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No deja de sorprenderme cómo de impune resulta, para
algunos, el vender productos anodinos de pop que perjuran moverse en el
“underground” cuando en realidad acaban por regurgitar siempre lo mismo y
encima mediante una insoportable connivencia con el absurdo y repetitivo holding publicitario
de la mediocridad. Festivales de masas,
postureos de moda, pleitesía con ciertas marcas de bebidas y ropa, son algunas
de las señas de identidad de un negocio discográfico débil que, si bien está
pensado para exprimir los últimos
beneficios del rock and roll, no creo que pasen a la historia por nada más que
por la evidencia de que son absolutamente
prescindibles. Pero ¿qué hay de
las canciones?. ¿Quién piensa, invierte, se obceca, lucha… por dar vida a una
melodía bonita, sin ínfulas que valgan, con el loable propósito de compartir
una emoción con el oyente, y luego si eso, ya se verá?. Por suerte, nos quedan
músicos tan sobresalientes como Jim McCulloch y su proyecto en solitario llamado
Green Peppers del que el sello You Are The Cosmos ha editado este 2017 un
recopilatorio fascinante bajo el título de “Retrospectively Yours”. Este sí es un disco de canciones bonitas de pop, como debe ser, y lo otro, eso que menciono en el principio de inicio esta reseña, no es nada.
Trayectoria
Jim McCulloch |
Jim McCulloch es un destacado músico de la escena de Glasgow quien ha formado parte de bandas
escocesas como BMX Bandits, Superstar, Snowgoose, The Primary 5 o The
Soup Dragons. Desde 2005, ha editado discos en solitario bajo el nombre
de Green Peppers, colaborando con artistas como Isobel Campbell, Emma Pollock de
Delgadoes y Justin Currie de Del Amitri,
entre otros como Alan Hutchison en
directo. Sus tres discos fueron
editados por el sello de Glasgow, Neon Tetra, con los títulos de “Joni’s
garden” (2004), “Dominos Morning” (2007), y “Advertures in the slipstream” (2008).
Para la grabación contó con la
colaboración de músicos como Dave McGowan (Snowgoose) y Alan Hutchison al
bajo; Alyn Cosker, Ross Sinclair y Jamie
Cash a la batería, David Scott y Brian McNeill a los teclados, o Donald Gillan
al cello. La portada del disco es una estampa portuaria, probablemente, de
algún rincón de Escocia con su protagonista posando contento pese a un evidente
abandono de su entorno, una metáfora quizá del momento que vive el rock and
roll.
Las canciones
El recopilatorio que edita You are The Cosmos contiene cortes
destacados de esos tres discos. Se abre con “Angel, Angel” de su tercer trabajo,
tema calmado repleto de un amplio abanico de genialidades interpretadas con
sumo cuidado. Le sigue “Honest Injun”, del segundo álbum, cantada, con una
alegría contenida que invita al baile, por Justin Currie. Volvemos al primer
álbum con “Green”, canción intimista que
se hilvana con múltiples detalles de calidad incluido ese clarinete interpretado
dulcemente por Jim.
A continuación nos ofrecen “American Tan”, del segundo disco,
con Daniel Wylie a los coros participando de ese festival casi circense de beat
60’s a base de una conmovedora melodía y
un ritmo perseverante. Sigue con “The Sun And Moon And Stars”, otra muestra
irrefutable del envolvente sonido acid folk, con aires medievales, del primer
disco. Cierra la cara “It's Hard To Kill A Bad Thing” también del segundo álbum.
Una canción con arranque de guitarra acústica que va tejiendo líneas sonoras
como partes indisolubles de un paisaje global al que se añaden la voz principal
y el pedal steel. El tema fue escrito originalmente
como instrumental para una colaboración entre
Isobel Campbell y Mark Lanegan, bajo el título de “Ballad of the Broken Seas”.
De su segundo álbum, se escoge “Shabby Horses” para abrir la
cara B. Su brillantez interpretativa estriba en su entrega rítmica, con sus momentos
solistas de cello, más los punteos de guitarra, más esa descarga emocional que llega
a su cenit en un estribillo que te cautivará con toda su fuerza. Después oímos,
del tercer álbum, “Carry Me Away” cantada magníficamente por Sandra Belda
Martínez, acompañada a la voz por Jim quien también aporta melódica y guitarra. Acto seguido, disfrutamos
de “Anything Goes” del primero trabajo con ese cuidado caminar folky de
acústica más voz serena, entre sensuales toques de piano.
Seguidamente,
recuperan dos temas del tercer álbum: “The Apple Sun” cantada por Anna Sheard (Snowgoose), quien se
explaya con gran dominio vocal entre bonitos arpegios de guitarra y detalles de
melódica, más "So Near So Far”, con Melanie Whittle (The Hermit Crabs) a
la voz principal dando igualmente muestras de su seguridad y prestancia como
solista entre órgano y guitarras a ritmo de pop encantador. Y para cerrar, otro
corte del primer disco, “Time Machine” que cierra de forma magistral tamaña
concentración de genialidades. Una vez
más, una banda bien conjuntada consigue que otra melodía preciosa sirva de
punto final a un brillante compilado de canciones a cargo de este gran músico
que es Jim McCulloch acompañado por extraordinarias voces e instrumentistas.
Reflexión final
Jim McCulloch |
Si oímos, por separado, los tres discos firmados hasta el
momento bajo el nombre artístico de Green Peppers, probablemente el primero nos
parezca más folk, el segundo más guitarrero y quizá americano, mientras que el
tercero resulta claramente influenciado por los sonidos “sixties”. Ahora bien, si analizamos con profundidad este recopilatorio que nos ofrece You Are The Cosmos, esos tres
comentarios antes expuestos por separado, van a perder relevancia en pro de uno
solo e indiscutible que, a la par, los fusiona ante la evidencia de que Jim McCulloch es un
gran compositor de canciones capaz de expresarse en un amplio espectro de
motivos instrumentales, con arreglos que van del intimismo a la grandeza del momento,
según estados de ánimo. Sin lugar a
dudas, todas y cada una de estas canciones son una muestra irrefutable del
dominio compositivo de su autor, y la capacidad por expresarse de forma
conmovedora desde lo más recóndito del alma. Mediante la aparente fragilidad de
sus arreglos, su música tiene más de propio que de aprehendido. Como todo buen amante
del pop que se precie sabe, esa
originalidad no resulta tan fácil como presumen aquellos que copian
hasta la saciedad para presumir de lo que adolecen. Esa necesidad imperiosa, alcanzable
solo para algunos, no es otra que conseguir canciones tan bellas a la par que
emotivas como las que podrás oír en este magnífico e indispensable
recopilatorio, retrospectivamente tuyo...
Nota: Puedes escuchar las
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