bandcamp de Liquidator en cuya web también puedes adquitir una copia del doble vinilo.

Te invitamos a visionar el videoclip del tema "Same Old Song" extraído de este álbum. Dirigido por Joan Riera con iluminación de Sara Reig y foto de Alex Belza.    



Fallece Andy Newman de los Thunderclap Newman

Andy Newman
El 30 de marzo de 2016 se hizo público que Andy Newman, pianista británico había fallecido a los 73 años de edad. Nació con el nombre de Andrew Laurence Newman el 21 de noviembre de 1942 en  Hounslow, Middlesex. También tocaba otros instrumentos como el saxo, el corno inglés, el oboe, entre otros. Procedente del mundo del jazz y el dixie, formó parte de la banda  de popsike Thunderclap Newman, grupo creado en 1969 por Pete Townshend de The Who y Kit Lambert  para mostrar el talento  de John "Speedy" Keen,  Jimmy McCulloch y el difunto Andy "Thunderclap" Newman.   

Thunderclap Newman



John Keen, cantante y batería, fundó el grupo en 1969 con el guitarrista Jimmy McCulloch y el teclista, que daba nombre al conjunto, Andy “Thunderclap” Newman.  En ocasiones también tocaba Townshend el bajo con el seudónimo de Bijou Drains.  Keen había escrito el tema del disco de The Who “Sell Out”, "Armenia City in the Sky". 

Debutaron en el sello Track Records con el single “Something in the air”, tema escrito para la película “The Magic Christian” (1969) y que les llevó al número 1 en el Reino Unido. También  apareció en la película “The Strawberry Statement” (1970).  Se incluyó en su primer y único LP, “Hollywood Dream” (1969), también producido por el líder de los Who, con arreglos de cuerda de Ian Green.  

Thunderclap Newman
El disco contiene canciones de pop psicodélico compuestas la mayoría por John Keen, como  “Accidents”, “Wild Country” y “The Reason”, más una versión del tema de Bob Dylan “Open the door, Homer”.  En un principio no tenían previsto tocar en directo aunque al final lo hicieron por el éxito de la canción acompañados por Jim Pitman-Avery al bajo y el hermano de  McCulloch, Jack a la batería.  Tras algunos cambios, la banda se compuso de Newman (piano), Speedy Keen (guitarra rítmica y voz), Jimmy McCulloch (guitarra solista), Ronnie Peel (bajo) y  Roger Felice (baterista).
En 1971 se separaron tras no conseguir demasiado éxito con su álbum y algunos problemas internos.  Jimmy McCulloch formó parte de los Wings de Paul McCartney, y John Keen grabó en solitario sin demasiado éxito al tiempo que produjo a grupos como Motorhead.  Murió el 12 de marzo de 2002.  Ese mismo año, 1971, Newman grabó un disco a su nombre con el título de “Rainbow” y tocó varios instrumentos en el álbum de Roger Ruskin Spear, “Electric Shocks” (1972). 

Thunderclap Newman
En 2009 formaron de nuevo la banda Andy ‘Thunderclap’ Newman a los teclados, corno inglés, oboe, soprano…, David Buckley a la voz, Stefanos Tsourelis a la guitarra eléctrica, Brian Jackson al bajo, Antonio Spano a la batería, e István Deréky a la rítmica. En 2010 volvieron a tocar juntos Newman, con Tony Stubbings (bajo), Nick Johnson (guitarra), Mark Brzezicki (Big Country, batería) y Josh Townshend (sobrino de Pete Townshend, a la rítmica y voz).  

Docunento sonoro: 

El gran éxito de Thunderclap Newman,  "Something in the air". 

martes, 29 de marzo de 2016

Begoña Bang-Matu and The Shake it Up’s, emocionante soul entre síncopas en un Ep con Daddy Rude Records

Hablar de Begoña Bang-Matu equivale a referirse a una de las mejores voces femeninas de la escena jamaicana no solo en este país sino también a nivel internacional. Su versatilidad para hacerse suyos temas de ska, rocksteady, reggae, soul o jazz, ya sean propios o adaptaciones, más el excelente registro vocal  y la sensualidad de su canto,  caracterizan una trayectoria que arranca en los años ochenta y que llega hasta la actualidad con varios discos muy destacados ya sea mediante proyectos en solitario o bien integrada en bandas de referencia  como Malarians, Potato, y la Orquesta Kingston.  En este 2016, y de la mano del recién creado sello Daddy Rude  Records, nos presenta  un nuevo trabajo acompañada por los inefables The Shake it Up’s, (sección instrumental de los valencianos Ki Sap). Un sencillo en vinilo de 7” en el que se han incluido dos emocionantes canciones propias y dos geniales adaptaciones.  Cuatro temas que desprenden una calidez sensitiva sin parangón alguno y que nos permiten disfrutar de la voz intransferible de una Begoña en su mejor momento arropada por una banda que aporta una sonoridad con una ejecución genial no menos memorable.     

Trayectoria 

Begoña Bang-Matu
Begoña Bang-Matu nació en Madrid en el seno de una familia con raíces de la Guinea Ecuatorial y Ávila.  En sus inicios, a finales de los ochenta, cantaba en un grupo de R&B llamado La Noche de la Iguana con el que dio un par de conciertos.  Tras una audición en septiembre de 1993, entra a formar parte de los Malarians, grupo  madrileño de ska formado en 1986 que se llamó antes Ton Ton Macoute, y Guaqui Táneke, título de su primer álbum en 1991. Begoña graba con ellos un par de discos “Mind the Step”  (1996) y “Hotel Caribe” (1998) tras el que se separan en el año 2000.  Durante una gira por Italia conoce a los italianos Ramiccia con los que graba el disco “Ramiccia meets Begoña” en 1999. En esa época inicia su colaboración con los Potato, banda de sonidos jamaicanos y punk de Vitoria,  con los que graba los discos “PKO Original” (1997), el “Directo, directo” (1999), y “…como en sueños” (2003).


