miércoles, 17 de junio de 2015

Hakan potente trío italiano de punk rock para salvar al mundo con Rufus y One Chord Wonder, baby

Portada
“Dunyayi  Kurtaram Adam” aka “El hombre que salvó al mundo” es una película mundialmente conocida como el “Star Wars” de Turquía. Dirigida por Cetin Inanc en el año 1982, cuenta la heroica historia de dos  guerreros intergalácticos, con casco de moto, walkmans y guantes parrilleros, luchando con monstruos variopintos parecidos a peluches asesinos entre otras exquisiteces ciertamente esperpénticas.   Se trata de una joya del cine trash turco que incluso roba escenas y banda sonora de la Guerra de las Galaxias o de Indiana Jones.  Viene al caso esta pequeña introducción cinematográfica porque la descomunal banda de punk rock italiana, The Hakan (nombre además de un personaje turco perteneciente a la serie de videojuegos Street Fighter ), acaban de presentar su primer disco sin título con una portada en la que se puede apreciar una psicodélica composición de imágenes y personajes de la mencionada película de ciencia ficción.  El resultado es un álbum brillante con fascinantes descargas de guitarras y ataques rítmicos aguerridos a cargo de este potente trío de Bérgamo que llega a nuestros oídos gracias al inefable trabajo discográfico de los alicantinos Rufus recordings que edita la versión en vinilo, con descarga digital, para distribuirse aquí mientras los milaneses One Chord Wonder se encargan de la venta y promoción en Italia.
    
Trayectoria

Hakan . Foto Claudine Strummer
The Hakan son una banda de Bergamo (Italia) formada por Andrea Carminati (voz, guitarra); Andrea Facheris (voz, bajo) y Marco Facheris (voz, bateria). Andrea Carminati canta con los Snookys, grupo de “garage punk” y con los Kaams, banda de rock and roll, donde también toca la guitarra y en la que colabora al bajo Andrea Facheris. Ambas formaciones son de Bérgamo como Ilegales (raw-power-rock) otro de los grupos en los que tocan. 

El disco se grabó y mezcló en el CB Studio de Bonate Sopra (Bérgamo) en diciembre de 2014 y fue masterizado por Justin Perkins en los Mystery Room Mastering en Milwaukee, Wisconsin. El mencionado, vistoso como magnífico, artwork es de Daniele Di Fini.  Entre otros detalles a tener en cuenta,  verás que está grabado a 45 rpm, y las canciones están atribuidas a Hakan Sukur, otra referencia turca que suponemos es un guiño al famoso exjugador de fútbol y político turco,  Hakan Şükür considerado el mejor futbolista de los últimos cincuenta años de su país, que pasó  por varios equipos italianos como el Torino, el Inter y el Parma.   El disco cuenta con un código de descarga digital más una hoja con las letras de las canciones. 

Las canciones

Foto de su facebook
Creo que todo buen disco de punk rock debe tener una canción inicial que te atrape desde el primer momento y esa es, sin duda, “We Are The Hakan, baby”, tema con el que se abre este álbum con una sola frase, ritmo tribal de tambor y bajo penetrante. Le sigue “Anaphylactic Shock”, otra canción rápida en la que describen ese shock alérgico insoportable con excelente melodía donde emergen guitarras poderosas, una voz solista descomunal en todo momento, y una sección rítmica impenetrable con un no menos tremendo bajo . Le sigue “Landlord”, un ataque frontal contra el arrendador que nos espía mientras nos masturbamos y nos propone sospechosos descuentos si le pagamos “con la boca”.  De nuevo nos dejan maravillados con esa compenetración de guitarras, bajo y batería con la que nos ametrallan las neuronas con una efectividad endemoniada.

