viernes, 28 de julio de 2017

The Hollers te inflamarán el alma con su “I'll Do the Talking”, un brillante Lp de ardiente punk blues

Lp Foto: Errefotografía
The Hollers son de esas formaciones de las que muchos han aprendido, incluso aprehendido, en los últimos años, en especial entre aquellos dúos de guitarra, voz y percusión, que han explotado los recursos del rock and roll más salvaje. Pioneros en muchos sentidos, sus canciones aúnan fortaleza e imaginación, mediante un absoluto conocimiento de causa y un dominio meticuloso del género. Su ardiente y visceral creación se completa con una interpretación demoledora en directo y una grabación exquisita en los Hollers Analog  Studio donde tantas bandas han encontrado lo necesario para brillar en su “máximo” esplendor.  Se trata de un dúo que genera un amplio planteamiento sonoro que va del primitivismo del blues a la andanada del punk pasando por la inmediatez del “garage” más oscuro.  Acaban de editar este 2017 un Lp ardiente con el título genérico de “I’ll Do The Talking” con las discográficas Folc records y Ghost Higway recordings.  Un disco impecable que consigue ir más allá de todo lo conocido; de ahí, ese título genérico que se nos antoja tan contundente: ahora les toca a ellos hablar  mientras todos los demás vamos a escucharles atentamente.     

Trayectoria

The Hollers 
The Hollers son Max RB (Máximo Ruiz Bandera), a la voz, guitarra, armónica, teclados  y Salva H. (Salvador Higuero) aka Howlin Sal a la batería. Se formaron en el año 2005 en Málaga.  Pioneros del punk blues, graban en los míticos Hollers Analog Studio de Máximo, y publican en 2009 con Monterrey un split con Little Cobras, en el que aportan los temas “Sinking Low” y “Soul Between Your Legs”.  Le sigue “Holler's Stomp”, Ep autoeditado.  Ya en 2013 recopilan sus grabaciones  con el título de “Forgiven But No Forgotten: Early Recordings” en el que aparece, en algunos temas, Paco Cloud de The Blackberry Clouds quien aporta órgano.  Ese mismo año aparece una grabación en directo grabada en el Velvet Club, de Malaga, el 4 de abril de 2009 con la participación de Paco. “I'll Do The Talking”, su primer larga duración, ha sido coeditado por FOLC Records y Ghost Highway Recordings. Fue también  grabado en su propio estudio, The Hollers Analog Studio.  Las fotos son de Errefotografía y el diseño de Cristóbal Jiménez Trujillo "By Cejota".

Las canciones

The Hollers. Foto: Errefotografia
El disco empieza con el tema que le da nombre. “I'll Do The Talking “  es una canción cargada de intencionalidad que empieza a caminar, con la seguridad de los maestros con ideas claras, entre riffs de guitarra que se combinan con exquisita prestancia al son de una batería imaginativa.  La voz principal culmina tan excelente corte de apertura con su enérgico  fraseo agresivo.  Varias líneas de guitarra fuzzcinante  se trenzan con una habilidad encomiable con un final instrumental que regresa al centro de su microuniverso  para resurgir entre compases de blues lisérgico y endemoniado, creciendo compás a compás. Le sigue “All Dead And Gone” con su certera andanada de distorsión arrasando con todo lo que se halle a su paso a ritmo de una batería presta a mantener el ritmo con una seguridad absoluta. Hard blues  que  explota de forma hipnótica consiguiendo aislar al atento oyente de su entorno vital para sumirle al imaginario de unos inspiradísimos Hollers.   

