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Lp Foto: Errefotografía |
The Hollers son de esas formaciones de las que muchos han
aprendido, incluso aprehendido, en los últimos años, en especial entre aquellos
dúos de guitarra, voz y percusión, que han explotado los recursos del rock and
roll más salvaje. Pioneros en muchos sentidos, sus canciones aúnan fortaleza e
imaginación, mediante un absoluto conocimiento de causa y un dominio meticuloso del
género. Su ardiente y visceral creación se completa con una interpretación demoledora en directo y una grabación exquisita en los Hollers Analog Studio donde tantas bandas han encontrado lo
necesario para brillar en su “máximo” esplendor. Se trata de un dúo que genera un amplio planteamiento sonoro
que va del primitivismo del blues a la andanada del punk pasando por la
inmediatez del “garage” más oscuro. Acaban
de editar este 2017 un Lp ardiente con el título genérico de “I’ll Do The
Talking” con las discográficas
Folc records y
Ghost Higway recordings. Un disco impecable que consigue ir más allá
de todo lo conocido; de ahí, ese título genérico que se nos antoja tan
contundente: ahora les toca a ellos hablar
mientras todos los demás vamos a escucharles atentamente.
Trayectoria
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The Hollers |
The Hollers son Max RB (Máximo Ruiz Bandera), a la voz,
guitarra, armónica, teclados y Salva H.
(Salvador Higuero) aka Howlin Sal a la batería. Se formaron en el año 2005 en
Málaga. Pioneros del punk blues, graban
en los míticos Hollers Analog Studio de Máximo, y publican en 2009 con
Monterrey un split con Little Cobras, en el que aportan los temas “Sinking Low”
y “Soul Between Your Legs”. Le sigue “Holler's
Stomp”, Ep autoeditado. Ya en 2013
recopilan sus grabaciones con el título
de “Forgiven But No Forgotten: Early Recordings” en el que aparece, en algunos
temas, Paco Cloud de The Blackberry Clouds quien aporta órgano. Ese mismo año aparece una grabación en
directo grabada en el Velvet Club, de Malaga, el 4 de abril de 2009 con la participación
de Paco. “I'll Do The Talking”, su primer larga duración, ha sido coeditado
por FOLC Records y Ghost Highway Recordings. Fue también grabado en su propio estudio, The Hollers
Analog Studio. Las fotos son de Errefotografía
y el diseño de Cristóbal Jiménez Trujillo "By Cejota".
Las canciones
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The Hollers. Foto: Errefotografia |
El disco empieza con el tema que le da nombre. “I'll Do The
Talking “ es una canción cargada de
intencionalidad que empieza a caminar, con la seguridad de los maestros con
ideas claras, entre riffs de guitarra que se combinan con exquisita prestancia
al son de una batería imaginativa. La
voz principal culmina tan excelente corte de apertura con su enérgico fraseo agresivo. Varias líneas de guitarra fuzzcinante se trenzan con una habilidad encomiable con
un final instrumental que regresa al centro de su microuniverso para resurgir entre compases de blues
lisérgico y endemoniado, creciendo compás a compás. Le sigue “All Dead And Gone”
con su certera andanada de distorsión arrasando con todo lo que se halle a su
paso a ritmo de una batería presta a mantener el ritmo con una seguridad
absoluta. Hard blues que explota de forma hipnótica consiguiendo aislar
al atento oyente de su entorno vital para sumirle al imaginario de unos
inspiradísimos Hollers.
A continuación nos ofrecen “Your Only Flaw”, otra maravilla
de blues desértico que se lanza como un
caballo desbocado por las llanuras de tu imaginación saltando por encima de
todos los obstáculos que tu subconsciente disponga en el camino. Batería y guitarra, en absoluta
compenetración rítmica, realzan los arreglos melódicos, entre salvajes momentos
de guitarra y esa voz que desprende una fuerza inusitada. Cierra la cara A, la descomunal “Weird Times”
con la que arremeten entre un ritmo
cercano al rockabilly, más una amalgama de recursos ácidos que agujerean
cualquier prejuicio contra la fusión bien entendida. Momentos instrumentales oscuros que emergen
para crear varias tensiones y que culminan en la línea argumental principal.
