jueves, 3 de diciembre de 2015

Nasti de Plasti nos ofrecen su sugestivo “último reducto” de punk al margen del paraíso artificial

Portada
Nasti de Plasti es una expresión coloquial que vendría a significar un "no rotundo".  Está formada por el vocablo “nasti” que en el idioma sánscrito y en su posible derivado, el caló, sirve de adverbio de negación, y por “plasti” que probablemente viene de “plasta” (pesado) o quizá sea simplemente una repetición de fonemas con rima.  En 1976, se utilizó como título de un cómic editado por Mandrágora,  bajo la etiqueta de “Los Tebeos del Rrollo”, con dibujos y guión de Montesol, Roger, Mariscal, Ceesepe, Onliyú, Nazario, Pepichek y Farri. Ya en los ochenta, década en la que se integró plenamente en la jerga juvenil,  Pata Negra la aprovechó para titular un tema de su disco “Rock Gitano” (Mercury 1982).  En la actualidad, cuando ya prácticamente nadie usa esta locución, un poderoso trío de pop punk de Bizkaia la utiliza para distinguir su proyecto y se nos antoja como muy apropiada para describir su "no tajante y sin concesiones" a los convencionalismos y las modas. Los Nasti de Plasti acaban de presentar este 2015 su tercer disco con el título de “Mi último reducto”. Editado en vinilo por Rufus recordings, con la colaboración de Tuca Raca Rock Distro y Bad Death records, (Malamuerte pro.) contiene 17 temas contundentes, rápidos , agridulces, en los que aúnan estilo y actitud para describirnos pequeñas grandes historias sin desperdicio alguno.     

Trayectoria 

Nasti de Plasti. Foto de su facebook.  
Los Nasti de Plasti son Mikel a la batería, Dani al bajo y voces, y Sergio a la guitarra y voces.  Formado por músicos de Leioa y Portugalete (Bizkaia) en el año 2003, cuatro año después  grabaron el disco “No somos de aquí", con 13 temas,  de la mano de Carlos Creator en julio de 2007 en The Rockstudios (Bilbao).  Aquí tocaba la batería Julen.  En 2009 metieron la versión “Quiero esconderme” en el recopilatorio Radio Surf Resintonizado, tributo a Depressing Claim, (Teen Punk Records). Le siguió en 2010 "El ataque del hombre pez", con trece temas más, grabados por Saul Santolaria en los Sweet  Saul Records (Sopelana).

Detalle artwork 
"Mi último reducto"  fue grabado, mezclado y masterizado por Oskar Sánchez quien puso teclados y efectos en algunos temas, entre los meses de febrero y marzo de 2015 en Mala Muerte estudios (malamuerte.net) en Muskiz (Bizkaia).  El diseño y los dibujos del “Último reducto” con esa cabaña perdida en el bosque, bajo una imponente luna llena, más esa reliquia de máquina de escribir, las caricaturas de los componentes y el mapache curioso de  la hoja interior, entre otros dealles, son de Txori (Almaltiempo.com). Existe una edición en Cd con la colaboración de Picnic records y Poutine records.    

Las canciones

Nasti de Plasti. Foto de su facebook. 
El disco empieza con el tema “Fracaso'79”, la primera de las andanadas de punk pop. Un tema furioso, a la par que divertido, en el que guitarras y percusión se complementan a la perfección dando cobertura de lujo a letras hilarantes como ésta en la que nos hablan de Eurovisión.  El fracaso emocional se compara con el pase por el festival celebrado en Israel el 31 de marzo de 1979 de la cantante Betty Missiego. Como recordarás quedó segunda con  "Su canción" por culpa de los votos de la propia delegación española que los entregó a los israelís y, por ello, acabaron ganando.  De ahí el verso: “Los judíos (por los ganadores) y los críos (por los coros de Missiego) fueron tu elección”. Le sigue “Gora anacoreta!” canción ya conocida por estar incluida en el recopilatorio de Picnic records, sello del Prat de Llobregat (Barcelona), “100 % Punk rock vol 3”.  Los arreglos son nuevos, incluso meten un defecto de banjo. De aquí sacan el título genérico del disco: “Disfrutar de mi soledad, hablo solo y huelo un poco mal.  Serle fiel a mi vocación, mantenerme incorrupto, en mi último reducto”.  Excelente melodía, rápida, cautivadora, que invita a ser coreada por la peña como la gran mayoría de las canciones de este fantástico disco.  

