lunes, 7 de marzo de 2016

Los Balloon Flights crean su original "Staten Island" con canciones eufóricas y pasionales

Portada
Tras un par de entregas autoeditadas entre 2004 y 2011 que les situaron entre los grupos de punk rock más sorprendentes de nuestra escena, los castellonenses Balloon Flights superan un silencio discográfico de media década mediante un nuevo trabajo ciertamente memorable. Con la ayuda de cuatro sellos, no menos esenciales, como son No Tomorrow Records, Torreznetes Entertainment, Rufus Recordings y  Kid’s Not Follow, más la distribución en el Japón de SP records, han editado un descomunal disco que contiene siete canciones, eufóricas y pasionales, con las que resultan más convincentes, enérgicos e imaginativos que nunca. Mediante melodías que ponen los pelos como escarpias y ritmos que te engullen como un huracán de sensaciones, dentro de la más alta categoría de fenómenos artísticos, la nueva entrega de este power trio reproduce en la mejor de las condiciones posibles el trabajo meticuloso y cautivador de una banda que arrastra tras de si a un ingente club de fans irreductibles, acercándoles al éxito que bien merecen en un mayor y más amplio espectro comercial. Bajo el título genérico de “Staten Island”, distrito metropolitano de la ciudad de Nueva York, acaba de salir al mercado discográfico este pasado mes de febrero de 2016  en formato de vinilo  12” a 45 rpm, y en Cd.  A continuación te explicamos algunas de nuestras impresiones ante tamaña exhibición de monumental talento para crear ardiente rock and roll desde múltiples visiones.                                                                                   

Trayectoria

Balloon Flights. Foto: Yasmina Diego
Balloon Flights son actualmente Pablo Beltrán (guitarra y voz), Juan Mañas (bajo y Voz) e Israel Adelantado (batería, ex Shock Treatment, Prototipes y Telepath Boys) quien reemplaza a anteriores bateristas.  La banda se forma en Castellón a principios del 2004 y dos años después,  2006, graban su primera maqueta con tres temas. Ya en julio de 2009 perfilan  su primer EP, con seis  canciones, en los Rockaway studios de Coky Ordoñez (Shock treatment, Depressing Claim, Reactivos). Con el título de “Is this Shit?”,  se lo autoeditan y se encarga de la distribución a nivel nacional  los castellonenses No Tomorrow Records más el sello japonés SP Records. 

Consiguen buenas críticas y presentan el disco en varios escenarios del Estado. Su siguiente álbum se llama “Tales From The Basement”. Fue grabado en 2011 en los mismos estudios con Coky Ordoñez y Alberto Ruiz,  y distribuido por las mencionadas discográficas. Contiene ocho temas originales.  
Su nuevo disco fue grabado, producido, y mezclado en los Rockaway Studios de Coky Ordoñez en Julio de 2015 y masterizado en septiembre del mismo año por Raúl Artana Mastering.  Los arreglso de cuerda son de Cocky, Raúl y Pablo. Nuria Mateo aporta coros en el tema “Maybe You”.  El artwork, obra de Xavier Calvet (Brotx Graphic Desing), destaca por esos dibujos de línea clara de la gran ciudad con el puente de Verrazano-Narrows y la New York Wheel, la que será en 2017 la noria más alta del mundo.  Se incluyen fotos de Yasmina Diego en la carpeta interior donde también se pueden leer las letras. 

Artwork by Brotx Graphic Desing


El disco ha sido editado por No Tomorrow Records, de Javi Ordóñez, sello castellonense que regresa como tal al mundo discográfico, los Torreznetes Entertainment con componentes de los Sugus, los alicantinos Rufus Recordings, de Marta Margalef con el malogrado Paco Rufus en cuya memoria está dedicado el disco, y Kid’s Not Follow, sello que han creado Juan Mañas y Pablo Beltrán, bajista y guitarrista del grupo respectivamente.

Las canciones

Balloon Flights. Foto: Yasmina Diego
El disco se abre con “Brains”, tema en el que ya muestran  una enérgica puesta punto a base de guitarras que perforan el silencio con descargas de riffs y acordes hirientes combinados con una rítmica vigorosa  que ensalza la portentosa voz principal arropada por coros de puño en alto. Canción de deseos no cumplidos, entre sueños, de rechazo sentimental, hecho pedazos, “voy a perder la cabeza”.  Le sigue  “Up to the end” en el que reivindican su interés por  luchar  hasta el final, aunque no haya una multitud tras ellos, tras años de “dolor de cabeza”.  ¿Realmente tienen lo que se merecen?.   Canción enorme que discurre a gran velocidad contenida por una extraordinaria sección rítmica de bajo y batería, sobre la que emergen guitarras valientes, poderosas, surcando el espacio con riffs emocionantes y recorridos ácidos, con un solo que pone los pelos de punta. Y por encima de esta amalgama de fantásticos recursos, la voz principal ruge con enorme profesionalidad, despertando conciencias y generando una empatía tremenda cercana al desgarro.  