Begoña Bang-Matu
También formaría parte de la banda de directo de Laurel Aitken con el que graba su álbum en español en 1999. En el año 2002 colabora con Fermín Muguruza en la grabación de “Inkomunikazioa” y al año siguiente se integra en su banda de directo Kontrabanda.  Han contado con su arte como cantante otras bandas como Amparanoia, Arpioni, Skalariak, Skaparapid y Proyecto Secreto, destacando  en otros proyectos como  Jazz entre Divas.  Ya en 2001 graba su primer disco como líder con el título de “Magia Negra” (Liquidator Music) acompañada por La Orquesta Kingston,  en la que figuran músicos de jazz y antiguos miembros de Malarians como  Javier Giner 'Kodi' al bajo, Antonio J. Iglesias a la percusión,  Carlos Rossi a la guitarra, Alberto-Kiyoshi Fonseca Sakai al órgano, Marcos Monge Hernández al tenor, Javier Rodriguez al tormbón y Julián Ribero a la trompeta.  En 2005 ve la luz su segundo disco, ahora con el sello Brixton, y el título de “I’m thinking about you” en el que ya queda de manfiesto todas sus influencias que van del  jazz al reggae pasando por el rocksteady  y el soul.

Begoña Bang-Matu
Desde el verano de 2010 se afinca en Valencia y actúa acompañada por los valencianos  The Shake It Up’s ( alter ego de los Ki-Sap) y empieza a trabajar su tercer disco con músicos como Chiloe a la bateria y coros, Alvaro Rivas en el bajo, Mario García a la guitarra, Mario Díaz al teclado y piano, José Pérez al saxo alto, A-Cid al saxo tenor y Javi Rodríguez al trombon.  El disco sale en 2012 editado por Brixton y el título de “Have Fun”.  También formaron parte de la banda Don Ignatius aka Natxo Ciscar, o Dr. Jau aka Jaume M. Carbonell. 

Begoña Bang-Matu
Este nuevo Ep ha sido grabado por Pau Valero a la batería y percusiones, Javier Giner “Kodi” al bajo, Joan Escrivà a las guitarras, Mario Coloma a los teclados y piano, Rubén Martínez “Malibú” al fiscorno, Fran McCook al saxo barítono y tenor, más la colaboración especial de Payoh Soul Rebel en los temas “Just one Look” y “Ley Mordaza”. De la producción artística se encargó Kodi. Fue grabado en Turia, estudio  de Alfafar (Valencia) entre julio y septiembre de 2015 por Jordi Soriano. El diseño y la portada, con ese excepcional dibujo propio de cómics de serie negra,  es de Albert Val.  Se trata de una edición limitada a 500 copias que contó con la ayuda del micreomecenazgo.   El Ep tiene en su interior una hoja con un texto de presentación a cargo del responsable del sello.

Las canciones
 
Begoña Bang-Matu
En el año 1966 el  compositor  norteamericano de jazz y bandas sonoras, Johnny Mandel  y el letrista Paul Francis Webster ganaron el premio Grammy a la mejor canción del año por “The Shadow of Your Smile” tema popularizado por Tony Bennett  y versionado por otros como Barbra Streisand, Shirley Bassey, Sarta Vaughan, Ella Fitzgerald, entre muchas otras, incluso en español por Nancy Ames con el título de "La Sombra De Tu Sonrisa" o en clave jamaicana por Tommy McCook o los Fenicians. La adaptación de la banda, con arreglos de Kodi y McCook, aporta no solo la magnífica voz de Begoña, que crece desde una tesitura baja hasta expandirse con sensualismo exultante mediante una elevada carga de emoción sino también una excelente intervención del saxo tenor, como solista y contracanto,  y una no menos destacable sección rítmica impoluta con metales, guitarras y teclados exquisitamente discretos. En la misma cara A nos ofrecen un tema propio, con música y letra de Begoña, más arreglos de Kodi y McCook. Con el título de "My mate", se traat de un elegante y bailable ska con detalles de jazz y fraseos de soul. Excelente melodía que desgrana Begoña con un podería fascinante con, de nuevo, otro buen solo de saxo más detalles impecables de fliscorno, y un riddim que mantiene el pulso con una exactitud intachable.  

La cara B se abre mediante el tema "Ley Mordaza", con música y letra en castellano e inglés de Bang-matu, de nuevo con arreglos de Kody y McCook. Crítica descarnada a la ley de seguridad ciudadana que entró en vigor en 2015. Tema que nos recuerda al sonido 2-Tone más reivindicativo, con otra exhibición de lujo a la voz principal, al que la banda aporta unos pases latinos de piano, más esas llamadas oscuras de fiscorno, y una batería más bajo compenetrados a la perfección. Cierra el disco la brillante adaptación del "Just One Look" con arreglos de Begoña y el resto de la banda, Se trata de  un tema compuesto entre  Gregory Carroll y Doris Troy quien la grabó en  1963. Versionada por otros como The Hollies, Anne Murray o Linda Ronstadt,  incluida una adaptación reggae a cargo de Noel Brown, Donna Marie o Eddie Lovette, el cover de este disco resulta sublime y no solo por la tremenda forma de cantarlo sino también por esa perfecta combinación de ritmo y melodía que aporta este combo especialmente inspirado para conmovernos en sobremanera.

