Portada de Zarzo |
Puedo aseguraros que mientras los Altragos existan, el rock
and roll seguirá vivo y con excelente estado de salud. No he conocido grupo con
más actitud que la de estos cuatro músicos castellonenses que, además de tener
entre manos un proyecto de “garage” con el que acaban de autoeditarse un
fuzzcinante Ep, organizan el prestigioso festival Sant Antoni Pop en Betxí, municipio
de la comarca de la Plana, con cerca de seis mil habitantes, que el pasado 23
de enero de 2016 celebraba nada menos que su décimo aniversario con un cartel
de lujo a nivel internacional. El
single cuenta con cuatro composiciones propias que desprenden una fuerza
descomunal a base de guitarras descerrajando “altraguismo” a raudales entre
instrumentales contundentes y canciones
cantadas con pasión “obsesiva” y “Poco Amor”.
Canciones de auténtico “Rugido Sónico”, que así se titula de forma
genérica el Ep, para ayudarte escapar de la
rutina, ese “tóxico lugar” en el que seguro que “no quieres estar”.
Trayectoria
Los Altragos. Foto: Antonio Serna |
En Circo Perrotti con Jorge Explosion |
El disco fue grabado y mezclado en los Estudios del Circo
Perrotti de Gijón en junio de 2013. Jorge Explosión colaboraría también en la grabación
de los coros. En el diseño de la carpeta, podemos disfrutar de los dibujos de Zarzo, quien conocerás por
sus trabajos con otras bandas como los Five Fingers With Parasol. En el artwork
destaca un vistoso pedal de fuzz, pisado con garra, como componente esencial de la vistosa composición gráfica que conforma una
explosión de “rugidos sónicos”.
Las canciones
Los Altragos en el Wáchina 2016. Foto: Ivylot_ |
Empieza el Ep con una cascada salvaje de bajo que desemboca
en la contundente entrada rítmica, incluido ese riff posesivo “garajero” de la
guitarra que aportará unos cuantos buenos solos a las seis cuerdas. A destacar también la tremenda voz principal apoyada
en el estribillo por los no menos esenciales coros. “Escalofríos, gritos estridentes, zumbidos,
entre una multitud de seres extraños… ayúdame a escapar, quiero marcharme de
este tóxico lugar y no volver jamás… “. “No quiero estar aquí”, que así se llama este
excelente tema de atractiva melodía y poderoso ritmo, sirve de magnífica carta
de presentación para un grupo capaz de tocar varios palos en el apasionante
mundo del rock and roll. Como muestra de su versatilidad, óigase el corte con
el que cierran la cara A: un instrumental llamado “Altraguismo”. Toda una
exhibición de recursos sonoros muy bien ensamblados, desde la enorme guitarra
solista hasta el persistente bajo y la inquebrantable batería construyendo un
recorrido de punk surf and roll.
Los Altragos. Foto: Ivylot_ |
Ya en la cara B, nos enteramos de su “Obsesión”: “estoy
embalsamado, nada tienes que temer, desde este agujero frío y solo… todo por
una obsesión… no me cansaré de esperar”.
Descarga rabiosa de fuzz con momentos de beat entre solos de guitarra, estremecedores.
La banda genera hábiles tensiones con
las que procura “crecendos” de lujo que explotan en el estribillo y en esos
coros finales tan poderosos. Termina el
disco con “Poco Amor”, otra andanada
pasional en la que no faltan ninguno de los recursos del mejor “garage punk”
entre arreglos que profieren ráfagas de guitarras en estado de gracia dando
forma a momentos sublimes cercanos a la psicodelia más hiriente. Mención
especial también para ese bajo percutiendo generoso más la extraordinaria batería
que marca el tempo sin momentos de respiro que valgan. Por encima de todos
ellos, una voz principal, a la par que guitarrista rítmico, desgañitándose con
una fuerza encomiable para describirnos esta historia de amores complicados,
con el corazón vacío cuando “nada queda entre los dos”, ordenando recuerdos,
“reconozco mis pecados y mis error, deja ya de atormentarte”.
Reflexión final
Los Altragos. Foto: Antonio Serna |
Los Altragos son una auténtica lección del enorme valor comunicativo y la consistencia
artística que comporta el rock and roll como actitud creativa y vital frente a
la realidad cotidiana. Mientras oigo sus
canciones, me los imagino ensayando tras la jornada laboral, en la que estarán
más o menos a gusto, o maquinando en el
bar del pueblo cómo organizar, un año más, un festival internacional como el
Sant Antoni Pop en un pueblo, no lo
olvidemos, de tan solo unos seis mil habitantes. Si pienso en esas dos situaciones, no puedo
más que admirarles profundamente, más aún si cabe cuando les comparo con todos
aquellos que se quedan en sus sofás viendo la tele o se emborrachan en el bar
de al lado de un concierto alegando que el rock está muerto y ya no vale la
pena, porque no hay relevo generacional o no sé cuántas sandeces más. Encima, este cuarteto no solo puede presumir
de actitud, palabreja recurrente que en
boca de algunos más bien parece una pócima mágica a punto de agotarse,
sino que con sus canciones originales y su destreza instrumental, no tienen
nada que envidiar a nadie. Mediante sus arreglos
poderosos y enérgicos, desprenden pasión e imaginación en abundancia al tiempo
que invitan al baile desenfrenado y liberador; cualidades inequívocas que no
solo se evidencian en disco sino que explotan con toda su magnitud en sus
aclamados directos. Amigos y amigas,
creo que a todos y todas nos hace falta una sesión urgente de “altraguismo”, y
por ello resulta imprescindible que les escribas cuanto antes para conseguir
una copia de este magnífico Ep repleto de “Rugidos Sónicos” con los que te
aseguro que se te pasarán todas las tonterías posibles.
Nota: Estuvimos en el directo ofrecido durante la quinta edición del Wáchina 2016 y aquí puedes leer una reseña del concierto.
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