Vuelven los Smoggers a la carga con sus habituales guitarras penetrantes y esos ritmos salvajes percutiendo los tímpanos de sus fans más allá de modas, sin ni siquiera respetar las actitudes más previsibles de la siempre exigente parroquia del fuzz a mansalva. Este grupo andaluz acaba de editar con Clifford records un disco que recoge un total de ocho magníficos temas originales. En estas canciones vas a encontrar motivos suficientes para considerar su impronta entre las más consistentes y suculentas dentro del panorama del rock and roll, bien sea dentro del ámbito estatal como internacional. Son 10” tremendas pulgadas a medio camino entre el “Back from The Grave” y la primera época de Crypt Records, revindicando un espacio propio, tan creativo como divertido, que pide a gritos un directo para saborearlo en su mejor salsa pero que, a su vez, consigue que hierva la sangre en la intimidad de cualquier solitaria y macabra habitación de un buen fan del sonido “garage”.
Se crean los Smoggers en 2008 con músicos de Sevilla, Málaga y Córdoba como Ana González a la batería, farfisa y voces; Gustavo Jiménez al bajo; Fernando Jiménez, voz principal, guitarra, armónica; y Jesús Blanco, voces y guitarra. Debutaron en febrero de 2011 con un mini Lp 10”, editado también con Clifford Records, con el título de “Smoggin´Your Mind” que contiene ocho temas con lo mejor del género: guitarras afiladas, ritmos precisos de R&B, buenos recursos de rock and roll y una excelente interpretación punk. Cabe destacar también que anteriormente aparecieron en el Cd “No way out” de Dead By Mono con el tema ‘Set me free’, y que se les incluyó en la segunda entrega del “Collector’s Series” de Diy Records. Poco después, también en 2011, Grit records edita un single con los temas “A Day With You” en la cara A; más “Come On Now” y “One More Time”, en la Cara B, ambos incluidos en este reciente 10 pulgadas que ha visto la luz a principios de este 2012. Los temas de este sencillo así como los otros seis cortes incluidos en “Chinese Food” se graban en el estudio The Hollers Analogic de Málaga con Mike Mariconda que se encarga de la producción y masterización, más Maxi Holler. “Chinese Food” cuenta también con el buen trabajo de diseño y dibujo de Baron Fatchivo de los Espeluzznantes que idea un artwork para ilustrar, con coherencia, una música en la que caben las historias de serie B, con monstruos y extraterretres acechando entre colores chillones con ánimos provocativos y fosforescentes.
Se abre el disco con el tema “Can’t Live Without It” en el que ya nos deslumbran con ese toque de guitarra inicial, el ritmo punk sixties que cabalga con destreza y que se acelera por momentos, la voz a punto de desgarro, un bajo potente y visceral, los solos precisos sin excesos, y la tensión de esos acordes gamberros dispuestos a aportar recursos propios entre los mejores combos “garage” de la historia. Le sigue “Come in Now” con detalles de rock and roll y alientos desaforados, con esos coros tejanos, más una presencia vocal femenina de calidad, que provocan esa necesidad imperiosa de bailar hasta la extenuación. A continuación nos regalan otro temazo llamado “One More Time” que bien podría convertirse en un clásico del género si lo halláramos, de repente, escondido en un oculta caja de viejos acetatos. Para acabar la Cara A nada menor que “I wanna be a Zombie”, una gran canción que fomenta la pasión por la serie B a la que tantos fans recurren para contentar esa pasión por lo bizarro y por el devenir de esos extraños seres que protagonizan nuestras mejores pesadillas. Un tema que cierra en la mejor estela de los venerados Cramps. Mención especial también para Ana que aporta su voz y que logra acrecentar, de forma muy convincente, ese aire entre canallesco y sensual del terma.
Le damos la vuelta al vinilo convencidos ya de que este disco va acabar antes de lo que quisiéramos y nos topamos con un pedazo instrumental llamado “Mutant Monster”, candidato ideal a la mejor banda sonora para posibles películas de terror si existieron los premios “ Kristy Poison Ivy”. Vuelven a insistir, con notable acierto y conocimiento de causa, en ese amplio universo del oscuro rock and roll, con detalles hillbilly de los cincuenta, con un tema suyo llamado curiosamente “Something Else” con el que estoy convencido que harán las delicias hasta de los fans más acérrimos del autor de otra mítica canción llamada igual. Me refiero, por supuesto, a Eddie Cochran, pero también incluyo a todos aquellos que lo versionaron como los Move, los New York Dolls o los Led Zeppelin. Le sigue “Who’s Jenny”, otro impecable ejemplo de buen trabajo rítmico y guitarras aterradoras, con un desarrollo atmosférico inmejorable, cercano tanto al pub rock setentero como al revival ochentero. Acaba el disco con otra maravilla llamada “Bye Bye baby”, una despedida de lujo con presencia de Farfisa y armónica, aportes instrumentales con los que se consigue crear un sutil aire entre psicodélico y hard blues.
Con este cautivador panorama discográfico, los Smoggers deberían formar parte estelar de todos los carteles de festivales de “garage” que se precien porque consiguen aunar en una sola banda los mejores recursos sonoros y temáticos del rock and roll de todos los tiempos. Tenerles sonando en un escenario asegura a los organizadores, así como al público amante del “garage” atemporal, un amplio abanico de guitarras, voces y ritmos, tan feroces como convincentes, que podrían haber nacido en cualquier pequeña ciudad de tu estado norteamericano preferido, a mitad de los sesenta; renacer en los ochenta redimensionando esa actitud punk; para explotar con proverbial sencillez y plena credibilidad en pleno siglo XXI mediante discos memorables como estas diez pulgadas de “Chinese Food”. Esa es la verdadera hazaña monstruosa de estos Smoggers, capaces de crear verdaderos himnos con una velocidad imparable y una creatividad “fuzzcinante”.
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