Reflexión final: 

Begoña Bang-Matu
Con solo un par de entregas hasta el momento, y esperemos que sean muchas más, el joven sello Daddy Rude Records ha sido capaz de despertarnos un enorme entusiasmo por múltiples razones.  Se trata a todas luces, de dos Ep’s con vocalistas femeninas de auténtico lujo como son Key Day y Begoña Bang-Matu, respaldadas por músicos de gran prestancia, con los que se logra reivindicar, una vez más, esos imperecederos sonidos jamaicanos de raíces sixties, así como la fusión bien entendida con otros géneros como el jazz, el soul, o lo latino, sin olvidar el indispensable papel de la mujer como principal protagonista.  Por todo ello, nuestro más elevado respeto y consideración que va más allá del aspecto musical y entronca con motivos socioculturales igual de importantes.  Del primero de esos Ep’s a cargo de Key & Board, te hablamos en la reseña que publicamos en su día y que puedes leer aquí; del magnífico trabajo de Begoña Bang-Matu & The Shake it Up’s es de justicia remarcar que no solo recupera a su solista como una auténtica  diva de la música jamaicana que es, sino que nos despierte la imperiosa necesidad de que su discografía aumente en próximas como necesarias entregas.  Arropada por una banda excelente, Begoña da rienda suelta, con esa facilidad sorprendente que le distingue,  a ese don natural con el que canta sumando recursos de varios géneros aprehendidos con su buen criterio durante su fructífera trayectoria. Un trabajo vocal exquisito ensalzado por unos minuciosos arreglos que contribuyen a fomentar una proyección comunicativa encomiable con la que logra estremecernos mediante ese poder de convicción que emana un indescriptible encanto.  

Nota: Puedes conseguir una copia del disco en esta dirección de correo: info@daddyruderecords.com

Muere Joe Skyward, aka Joe Bass, de los Posies y Sunny Day Real Estate

Joe Skyward
Joe Howard “Skyward”, también conocido como Joe Bass, nació el 3 de junio de 1947 en Cleveland, Ohio, y falleció el 27 de marzo de 2016 a consecuencia del cáncer que padecía. Fue bajista de grupos como los Posies o Sunny Day Real Estate, entre otros.  En los noventa colaboró y produjo a los barceloneses Parkinson D.C.

Se cambió oficialmente el apellido por el de Skyward  en 1995. El día después de graduarse en la escuela secundaria, se trasladó a California con un amigo, y después a la ciudad universitaria de Bozeman, Montana, donde estudió música. Allí tocó en un grupo progresivo instrumental,  llamado Collage, y trabajó en una tienda de discos. Después abrió su propia tienda Record and Skateboard Shop con Howard Productions. A finales de los ochenta se trasladó a San Francisco para trabajar para una agencia de reservas y, más tarde, a Seattle.  Bajista autodidacta, tocó  en bandas locales hasta que, un día, se le ofreció tocar el bajo en la banda Sky Cries Mary.  La banda firmó con Domination/Capitol Records.

Joe Skyward
A finales de 1994, Howard dejó la banda para ser el bajista de The Posies con quien grabaría dos álbumes,  “Amazing Disgrace” ( Geffen Records 1996) y “Succes” ( Popllama 1998).  En 1996 grabó con los barceloneses Parkinson D.C.  ‎el Ep “Green Bananas”  (Munster) y en 1997, les produjo y tocó en el disco "Still In Spain" (Houston Party). 

 Poco después dejó la banda Posies y substituyó a los bajistas de Sunny Day Real Estate, Nate Mendell (Foo Fighters) y Jeff Palmer. Tocó en el álbum “How It Feels To Be Something On” (1998). Durante esa época grabó su propio disco como “Skyward”. También trabajó como músico de session y grabó con los Walkabouts, entre otros.  Desde el cambio de siglo, volvería a tocar con sus grupos, se ha dedicado a la producción de música como un hobby, entre otros negocios como la compra de tierras en Costa Rica, donde construyó una casa.

Documentos sonoros:

Los Posies celebrando su 20 aniversario en 2008 con Joe Skyward al bajo.


Joe Bass grabó con los Parkinson D.C. ‎el tema que abre el Ep editado por Munster en los noventa,
 “Green Bananas”


Fallece el compositor Peter Anders, cantante de The Videls y The Tradewinds

Peter Anders
Peter Anders nació con el apellido Andreoli el 28 de abril de 1941 en Providence, Rhode Island, y falleció, a consecuencia del cáncer, el 24 de marzo de 2016 a los 74 años.  Cantante y guitarrista formó parte de los grupos de doo wop y pop como The Videls y Tradewinds, y formó pareja musical con Vincent “Vini” Poncia Jr. con el que grabó varios temas con sus nombre o para grupos de Phil Spector.  Entró a formar parte  del salón de la fama de Rhode Island en 2012. 

The Videls
Comenzó a tocar el ukelele a los cinco años y la guitarra a los nueve.  Sus primeros temas fueron canciones italianas tradicionales pero pronto se enamoró del R&B y el rock and roll a mediados de los años cincienta. En 1956, cuando aún estaba en la escuela secundaria, se unió al grupo de doo wop The Videls y al año siguiente, convenció al grupo para incorporar a un amigo, Vini Poncia, como vocalista, director musical y guitarrista. Se hicieron populares en la zona de Rhode Island y tuvieron un éxito local con el tema “Place in My Heart”  escrito por Anders y su mánager Jimmy Bouchard.  En 1960 tuvieron otro éxito mayor en las listas nacionales con el tema de Anders y Poncia, “Mr. Loney”. El resto de componentes eran Norman Marzano, Bobby Calitri, y Dino Amaral. 
The Videls



Peter y Vini se trasladaron a Nueva York para presentar sus canciones y, finalmente, Anders  entró en el negocio de composición. Doc Pomus le consiguió un contrato con Hill & music Gama. Con un contrato en la mano, Peter convenció a Vini para que dejara su trabajo en  Providence y se mudara a Nueva York para formar una sociedad de compositores. En 1962 Pete grabó singles con canciones como "Remember Me". Empezaron con una oficina en el edificio Brill, trabajaron para Phil Spector y en otoño de 1963, se trasladaron a California consiguiendo grandes éxitos para grupos como las Ronettes, con canciones como “The Best Part of) Breaking Up” y “Do I Love You?”.