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The Hollers. Foto: Errefotografía |
La cara B arranca con “This Shadow” , toda una sacudida sonora
que te envolverá como si se tratase de una combustión musical espontánea. Toda
una fuente inflamable de acordes, riffs i voz guerrera, marcados por golpes
viscerales de percusión. Un ritmo bronco que perfila un tema conmovedor en el
que no falta una armónica indómita repitiendo un esquema melódico que dialoga
sin tapujos con la guitarra hasta el golpe final. Con “A Place Called All Right”, los Hollers
experimentan con los parámetros del R&B más sucio para darnos en toda la
cara con un tema sublime en el que consiguen enloquecernos con esa tremenda pasión
desaforada. Imperturbables, satisfechos del buen trabajo, transcurren los
movimientos virulentos entre voces ceremoniosas respaldadas por coros de
ultratumba. Seguidamente, nos ofrecen “Peeping
Blues”, blues ancestral que ruge con chulería, marcado a fuego, emanando ciertas
dosis de elegancia implacable, con guitarra, percusión, armónica y voz, entre
el polvo del que camina con paso firme hasta el final del camino. Otra exquisita muestra del talento de este
dúo de indomables músicos que finalizan su disco con “Still I Like It”. Otra
canción que emerge con esa descomunal
guitarra combinada con el tambor en un fin de fiesta propio de un aquelarre de
blues montuoso percutiendo con determinación en tu estómago, consiguiendo que
tus pies se muevan de forma irremediable mientras la banda te roba el corazón
con sus melodías bestiales.
Reflexión final
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The Hollers. Foto: Errefotografia |
Al oír tan sensacional disco, uno entiende no solo toda la
historia del rock and roll desde sus inicios más primitivos, sino la razón por
la que sus planteamientos de origen nunca han muerto, ni nunca desaparecerán de la faz de nuestras almas aunque nos acechen mediocridades cotidianas varias. The Hollers dan
sentido a nuestra vida, a nuestras filias. Con ello no quiero decir que
perpetúen referentes, parámetros conocidos, aunque los haya. Nada de eso es
relevante. Ni tampoco voy a perder demasiado tiempo en encasillarles aunque
sean, con todas las de la ley, unos auténticos pioneros del blues punk. Con tamaño disco, titulado “I’ll do the
Talking”, da igual todo lo que un crítico pueda decir porque lo más importante
nunca podrá explicarlo. Me refiero a describir en detalle ese veneno que logra sumirte a los pies de
grupos tan extraordinarios como éste. La música está ahí, nunca se ha ido,
permanece latente en nuestros recuerdos así como en nuestros sueños y emerge gracias al trabajo
abnegado de grandes músicos como los que forman este dúo malagueño que nada tiene que envidiar
a mitos y leyendas. Ellos ponen su extraordinario talento compositivo e
interpretativo a tu merced para que todo recobre la fluidez, la pasión y la
lucha por la supervivencia que siempre
ha distinguido a esta música pantanosa, desértica, infernal, guerrera, salvaje,
hipnótica… y otros tantos adjetivos, todos ellos justificables para catalogar las
raíces subterráneas del rock; y si eres de los que consideras que todo está
inventado, hablado, bailado y arreglado, no digas nada antes de escuchar
este increíble trabajo porque vas a meter la pata.
Nota: Puedes escuchar
las canciones en el
bandcamp donde también podrás adquirir una copia del disco. Las fotos en vivo son de Rocío Moreno tomadas en las Fiesta 1er Aniversario Asociación Gatomacho en The Nutty Bar en 2015.
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