Balloon Flights. Foto: Yasmina Diego
Con “Breathe”, siguiente canción, la banda cabalga  “intentando respirar, para luchar, tratando de decir simplemente una mentira más… perdona que quisiera hacer el amor contigo... estoy preparado para irme… he conseguido la confianza en mi juventud perdida”.  Magníficas guitarras descerrajando  con la complicidad de bajo y batería y esa voz principal que nos lleva al estribillo con unas ganas de saltar hasta tocar el techo con la cabeza. Más momentos solistas, en forma de diálogos entre guitarras, culminan este extraordinario tema que resulta convincente incluso con solo bajo, batería y voz.  Cierra la cara A, ese tremendo  “Josh Fury”, tema de puro inconformismo: “todo parece estar bien, esta ciudad es tan agradable para tocar… ¿porque estás perdiendo tu juventud?.. es entonces cuando todo está bien, que me odio”. Con un leve recuerdo al grunge más punk, enseguida retoman su estilo particular con ese poderoso bajo marcando el paso mientras se oyen disparos eléctricos dirigidos a nuestras mentes con una precisión magistral.   
    
Balloon Flights. Foto: Yasmina Diego
La cara B arranca con “Looking back”, canción en la que la banda se implica en un imponente revisión de los deseos para enfrentarse al orgullo cuando se deciden los sentimientos con el propósito de tomar las decisiones más acertadas.  Musicalmente tiene un arranque de powerpop decidido que se entrelaza con recursos de hardcore emocional. El resultado es una canción de melodía cautivadora perfilada con unos arreglos que torpedean los miedos con una furia resuelta. Coros que levantan el ánimo pero también el puño en alto se mezclan con guitarras concluyentes y percusión profusa. Cambios de ritmo, traqueteo eléctrico de lujo, y una voz principal espeluznante convierten esta canción en una maravilla sin parangón alguno.  Al siguiente corte le precede un diálogo de la película de los Goonies (1985): uno de los jóvenes pretenden confundir a Rosalita, empleada doméstica, traduciendo mal una orden de la Sra Walsh y convirtiendo los enseres que debe guardar en drogas que “nunca deben mezclarse”.  El tema se titula “Understand”  y aquí se refieren a las relaciones tormentosas difíciles de entender.  Canción que transmite una pasión a raudales no solo con la entrega vocal sino también mediante esa descarga ininterrumpida de guitarras apoderándose del espacio sonoro con varios dibujos robustos e imaginativos. 

Balloon Flights. Foto: Yasmina Diego
Acaba el disco con la impresionante “Maybe you”, tema más relajado pero no por ello menos pasional, toda una confesión personal:  “…estaba jodido aquella noche, cuando bebíamos juntos…  ella lo era todo para mi esa noche, mi luz, mi estrella”.  Toda una maravilla de pop poderoso,   con acordes grandiosos y punteos fascinantes escoltando a la palpitante melodía principal. Una canción final en la que se suma todo lo mejor de una banda cuyos componentes emergen mediante  singulares aportaciones instrumentales con las que consiguen uno de los momentos más grandiosos y emotivos de este disco que toca a su fin.       


Reflexión final


Balloon Fligjhts grabando Staten Island
En la web  norteamericana This Way On Bay, de información turística, social y cultural de Staten Island (New York) están muy honrados que el nombre de su isla dé título a un disco español de punk rock del que no pueden aportar gran cosa porque no han encontrado mucha información en inglés. Tan solo se muestran un tanto extrañados por los motivos y por esos pinos que rodean a la noria de la contraportada porque, al parecer, son una licencia del artwork, por otra parte magnífico a nuestro entender.  Quizá los de Castellón hayan escogido el nombre por la condición de aislamiento que implica toda isla e incluso por similitudes con su propia ciudad ya que se trata de un espacio residencial  que el Ayuntamiento neoyorquino pretende revitalizar a nivel turístico.  Más allá de los motivos que hayan impulsado a la banda a escoger el título de este álbum, tras una atenta escucha de las siete descomunales canciones que lo componen, estoy convencido de que tu cuerpo generará una cantidad ingente de adrenalina con la que podrás remontar hasta límites insospechados incluso los momentos en que te encuentres más derrotado. La combinación de melodías envolventes y rítmica poderosa, surgidas inequívocamente del alma y la destreza de sus artífices, llegan hasta el oyente con una facilidad pasmosa creando un estado de euforia y un éxtasis vital que las convierte en parte ineludible de la banda sonora de cualquier oyente con un mínimo de sensibilidad y unas ganas irreductibles de disfrutarlas, en su máxima esencia, bien sea en directo o en la intimidad del hogar.

Nota: Puedes escuchar los temas en el bandcamp del grupo o en el de Rufus Recordings donde tambiñen podrás adquirir una copia.      



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