Foto de su facebook
“Hypochondriac” es un canto a la preocupación obsesiva por la enfermedad, por ese punto en la nariz, “dónde demonios está la cura? para matar a millones de gérmenes que nos acechan”.  Canción con desparpajo de powerpop entre andanadas de guitarras que desembocan en estribillos obsesivos como en “I Fell In Love With Kocurek”,  tema en la que se nos descubren a alguien enamorado de su gata, de su olor, de su piel, de cómo ronronea.  En este caso el rock and roll americano teenager se mezcla con el poderío del punk 77 para dar vida a otro tema conmovedor. Le sigue “King Of The Ring”,  oda  al rey del Ring. “No importa si hace trampa. Golpea duro y su nariz empieza a sangrar antes de empezar a gritar”.  De nuevo se muestran insuperables entre trallazos y estribillos muy seguros  como en el tema que cierra esta cara A, “Late Night Robbery”, otra situación límite con combinación de acordes y melodías de puño en alto para “colarse como un gato con el fin de robar entre cámaras y laser, a un paso de años de cárcel”.   

Hakan. Claudine Strummer
La segunda cara del disco empieza a rodar con “Let Me Go”: una canción de ruptura, para que cada uno coja su propio camino ya que se acabaron las reglas conjuntas.  Demoledor inicio que antecede a  otras tantas canciones igual de convincentes, bien  diseñadas, y perfectamente identificables como hits fascinantes de punk rock. Como ese “Dummy”, donde inciden en las  relaciones  sentimentales que resultan ficticias, con auténticos “maniquíes”. Otra demostración de destreza  con la que consiguen  calzar en apenas un minuto de  tiempo una bonita melodía que invita al baile y que pide a grito pelado ser degustada en directo. En su caso, “Doormat”, siguiente corte, es un excelente poema amoroso de sumisión en el que nos cuentan:  “… por qué estás tan triste. Sigue patinando en mi corazón, sacia tu hambre con mis tripas… quiero ser tu felpudo, quiero sentir tus cadenas”.  Cortes de pop poderoso que van acelerándose hasta convertirse en un tema de punk rodando cuesta abajo con los motores rugiendo y muy bien engrasados gracias a detalles de cualidad como ese bajo que percute en las sienes con contundencia entre momentos oscuros finales.   

Hakan. Claudine Strummer
Sigue el disco con “Steamed Octopus”, canción en la que convierten en inquietante hasta cocinar un pulpo entre andanadas de guitarras agresivas pero con sonoridades claramente  luminosas. Y siguiendo con las curiosas costumbres culinarias, nos ofrecen ese “I Wanna Eat A Vegan”, en la que proponen comerse a un vegano, “sumergiendo sus dedos en queso”.   Penúltimas combinaciones de riffs penetrantes que estallan en nuestro cerebro como bombas racimo y nos acercan a ese tema final llamado “Love's A Gamble”, en el que amor es un juego de azar, del que siempre esperas tener buenas cartas.
   

Reflexión final


Detalle de la portada
Logo One Chord Wonder

Como en la película de cine trash turco “Dunyayi  Kurtaram Adam” de cuyas imágenes surge la colorida portada, así como en el videojuego del que toman el nombre, los Hakan de Bérgamo tienen una misión, en su caso contra el aburrimiento y la mediocridad, a base de trallazos de punk rock entrelazados con arreglos precisos y poderosos.  Su brillante trabajo melódico y rítmico, editado por Rufus Recordings y One Chord Wonder, se culmina con pequeñas historias muy bien hilvanadas donde nos hablan de pasiones vitales: desde el placer de cocinar a un pulpo, o a un vegano, a enamorarse de una mascota o rechazar a un casero acosador entre shocks anafilácticos, hipocondriacos, amores imposibles, robos complicados y juegos sentimentales de azar.
Logo Rufus Recordings

Un amplio abanico de situaciones límite, explicadas con apenas un par de frases ingeniosas, en las que no sobra ni una sola palabra del mismo modo que no falta ni un solo acorde, ni un solo de guitarra, ni nada parecido que pueda perturbar la contundencia del tema. Todo está pensado y  diseñado, con exactitud milimétrica, para lograr canciones perfectas en las que agilidad, actitud y entrega, se compenetran con extraordinaria solvencia con el propósito, sumamente logrado, de dar forma a un disco cautivador en todos los aspectos tanto sonoros como visuales.

Nota: Puedes escuchar las canciones en el bandcamp de Rufus Recordings, donde tambipen puedes adquirir una copia del disco aquí, y en el de la discográfica italiana One Chord Wonder.      

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