En 1965, volvieron a Nueva York donde firmaron con el sello de Lieber & Stoeller, Red Bird y grabaron como  The Tradewinds canciones como  "New York's a Lonely Town" (1965) y "Mind Excursion" (1966). Ese año cambiaron el nombre por el de The Innocence , grabaron un album y sacaron sencillos con las canciones "There's Got to Be a Word!"y  "Mairzy Doats" (1967).  Sacaron otro álbum con el nombre de Anders & Poncia colaborando con Richard Perry para Warner Bros. Records en 1969. Después, el dúo se separó.  Uno de sus temas “Harem Holiday” fue incluido en la película de Elvis Presley, “Harum Scarum” (1965). 

Peter tuvo problemas con las drogas y durante los setenta Poncia trabajó intensamente con Perry y artistas como Ringo Starr, Melissa Manchester, Leo Sayer o KISS, entre otros.  Anders se trasladó a Inglaterra, donde dirigió la oficina de producción británica de Motown, pero duró poco.  Regresó a los EE.UU. y trabajó para Family Productions con los que grabó un álbum y escribió  canciones.  
En 1977 colaboró con el canadiense Neil Merryweather con quien grabó una nueva versión de “Mind Excursion” y tras una larga rehabilitación durante los ochenta, trabajó en el sector del automóvil y productos farmacéuticos. Ya en 1996 volvió a la música con el sello Tarragon, grabó una versión de los Videls y escribió temas con Ritchie Cordell, entre otros. 

A principios de los 2000, le fue diagnosticado un cáncer contra el que batalló durant todos estos años, al tiempo que creó un nuevo disco, “So Far”,  que salió en 2010. 

Documentos sonoros: 

"Mister Lonely", uno de los grandes hits de The Videls de principios de los sesenta.


 "Mind Excursion", tema de popsike de mediados de los sesenta, interpretado por los Tradewinds.


 "Year of the Twine", tema de rock and roll con tintes ácidos a cargo del dúo formado por Anders y Poncia. 



jueves, 24 de marzo de 2016

“Bang!”, excepcional compendio de música negra a cargo de Groovin’Flamingos con Waterbottles y Groovie Horns

Portada
Los nombres de las bandas obedecen a múltiples intencionalidades, que van de las  casualidades a las estrategias, ya sean colectivas o en forma de inspiraciones personales de alguno de sus componentes. Suelen o pretenden ser vocablos, frases, que resuman el espíritu y los propósitos de cada proyecto musical. Un ejemplo claro y preciso de la brillante  afinidad para encontrar el genérico más adecuado es, sin duda, la banda que te presentamos:  The Groovin’Flamingos. Con tan solo dos palabras, por otra parte tan sonoras como reconocibles, este fabuloso combo madrileño consigue homenajear por partida triple a algunos de sus máximos referentes.  Por una parte se refieren al Rat Pack, elenco de actores y músicos de gran nivel como fueron Frank Sinatra, Dean Martin, Sammy Davis, Jr., Peter Lawford y Joey Bishop, habituales en el escenario del famoso casino de las Vegas, el Flamingo. Por otra, nos recuerdan al club Flamingo del Soho londinense donde emergió el R&B británico de los sesenta, en especial aquellos que, como Georgie Fame y Brian Auger, aportaron tanto con el Hammond, y por último, un guiño evidente a los Flamin’Groovies que encarnan su faceta más beat.  De todos estos referentes y estilos nace esta formación que empezó en formato de cuarteto y que, con el tiempo, ha crecido con colaboradores de auténtico lujo con las voces de Waterbottles y los metales de Groovie Horns. Este 2016 nos presentan su segundo álbum llamado “Bang!”, editado por Sweet records, (sello de los Sweet Vandals), un extraordinario compendio de música negra,  con especial destreza para construir temas propios de R&B y soul, con toques de groovy, funk e incluso pop yeyé. 

Trayectoria 

The Groovin'Flamingos. Foto de su web.

Los Groovin’Flamingos son Juan Carlos Gómez “Gofer”, a la guitarra y voz solista: Miguel “Miki” Hernández III al bajo, Kike Blanco al Hammond y otros teclados; Eulogio “Yoyo” Bey a la batería y percusión, con la colaboración de Edu Jerez a la percusión, guitarras y teclados.
El grupo se forma en 2009 por "Gofer", guitarra y voz (Los Imposibles, Respect, ElkaSommers) y Kike (69 Revoluciones, Malbicho, Station Road, Las Cerdas). Luego se incorporan “Yoyo” a la batería (Insert Coin, Malbicho, Jean Bruce & The Fangs, Michelle & The New Spielbergs) y “Miki” (Mucho Mojo, Station Road, Impostores).  Tienen editado un single en vinilo con los temas “We Can Make a Deal / Surfaloo” (Lontano Records 2011) grabado en los estudios Funkorama de Madrid, con Carlo Coupé durante el mes de mayo de 2010. Fue masterizado por Ángel Álvarez.  Le siguió un Lp llamado “Hard to Believe” grabado en los estudios Funkameba de Madrid que sacó Discos Ibérico Soul (2013). 

The Groovin'Flamingos
Para este álbum han contado con la ayuda a los coros del trío The Waterbottles formado por Susana Rubio, Blanca de la Plaza, y Txato Martín, más los Groovie Horns, Javier Gª Olmedillas (saxo tenor), Juanan Rivas (trompeta y violín), y Costanzo Laini (saxo barítono).   Todas las canciones fueron compuestas y arregladas por Juan Carlos, Kike y la banda, excepto “Bang” cuya letra es de Ignacio García y “La Fina”, original de Rosendo Mercado, José Antonio Urbano y  Ramiro Penas de los Leño.   