Nasti de Plasti. Foto de su facebook. 
A continuación nos ofrecen otra curiosa historia con el título de “Nombela se apaga”, a modo de guiño a la canción “La vela se apaga” para referirse al pueblo más alejado de la costa que es la mencionada Nombela, pueblo toledano.  “Tú no sabes lo que es hacer surf. Tus ojos nunca han visto el mar. Nombela te atrapará”. Coros surfers y una enorme habilidad para mantener la emoción del primero al último compás nos llevan a “Toallas y ceniceros”. En este caso, el planteamiento resulta más “hardcore” consiguiendo un tema ciertamente agresivo y brillante en menos de un minuto de duración, donde se mezclan las toallas, ceniceros y el salchichón de su local de ensayo.   

“El Tour” es excepcional y una de mis favoritas. Aquí mencionan al gran ciclista vasco, Marino Lejarreta, quien les aconseja que “hay ocasiones en que se está mucho mejor en la cola del pelotón”.  Sin duda, un canto a la humildad, al disfrute del camino, al goce de vivir  sin el ansia de vencer: “Ya os podéis matar que yo me quedo atrás”.  La guitarra y el bajo percuten corcheas como balas mientras sueltan acordes como si fueran potentes motosierras, todo ello bajo el tempo de una percusión impecable, incluido un aporte de teclados final.   Un lujo sonoro en el que su cantante aporta su imponente voz en la mejor de las tesituras punk.  Y en esa misma línea de coherencia  existencial, al margen de envidias y fanfarronadas,  se entiende el siguiente corte: “Mi dimensión”.  Un tema en el que cantan a pleno pulmón: “Soy un ser bidimensional…Mi vida es aburrida y singular. Sin altura de miras, todo es lineal. No sé cómo te puedo impresionar”.  Más guitarras hirientes construyendo una sólida pared de sonido mientras la batería retumba sin contemplaciones.

Nasti de Plasti. Foto de su facebook. 

Con “Verano en soledad”  redundan en la posible mala pata de las relaciones amorosas que no acaban de cuajar. Bocata, cerveza en lata, y siesta se convierten en un castigo para alguien que se ha comportado como un “tolai”. Sin remedio, le espera otro verano en soledad. Un pequeño solo de guitarra y una cautivadora combinación de frases con genial estribillo se convierten en las principales señas de identidad de esta canción.  En los penúltimos surcos de la cara A nos encontramos con la irónica “Lo siento” en las que nos confiesan que ellos no son freaks.  “Lo siento, cuando canto miento…no sé quién es Lois Lane, me duermo con  las películas de serie B, y no me gustan los juegos de rol”.  Una forma original de ir a la contra con la que llegamos a esa  “Canción protesta” que cierra esta cara mediante reflexiones muy divertidas que desenmascaran a esa solidaridad de postín: ”Mis verdades como puños las relativizaré. Y tu música es un truño, aun así la bailaré. Ya sé qué ves en gestos así. Coartadas para un solo fin…   A viva voz cantaré al mundo por la paz mundial. Pero será en otra vida y con otra personalidad”.

Nasti de Plasti. Foto de su facebook. 
La cara B se abre con “Lo nuestro y lo mío”, canción en la que voces y guitarras tienen un tratamiento distinto a la línea genérica del disco.  Se trata de un tema quizá menos luminoso, con juegos corales más profundos, pero que se sustenta, a mi modo de ver, en un trabajo de arreglos muy atractivo, mediante detalles incluso de post punk que abren más posibilidades compositivas e interpretativas nada desdeñables. Otro tema de desamor en el que reflexionan: “Hace mucho que no estás conmigo…intenté ser algo más que amigo. Siento cierto malestar… qué habrá sido de los discos que te presté”. 