A continuación nos ofrecen “Your Only Flaw”, otra maravilla de blues desértico que se lanza  como un caballo desbocado por las llanuras de tu imaginación saltando por encima de todos los obstáculos que tu subconsciente disponga en el camino.  Batería y guitarra, en absoluta compenetración rítmica, realzan los arreglos melódicos, entre salvajes momentos de guitarra y esa voz que desprende una fuerza inusitada.  Cierra la cara A, la descomunal “Weird Times”  con la que arremeten entre un ritmo cercano al rockabilly, más una amalgama de recursos ácidos que agujerean cualquier prejuicio contra la fusión bien entendida.  Momentos instrumentales oscuros que emergen para crear varias tensiones y que culminan en la línea argumental principal.   
    
The Hollers. Foto: Errefotografía 
La cara B arranca con “This Shadow” , toda una sacudida sonora que te envolverá como si se tratase de una combustión musical espontánea. Toda una fuente inflamable de acordes, riffs i voz guerrera, marcados por golpes viscerales de percusión. Un ritmo bronco que perfila un tema conmovedor en el que no falta una armónica indómita repitiendo un esquema melódico que dialoga sin tapujos con la guitarra hasta el golpe final.  Con “A Place Called All Right”, los Hollers experimentan con los parámetros del R&B más sucio para darnos en toda la cara con un tema sublime en el que consiguen enloquecernos con esa tremenda pasión desaforada. Imperturbables, satisfechos del buen trabajo, transcurren los movimientos virulentos entre voces ceremoniosas respaldadas por coros de ultratumba.  Seguidamente, nos ofrecen “Peeping Blues”, blues ancestral que ruge con chulería, marcado a fuego, emanando ciertas dosis de elegancia implacable, con guitarra, percusión, armónica y voz, entre el polvo del que camina con paso firme hasta el final del camino.  Otra exquisita muestra del talento de este dúo de indomables músicos que finalizan su disco con “Still I Like It”. Otra canción  que emerge con esa descomunal guitarra combinada con el tambor en un fin de fiesta propio de un aquelarre de blues montuoso percutiendo con determinación en tu estómago, consiguiendo que tus pies se muevan de forma irremediable mientras la banda te roba el corazón con sus melodías bestiales.   

Reflexión final

The Hollers. Foto: Errefotografia 
Al oír tan sensacional disco, uno entiende no solo toda la historia del rock and roll desde sus inicios más primitivos, sino la razón por la que sus planteamientos de origen nunca han muerto, ni nunca desaparecerán de la faz de nuestras almas aunque nos acechen mediocridades cotidianas varias. The Hollers dan sentido a nuestra vida, a nuestras filias. Con ello no quiero decir que perpetúen referentes, parámetros conocidos, aunque los haya. Nada de eso es relevante. Ni tampoco voy a perder demasiado tiempo en encasillarles aunque sean, con todas las de la ley, unos auténticos pioneros del blues punk.  Con tamaño disco, titulado “I’ll do the Talking”, da igual todo lo que un crítico pueda decir porque lo más importante nunca podrá explicarlo. Me refiero a describir en detalle ese veneno que logra sumirte a los pies de grupos tan extraordinarios como éste. La música está ahí, nunca se ha ido, permanece latente en nuestros recuerdos así como en nuestros sueños y emerge gracias al trabajo abnegado de grandes músicos como los que forman este dúo malagueño que nada tiene que envidiar a mitos y leyendas. Ellos ponen su extraordinario talento compositivo e interpretativo a tu merced para que todo recobre la fluidez, la pasión y la lucha por la supervivencia  que siempre ha distinguido a esta música pantanosa, desértica, infernal, guerrera, salvaje, hipnótica… y otros tantos adjetivos, todos ellos justificables para catalogar las raíces subterráneas del rock; y si eres de los que consideras que todo está inventado, hablado, bailado y arreglado, no digas nada antes de escuchar este increíble trabajo porque vas a meter la pata.   
   

Nota:  Puedes escuchar las canciones en el bandcamp donde también podrás adquirir una copia del disco. Las fotos en vivo son de Rocío Moreno tomadas en las Fiesta 1er Aniversario Asociación Gatomacho en The Nutty Bar en 2015. 

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