El disco fue grabado en directo en los Estudios Minus Zero, producido por la banda y Edu Jerez, compositor y bajista de bandas como 69 Revoluciones y Taxi, quien lo mezcla y masteriza con Santi Quizhpe. Por lo que respecta al arte y diseño, con ese poderoso contraste de colores blanco, negro y rojo, y el título del disco emergiendo del maletero del coche, son obra de Eulogio “Yoyo” Bey y Gonzalo Jerez “El Selenita”.  En la carpeta interior se pueden leer las letras y ver algunas imágenes de los músicos.   

Las canciones 

The Groovin'Flamingos. Foto de su web
El disco se abre con “So long, my friend”, tema muy bailable con letra de despedida entre recuerdos de cuando éramos tan jóvenes, sin preocuparnos por el futuro… “pero ahora me tengo que ir, os echaré de menos y quizá nos veamos en el otro lado”.  Magnífica canción que arranca con una superposición de recursos soul interpretados con maestría desde la sección rítmica hasta las aportaciones vocales pasando por los riffs de guitarra, teclado y metales. Excelente compenetración entre las diversas cuerdas y, en especial, entre la voz principal y los coros, una de las principales señas de identidad de este original trabajo discográfico. Le sigue “Fantastic Sound”, corte en el que se critica la maniobra para comercializar “la voz cultural de una generación”. Tras el riff funk de guitarra emergen esas sensacionales voces femeninas y el indispensable órgano, que aporta magníficos momentos solistas a los que se añade la voz masculina principal.  Melodía envolvente que despierta los sentidos con una regularidad rítmica ciertamente fantástica. “Para algunos eres el rey, pero a mí no me impresionas”, nos cuentan.  A continuación nos ofrecen “Hold on, Little babe”, tema en el que reivindican el amor sincero al margen del mundo, del pasado, y de las preocupaciones.  Aquí nos conmueven con un despliegue de recursos melódicos sensacionales comandados por una voz solista femenina, más coros pop, con el apoyo esencial de órgano, más toques precisos de metales y algún que otro riff de guitarra eléctrica con unos compases finales muy sensuales que van creciendo paulatinamente hasta recuperar el motivo principal de la canción.    
   
The Groovin'Flamingos. Foto de su web
“Deeper” es un tema pasional en el que se mezclan frases ardientes en inglés y castellano como “Don’t kiss me again, Pachucho está caliente” o “Te vistes de enfermera, it’s not the Mardi Grass”.  Rumba, soulful, smashed potato… y a gozar con una canción muy rítmica en la que todos y cada de los músicos más las voces aportan exquisitas muestras de su talento ya sea de forma individual como colectiva, incluido ese guiño al “Yeh, Yeh” de  Georgie Fame.  Cierra esta cara “La Fina”, excepcional versión del tema de Leño al que aportan ese toque latino por medio del cantante. Una adaptación memorable en la que no faltan sorprendentes solos de órgano y guitarra para hablarnos de “una chiquita, mona o foca daba igual, sólo salió de su boca... me llaman la finita y no soy fina ni ná”. 

Waterbottles. Foto de la web de los Groovin'Flamingos
La cara B empieza con “Bang”, un disparo en la oscuridad entre secretos con dos personajes principales, Glenda y Rufus.  Otra maravilla de conjunción sonora destinada a las mejores pistas de baile en el que los arreglos generan una pasión desaforada con la que te invitan a moverte al ritmo de secuencias rítmicas preciosas, más descomunales aportaciones de metales y órgano dando cobertura a esos coros y voz principal tan bien conjuntados.  Para completar tamaño despliegue de grandiosidades musicales, atención a  “Do the Miguelito”, tema para amenizar a esas chicas que llegan a la ciudad para disfrutar de un nuevo “Groove” y quieren bailar con Miki quien, al parecer, domina unos excelentes pasos.  Gran despliegue de recursos de boogaloo con excepcional solo de trompeta reverberando en tu cabeza con suma maestría entre ritmos salseros.   

The Groovin'Flamingos. Foto de su web
Los encantos del baile latino sumados con la pasión del soul nos llevan hasta “Fumanchu vs. Zombies”, con chicas ansiosas de sangre, películas de serie B hechas realidad en las que aparece Paul Naschy, Iggy Pop fallecido y “tú, que eres la comida”. Un escondite divertido para estar a salvo de los zombies.  Canción ésta que parece arrancada de la BSO de alguna película lisérgica de culto. La banda nos anonada con esa tremenda versatilidad temática mediante cautivadores momentos finales psicodélicos, cargados de pasión sexual y dirigidos por una intervención de órgano de auténtico lujo acompasado, eso sí, con el crescendo de los coros con los que desembocan todos juntos en el motivo principal del tema.  A continuación escuchamos  el instrumental “Supermiriafiori Blanco” en el que el órgano litúrgico da los primeros pases que preceden a la entrada de este corte en el que el Hammond se luce con suma sensualidad dialogando con metales de genuino soul y guitarra eléctrica de perverso R&B entre momentos ye ye ejecutados asimismo con virtuosismo a raudales.   Y para acabar  el álbum, nos deleitan con  “Lo sabes, lo quieres”, la única canción cantada en español:  un divertimento final, de grácil melodía y ritmo cautivador, en el que corre la sangre en el sofá a raíz de esos viejos gustos que vuelven a aflorar. Relaciones en las que no faltan heridas, entre gritos, con mujeres vestidas para matar que te atan al mueble bar y se sienten happy.  Curioso contraste entre la luminosidad bailable y su hiriente letra. 
           