“Voy a por ti… verás que soy muy vengativo, tu peonza te voy a partir” nos explican en “Circulo Maldito”, siguiente canción con la que regresan a su vertiente más punk rock.  Se refieren al juego  que se ha perpetuado generación tras generación consiguiendo que, en lugar de un mero pasatiempo infantil, más bien parezca una pelea de egos en toda regla.  A continuación disfrutaréis a destajo con “El bar”, canción en la que aparece esa peculiar distorsión en vuelo rasante con alguna que otra filigrana de bajo y, por supuesto, esa irreductible batería más voz descomunal.  Sus protagonistas son “Los del bar,  gente de fiar aunque nunca les verás limpiar”.  Con “Dos rombos” ralentizan ese tempo infernal que les distingue aunque al final recuperan la maquinaria rítmica demoledora marca de la casa. En referencia a las advertencias televisivas españolas de décadas pasadas sobre la idoneidad de los contenidos mediante rombos, nos cantan:  “Mi estado mental es de lamentar. Tan solo me conformo contigo y con tu entorno. Todo lo demás… es que me da igual. Eres como aquellas pelis de dos rombos. Solo me da morbo verte si me escondo”.

Nasti de Plasti. Foto de su facebook. 
Sigue el álbum con más dosis de ritmo poderoso marcando los pasos de las penetrantes guitarras a juego con la suculenta voz principal. En ¡Para, anormal!, siguiente canción, nos relatan una relación de dos amigos fanáticos del más allá. “Oye tía, solo me gusta el misterio y no me interesa nada más”.   Con ¡Bailad estúpidos!, vuelven a su faceta más provocativa con entrada descomunal de bajo para esa crítica descarnada al sistema: “¡Bailad estúpidos! La mierda de cualquier Dj. Cualquier basura os viene bien. Y qué más da si lo que os venden es vivir en un paraíso artificial, si disfrutáis de libertad dentro de un centro comercial”.  De este modo, nos metemos ya en los últimos temas del álbum. Primero escuchamos “Nada que celebrar”  en recuerdo de una persona amada que ya no está con nosotros, que “nos dejó colgados para irse a un país lejos de aquí”. El protagonista, disgustado, no va a celebrar más cumpleaños “si tú ya no estás”.  Cierra el disco ese hilarante “Despropósito” en el que los muertos quieren divertirse en el depósito y se resisten a morir.  Como en el caso anterior introducen un buen riff de guitarra sobre las consistentes distorsiones y construyen, con una facilidad pasmosa, un tema que se puede cantar y bailar como si no hubiera mañana ni otro grupo de rock and roll en la faz de la tierra.    

Reflexión final

Nasti de Plasti. Foto de su facebook. 
Desde su anterior álbum publicado en el año 2010, ha pasado media década en la que la banda ha experimentado cambios de formación incorporando un nuevo baterista quien se familiarizó muy pronto con el estilo propio de este poderoso trío bilbaíno.  Visto desde fuera, puede que parezcan   muchos años entre disco y disco pero, eso sí, te aseguro  que, al oír las canciones de este nuevo “Último Reducto” editado este 2015 por la incombustible Rufus recordings,  te quedarás con la grata sensación de que han aprovechado y muy bien todo este tiempo en el que hemos esperado su nuevo trabajo.  El grupo sale a estudio por álbum, y no es porque les resulte decepcionante la experiencia anterior, sino porque en cada uno de ellos, encuentran profesionales de los que siempre acaban por aprender algo nuevo y enriquecedor. En este caso, aparte de los efectos de teclados, Oscar Sánchez les aconsejó  que remodelaran algunos momentos vocales que al oírlos ya grabados puede que al fan habitual, le choquen  si los compara con el tono luminoso y genérico que distingue a la formación. Sin embargo, analizados a fondo, tienen ese algo especial que, personalmente, me resulta igual de convincente y cautivador. Otra de las grandes cualidades  de esta banda son, indudablemente, las letras. Se trata de pequeñas grandes historias contadas en menos de un par de minutos, algunas incluso en pocos segundos, en las que aparecen recuerdos personales,  reflexiones existenciales, amoríos y desamores, algunas críticas sociales más suculentos valores generacionales;  todo ello hilvanado con gusto, ironía, mucho humor, una dosis considerable de humildad y, por encima de todo, con un excelente criterio musical. Los Nasti de Plasti son uno de nuestros mejores grupos de punk por todas estas cualidades que hemos resumido en esta reseña y por otras tantas  más que solo tú puedes descubrir mediante una atenta escucha de un disco que te resultará imprescindible incluso antes de que termines con su primer vuelta y vuelta en tu tocadiscos. 


Nota: Puedes oír las canciones en el bandcamp de Nasti de Plasti, y adquirir una copia del vinilo en la web de Rufus Recordings.  

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