martes, 15 de abril de 2014

Alexandre Lacaze llega a los arrecifes de la esperanza tras surcar tempestades emocionales

Portada Cd. Foto: Carolina Villafruela
Alexandre Lacaze, también conocido por su anterior proyecto L’Avalanche, editaba en 2013 un nuevo álbum bajo el título de “Les recifs de l’espoir” con el sello marsellés  Medusa Prod y con distribución de Green Ufos. Como su título indica, su autor llega a los arrecifes de la esperanza tras una travesía por un mar de tempestades emocionales y el alma empapada de melancolía. Con este nuevo disco, más vitalista que sus anteriores entregas, sigue mostrando sus mejores cualidades compositivas e instrumentales, acompañado por una banda de lujo. Se percibe más que nunca esa dulzura natural que impregna sus canciones gracias a una voz extraordinaria y un trabajo literario de gran nivel que le sitúa entre los cantautores más originales del momento. Tal y como se dice en la cita bíblica de San Juan que se añade en  “Les recifs de l’espoir”,  en este nuevo trabajo discográfico de Alexandre, "la luz brilla entre las tinieblas que no lograron dominarla".     

Trayectoria

Foto: Carolina Villafruela
Alexandre Lacaze, natural de Málaga, hijo de francesa y español, ha sido L'Avalanche durante once años antes de emprender este proyecto en solitario. Doctor en Arte, actualmente ejerce la docencia en Cáceres, mientras compone y canta en francés, así como toca la guitarra eléctrica y el acordeón. Empezó allá por el año 2002 formando el mencionado trío franco-español-ucraniano, que tomó su nombre de la emblemática canción de Leonard Cohen.  Estaba acompañado por Enrique del Río (guitarras) y Nazar Danish (violín y piano). Sacaron un par de Ep’s: un primero de 2007 para Producciones Peligrosas de Granada y un segundo de título homónimo editado por su propio sello La Musa Records. Ese segundo Ep contenía cinco canciones cuyo espectro sonoro recorría  desde la “chanson” francesa hasta el folk americano pasando por la experimentación post-rock y el pop inconformista más allá de lo contemplativo. Fueron finalistas de numerosos festivales como el Greenspace Heineken o el Proyecto Demo. Radio 3 les promocionaría en varias ocasiones con excelentes críticas y fueron considerados Talento FNAC, entre otros muchos laureles. Sin embargo no lograron la repercusión que merecían más allá de la siempre recurrente, pero a la par terrible, categoría de “grupo de culto”. L'Avalanche pasaron de trío a dúo, con Alexandre y Enrique a las guitarras, y finalmente se ha quedado solo su principal compositor.  “Les Fantômes des Marins” es el título de su anterior álbum,  editado a finales de 2011 con Medusa Productions (+ info).

La banda. Foto: Marc Maltes
Producido por el compositor y multiinstrumentista Steph Salerno, el nuevo álbum de Lacaze fue grabado y mezclado en los estudios de Medusa Prod. (Marsella) en julio de 2013 con el ingeniero de sonido Alex Serais. François Fanelli se encargó de la masterización en la misma ciudad francesa. Alexandre es autor de todos los temas a excepción de “Ne pleure pas Jeannette” que es un tema popular adaptado por él mismo. Ha contado con un elenco de buenos músicos como son el mencionado Steph a la guitarra, Marin Béranger al acordeón y piano, Fred Martínez al bajo y Luca Scalambrino a la batería con los que presentará su nuevo disco en una gira por varios escenarios de España, Francia y Portugal.  Las expresivas fotos de la portada e interior, con Alexandre descansando tras una difícil travesía, son de Carolina Villafruela. La foto de la banda incluida en el Cd es de Marc Maltes y del grafismo se ha encargado Carmen Iruzubieta.
      
Las canciones

El disco se abre con “Rue de la soif”, por medio de esa inquieta guitarra acústica que precede a unos arreglos envolventes para una canción que manifiesta la necesidad de emerger, de ese “il faut respirer” en una dañada relación de pareja. Su melodía nos complace entre secuencias rítmicas que caminan con seguridad mientras el piano y las guitarras tejen combinaciones sugerentes de sonidos que se complementan a la perfección.