Reflexión final 

The Groovin'Flamingos. Foto de su web
Lo mejor de los Flaming’Groovies no es su evidente creatividad manifiesta en esa forma inequívoca de dar vida a magníficas canciones con enorme destreza instrumental y vocal; ni siquiera esa manera tan conjuntada de sonar que nos descubre un fascinante trabajo de banda, definido a base de múltiples ensayos y manifestado con gran prestancia en los aclamados directos. Ninguna de estas cualidades, que ya de por si son excepcionales, es lo más destacable de esta gran banda madrileña.  Hay algo más, algo que les distingue y les sitúa en los más alto de la efervescente escena de música negra que en los últimos años ha poblado los escenarios de un país como éste en el que no hace tanto nadie hubiera atendido a un grupo español emulando a las grandes formaciones de la Motown, del mismo modo que aquí, no hace tanto tiempo, al baloncesto no jugaba casi nadie por ser cosa de afroamericanos.  A mi modo de entender, lo más extraordinario de este combo madrileño es que su música desprende un fascinante poder de convicción que no sería posible sin la  humildad del buen aprendiz pero también con las indiscutibles ganas de crear un producto original, que deba lo justo, pero que aporte una visión propia con la que se perpetúe la leyenda de la black music, con el apéndice si se quiere de made in spain, al mismo tiempo que se forja la contemporaneidad de nuestra escena actual.  Obcecados en esa difícil tarea de aunar pasado y presente con el imprescindible propósito de asegurarse un camino de futuro, nos ofrecen un enorme trabajo de grupo, sin aspavientos que valgan y sin necesidad alguna de ínfulas, dando de si todo lo mejor ya sea en directo como en estudio tal y como demuestran en este disco llamado “Bang!”, onomatopeya que implica el disparo de sensaciones, a medio camino  entre la fiesta y la conciencia colectiva que nos procura un sonido verdaderamente fantástico.            

Nota: Puedes escuchar el disco en Spotify o adquirir una copia del disco en formato vinilo 12" y Cd en la web de la banda, aquí

Fallece el cantante jamaicano y productor Jimmy Riley

Jimmy Riley 
Martin James Ziggy Norman Riley, aka  Jimmy Riley,  nació el 22 de mayo de 1954 en Jonestown, Kingston, Jamaica, y falleció el 23 de marzo de 2016 en Nueva York a consecuencia del cáncer que padecía. Miembro de los grupos de rocksteady The Sensations y The Uniques, también colaboró con Sly & Robbie y tuvo una carrera en solitario con notable repercusión. Es padre del también conocido cantante de reggae Tarrus Riley.

Jimmy Riley creció en el distrito de Waterhouse de la capital jamaicana y asistió a la Kingston Senior School junto con Slim Smith. Cuando Smith tuvo éxito con los Tecniques,  Riley albergó la esperanza de unirse al combo pero se limitó a ayudarles con las armonías.  

The Sensations
Se decidió por formar su propio grupo, The Sensations con Cornell Campbell, Buster Riley ( hermano del Tecniques, Winston Riley), y Aaron "Dego" Davis.  Hicieron una audición para el productor Arthur "Duke" Reid, y el grupo tuvo a mediados de los años sesenta éxito con los temas "Everyday is Just a Holiday" y "Those Guys". Tras salir de la banda en 1967 se unió a Slim Smith y Lloyd Charmers en los reformados Uniques, consiguiendo grandes éxitos como "Watch This Sound" (1968) y "My Conversation" (1968). Ese mismo año grabó temas como "Great '68 Train" con The Three Tops grupo vocal formado con  Dion Cameron y Orville Robinson.

Jimmy Riley 
Cuando se separaron los Uniques, Riley grabó inicialmente en solitario para Bunny Lee antes de ir por su cuenta de forma independiente.  Comenzó a producir sus propias grabaciones entre otros artistas como Slim Smith y Delroy Wilson.  Durante los setenta tuvo varios éxitos con canciones como “Tell The Youths The Truth", "Nyah Bingi", y "Clean up the Streets". Continuó triunfando en los ochenta trabajando con los grandes Sly Dunbar y Robbie Shakespeare de Taxi producciones. En los setenta también formó parte de los Sufferes de Lee Perry.


Jimmy Riley 
Desde finales de los setenta hasta mediados de los ochenta vieron la luz sus discos “Majority Rule” (1978); “Showcase. Makossa International Records Presents Jimmy Riley" (1978), “Rockin Reggae” (1978); “Tell The Youths The Truth” (1981), “Rydim Driven” (1981); “Put The People First” (1983), “Magic” (1984), “Let Me Love You” (1984); “World For Everyone” (1985); y “Give Love A Try” (1986). En 1983, Riley llegó a los más alto de las listss de reggae inglesas con la versión del tema de Marvin Gaye "Sexual Healing". A finales de los ochenta se trasladó a Miami, donde se alejó durante un tiempo del negocio discográfico para volver a Jamaica a principios de los noventa. En 1995 salió “Love Fa Real” al que siguieron “Attention” (1996); “Rock On” (1998); “Love Canticle” (2000); “Hard Drive” (2002); “Only Jah Can Be Trusted” (2006); y “Loving You” (2011).  El éxito de su hijo Tarrus dio un impulso a su carrera.  Actuaron varias veces juntos y en 2008 sacó un disco titulado “Sly & Robbie Present Jimmy Riley Pull Up Selector”. En septiembre de 2013 se publicó el disco “Contradiction” que contó con la colaboración de Tarrus, Sizzla, y Fantan Mojah. 

Documentos sonoros: 

The Sensations y el tema "Everyday is Just a Holiday" a mediados de los sesenta. 


"My Conversation" de los Uniques a finales de los sesenta.  


“Tell The Youths The Truth" cantado por Jimmy Riley en los setenta 


"Love & Devotion" de Jimmy Riley en los ochenta.


Jimmy Riley en 2010 con "Across the river"
 



miércoles, 23 de marzo de 2016

Los Bélmez y “El novio de la muerta”, pop tan fundamental como el evangelio primitivo y el anarquismo utópico

Portada
Tras leer la proclama tan impactante que figura en la portada del tercer álbum de los Bélmez, como si se tratara de la notica principal en un periódico desvencijado aunque atemporal, cualquier amante de la música, o la parapsicología si procede, sabe a ciencia cierta que puede esperar de tan magna obra de lo bueno, lo mejor. Su nuevo disco se presenta bajo el título genérico de “El Novio de la Muerta” (Espora Records 2015) y contiene 11 temas fascinantes,  repletos  de recursos musicales y líricos  propios e inimitables. En sus cautivadoras canciones nos confiesan  “pecados”, tal y como ellos mismos los definen,   que a nuestro entender resultan  tan estremecedores como  divertidos a la par que  reflexivos. Una banda en continuo estado de gracia que convierte la mutación por obligación, en un placer inimaginable donde tienen cabida retablos escabrosos de  nuestra tan arraigada tradición esperpéntica nacional.  Seres y enseres que se mezclan en este deslumbrante proyecto de pop donde enlazan la eterna postguerra, que todavía sufrimos por culpa de la “transición”,  con su nuevo modernismo, que aún no es corriente de pensamiento porque a la mayoría les falta la capacidad de entenderles en toda su magnitud, que no es poca. pero que algún día lo será, o eso esperamos una minoría inteligente.
Trayectoria

Los Bélmez. Foto de la web de Espora 
Los Bélmez son actualmente Jonatan Uria a la voz, Carlos Ordinas a la guitara, teclados y coros, Jaume Ramón al bajo, Ginés Fernández a la batería y percusiones, y Jonás Salvador al saxo.  Se forman en el año 2012 en Palma de Mallorca por conocidos miembros de varias bandas de la escena balear.  El nombre lo toman del municipio Bélmez de La Moraleda (Jaén). Se trata de Jonatan Uría a la voz principal, también conocido por anteriores proyectos como MacCarthy,  Prenatal  o Monta-man, activo desde 2008, con la colaboración de Andrés Palacios a la guitarra, responsables de numerosas maquetas de culto como "Versiones travestidas" , "Dudas raonables", ambas de 2008; "Unisex (2009); "El síndrome de la isla" y "Las Chicas del Ayer" (2010); "El daño ya está hecho" (2011) y "Centroeuropa" (2012).  El resto de los Bélmez son Carlos Ordinas (Astrolabio), Ginés Fernández ( Neotokyo, Doctor Martin Clavo) quien substituyó en 2013 a Tuti Bezares a la batería (Hattori Hanzo), Jaume Ramon (Astrolabio) y Jonatán Salvador "Jonás" quien procede del ámbito de las orquestas clásicas. También formaron parte del proyecto Alberto Diarian  (Petröleo).
Los Bélmez. Foto facilitada por la banda

Debutaron en 2013 con el disco "Españoladas" (2013) que incluye 10 temas compuestos, grabados, mezclados y producidos por Los Bélmez entre Palma y Sineu. Se trata de la primera referencia del sello Polo Discos y fue grabada por Alberto Bélmez (guitarra y coros); Tuti Bélmez (batería); Carlos Bélmez (bajo, teclados…); y Jonatán Bélmez (voz principal).  Su segundo trabajo, también con la misma discográfica, lleva por título "Centinela de Occidente" (2015). Contiene siete temas grabados, por los mismos músicos a excepción de Tuti que le substituye Ginés, en el verano de 2014 en los estudios "Special Forces Rock and Roll".  Puedes leer nuestra reseña de ese disco aquí

Los Bélmez. Foto de la web Espora Records
El disco “El Novio de la Muerta” fue grabado entre enero y septiembre  de 2015 en Special Forces Rock’n’roll Studios de Palma de Mallorca. Se mezcló y produjo por el propio grupo  en Spectra Lab’15, Secar de la Real, y se masterizó en Hay Zeelen Mastering de Santanyí.  Aportaron coros en varias canciones David “Sucedáneo”, Laura Dalmau, y Coral Ca’n Valero, así como guitarras Juanmi Bosch y David “Clavo”. El diseño gráfico es de Tià Mas con ese propicio combinado de las letras escritas con máquina de escribir y espeluznantes fotos antiguas. El disco vio la luz el día 23 de febrero de 2016, una fecha no premeditada que, fruto del destino, les entrelaza con la historia negra de este país.    

Las canciones 

Los Bélmez. Foto facilitada por la banda
El disco se abre con esos “Chicos Malos” precedidos por un marcado ritmo de batería que da paso a la sólida formación de guitarras, más detalles de teclados, que perfilan un tema de power pop con detalles de “garage” y “soul ” en el que queda claro que “ya no tenemos edad, ni remedio. Nacimos para bailar y moriremos solteros”.  Añádele un espeluznante solo de guitarra ácida que completa una espectacular muestra de combinación rítmica y melódica. Sin ligar a dudas, “los chicos malos no cambian”.  Le sigue “Todas las noches”, corte  para aquellos que “pasarán la eternidad despiertos”. Ritmo más pausado, con elegante y sugerente melodía, para un tema magníficamente interpretado a dos voces. “Le he puesto fecha al último día de mi propia vida” nos cuentan antes de descargar en una amalgama de sonidos hirientes y un estribillo final fascinante… “todas las noches despierto… “.

Los Bélmez. Foto facilitada por la banda
“Nubes de mosquitos” es otra exquisitez sonora en la que las guitarras y la voz principal más una constante batería nos conmueve  con esta canción desgarradora  en la que “alguien apareció entre las nubes de mosquitos sobre los charcos y te hizo mucho daño”.   Con “Tramuntana” van de los cariñoso a lo destructivo en apenas un par de versos: “tumbados en la hierba,  mi cabeza en su pecho, escuchaba en silencio… se cortó el cuello con un cable de acero”. Canción de post punk ciertamente siniestra “como dos perros royendo el mismo hueso”. Imágenes y momentos solistas espeluznantes “con las nubes en el cielo formando un cementerio” más una parte final instrumental de órdago. 