Carolina Villafruela
Le sigue una nueva adaptación del “Je serai là”, un tema incluido en el segundo Ep de “l’Avalanche” de 2010. La canción está inspirada en el relato “Morir”, escrito en 1894 por el narrador y dramaturgo austriaco Arthur Schnitzler. En este caso la muerte aparece para llevarse al protagonista quien se resiste, con un ejército de poemas, a permanecer junto a su amada. Cabe mencionar que ha sido grabado un videoclip de esta canción dirigido por Carolina Villafruela. Los arreglos son en este caso más pop con guitarras que crecen y nos trasladan a “Coquillage” (“Caracola”), tema más introspectivo, armonizado con un tierno acordeón, a modo de vals, que nos retrotrae recuerdos de su infancia: “los niños en el parque me preguntaban, ¿muchacho es que no tienes nombre? ...pero mis rodillas se doblaban y yo me salvaba tarareando dentro de mi caracola”. Ese espacio íntimo, en el que todos nos sentimos seguros, nos sirve  como referente para seguir luchando como sucede en el siguiente tema, “Oh dites-moi capitain”. Se trata de todo un himno a la esperanza por arribar a la felicidad con plena confianza en ese capitán real o imaginario que llevamos dentro. De nuevo el colchón que procura el acordeón, con esos detalles psicodélicos de eléctrica y la fantástica voz de Lacaze, consiguen deslumbrarnos con un tema extraordinario.    

Foto:  Carolina Villafruela
Le sigue “Fleurs immortelles”, otro canto sublime con acompañamiento instrumental fascinante con el que se plantea preguntas sobre la eternidad con el propósito de reunirnos con esos seres queridos a los que quizás volvamos a ver “detrás de toda esta eternidad” como flores inmortales. Alexandre sigue en su fascinante travesía por las dudas y las emociones de la vida, interpretándonos esa fabulosa canción llamada “À quoi sert”. Aquí las guitarras tejen dulces punteos luminosos acompañados por una paciente batería. Por su parte, el eco de la voz principal cautiva los sentidos con continuas preguntas a las que cada uno tendrá que encontrar su propia respuesta. Lacaze nos sugiere: “Para que sirve el camino, si nadie te da la mano… para qué sirven las promesas, los recuerdos, las equivocaciones…”.  

“Halaine” (“Aliento”), título del siguiente corte del disco, se desenvuelve con esos juegos de voces tan especiales, arropados por una guitarra eléctrica maravillosa  y ese verso final tan bonito que dice: “y el universo entero respira en tu aliento”.  “Alice derriére le mirroir” (“Alice detrás del espejo”) es una canción dedicada a su hija que ya grabó para su anterior disco en solitario, a la que ahora se aportan unos nuevos arreglos de banda.  La canción empieza con los desgarradores versos: " Mi padre es un muerto que me lleva en sus brazos, él sonríe a la gente que nos mira detrás del espejo" para después pedir que nos salven del amor, de nosotros mismos, de las tinieblas, de la soledad.  “Ne pleure pas Jeannette” es una melodñia  tradicional del siglo XV en la que una joven decide morir colgada con su amante antes que casarse con otro. Al final un ruiseñor loa a los amantes desde lo alto de una rama.  El disco se cierra con breve pero intenso momento instrumental de guitarras que pone punto y “Final”, que así se titula, a este flamante disco de recuerdos y sensibilidad emociones a flor de piel.

Reflexión final

Foto: Carolina Villafruela
Una vez más, queda de manifiesto que la música de Alexandre Lacaze no obedece a una sola corriente estilística. Con cada nuevo disco, su música evoluciona de forma muy personal aprendiendo de múltiples referentes que le ayudan a perfilar, con una inusual belleza, un repertorio de folk existencial con detalles de Chanson francesa y melancolía muy mediterránea. De este modo prepara sus viajes por el mar de la vida, armado de poemas y melodías fascinantes en las que no falta convicción y emoción a raudales. Quien no esté familiarizado con su espacio vital y artístico, puede que este nuevo disco les resulte desconcertante y, pese a su título genérico, no consigan hallar en sus canciones atisbo alguno de remedio para la tristeza vital. Pero la hay, ya sea en las preguntas que plantea, en el amor por su hija, en el recuerdo de los seres queridos, o incluso en esas magníficas fotos que acompañan el Cd, con ese náufrago que arriba a una playa con su caracola de la infancia y se repone en el regazo de la esperanza.    

Nota: Puedes escuchar los temas del disco en el bandcamp. También puedes encontrar más información en su wordpress

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