Los Bélmez. Foto faciitada por la banda
En el siguiente corte adquieren  protagonismo la batalla de Annual. Quién  vengará, se preguntan,  a los muertos de esa grave derrota militar española ante los rifeños el 22 de julio de 1921 durante la Guerra del Rif. Momentos de pop poderoso con guitarras ágiles y rítmica precisa para dar cuerpo a una canción con la que piden “más gallardía y menos llorar”, como muestra irrefutable del talante bélico de este país. Y es en ese espacio de “preguntas sin respuesta” se refieren de nuevo a nuestra oscura historia en la canción “La Piel de Toro”. Fascinante elegía en la que un ser supremo mancha su apellido y se erige como el responsable  de todos los muertos, de las fosas comunes de los dos bandos, “entre las tumbas de los sin Dios y sobre las cruces de mármol…Infamia y rencor en la sangre que nunca absorbió la piel de toro”.  Impactante lírica para una canción penetrante, con trenzados de guitarra y detalles de saxo,  que transmite una aparente calma entre “ametralladoras, bayonetas y bombas incendiarias” mientras brilla el sol, ese sol tan español.  


Los Bélmez. Foto facilitada por la banda
“Radiante” tiene vocación de éxito de amor adolescente con  “mujeres que buscan el infierno”. Otra maravilla melódica que irradia felicidad ácida.  “Ayer me arrancabas los besos. Hoy no sé si eres el espejo en el que deseo volverme a mirar”.  Magnífico solo de guitarra, una gran voz principal  y crescendos  fascinantes conforman un tema que perdurará “cuando esto se acabe”.  En los “Pobres de la Patria” recuperan su vertiente más hilarante a la par que insidiosa para referirse a los “pobres y tontos, los pobres de la patria que aún no han desayunado y les rugen las tripas mientras el profesor explica geometría… con las espaldas ensangrentadas… pecando de pensamiento ”.   Tempo cortante, de vocación marcial, que nos lleva a “Ahora mi chica”  reclamada por Dios quien la arranca de nuestro lado para convertirla en su esclava entre ritmos tribales y primitivos de bajo y batería más guitarras percutiendo en nuestras sienes  rompiendo  el silencio para desembocar en una canción que no se desentonaría entre lo mejor del post punk de principios de los ochenta.  Espeluznante recitado devoto con guitarra afilada de fondo.


Los Bélmez. Foto facilitada por la banda
“Chaval” es el penúltimo tema de este fantástico disco en el que su protagonista nos habla de esos ex “chavales” que antes iban de porros y litronas y ahora les entran a las cuarentonas del Populart… con el estigma de los divorciados tatuado en el alma”.  Monumental combinación de arreglos poderosos que nos transmiten una fuerza con el dedo acusador para aquellos que aún se creen unos jóvenes antisistema pero que ya no lo son. Acaba el disco con el ritmo bailable de “Noventa euros”, “el precio de una paliza” en España. “Con  una multa puede quedarse todo arreglado, tú en urgencias y yo cenando con mi abogado… así es la ley, resulta barato patear tu culo, romper tu jeta si no me haces caso”. Un final  instrumental con la banda muy inspirada cierra este magnífico trabajo discográfico de los Bélmez y nos deja múltiples temas con los que reflexionar a ritmo del mejor pop posible.

Reflexión final 

Los Bélmez. Foto de su facebook
Los Bélmez podrían encabezar una auténtica renovación artística, como gurús y maestros de un pop atemporal en el que tengan cabida exquisiteces sonoras como las suyas con las que musicalizar nuestro pasado más esperpéntico, entre batallas perdidas, salvadores de postín, y ese eterno rencor fraternal que aún nos mediatiza política y socialmente.   Ellos mismos confiesan que el título de este su tercer trabajo discográfico iba a ser “Ya hemos pasao”, como aquel cuplé que invadió la España de postguerra, ridiculizando el “No pasarán” de los vencidos”.  Al final decidieron cambiarlo “porque sonaba demasiado festivo. Y ya está bien de coñas y de bromas”.  Pero eso no implica que el genio de estos mallorquines se desentienda del sarcasmo, porque es ahí donde hallan su inspiración para explicar sus elegías como nadie lo hace.  Luego las visten con melodías cautivadoras, ni excesivamente luminosas, ni terriblemente oscuras. El resultado es un trabajo único y sensacional, que se entiende al margen de quejas generacionales porque resulta una banda sonora ideal para explicar  nuestra realidad histórica de cuyos polvos, vienen los lodos que conforman tanto la realidad sociopolítica española como el devaneo existencial cotidiano de todos nosotros.   
        
 
Nota: Las fotos que ilustran esta reseña son de Marcelo Víquez de los PreNatal y Pepe.

Puedes adquitir uns copia del disco en la web de Ediciones Espora o en el facebook del grupo Los Bélmez.  Las canciones también se pueden escuchar en el bandcamp de la banda aquí.  

El 9 de abril de 2016 se presenta en Madrid el sello mallorquín Espora Records con el directo de tres grupos de la discográfica: Los Bélmez presentando su más reciente creación “El novio de la muerta”;  los neo psicodélicos The Wheels con su disco “Born to fly· (Fame of Sound, 2015) y Astrolabio, proyecto de iIndie rock presentando “Carretera Serpiente” (Espora  2015).  Empieza a las 21:00 horas en la Sala El Sótano.  Entradas: 10€ - Anticipada: 8€ en ticketbell.com. Más información aquí.  


A continuación puedes ver un videoclip del tema "Tramuntana" grabado, dirigido y montado por Olivia de Happyland, en Happyland.