martes, 12 de julio de 2016

The Loopholes generan el elixir positivo del buen folk rock con "On The Spur Of The Moment" para H-Records

Portada 
Hay discos que llegan a uno en el momento adecuado, te cuentan lo que quieres oír, te inspiran los sentimientos que necesitas y te contagian las ilusiones imprescindibles para seguir adelante en tu azarosa o balsámica existencia. No es magia, aunque pueda parecerlo, sino más bien un efecto de empatía, de complicidad con la belleza de unas canciones tan bonitas como las que puedes escuchar en el primer álbum del dúo gallego de folk rock, The Loopholes, editado por H-Records en vinilo a principios de 2016. Con el título genérico de "On The Spur Of The Moment", se incluyen diez temas que se me antojan irrenunciables para todo amante de ese folk sincero, sin intimismos de postín; un elixir milagroso de  melodías enternecedoras que te arropan con un poder de convicción fascinante propio de aquellos músicos que comparten con franqueza y sin aspavientos que valgan, sus sueños y sus inquietudes con todos nosotros.

Trayectoria 

The Loopholes. Foto de su facebook 
The Loopholes es una banda formada en A Guarda (Pontevedra) por Bruce Salinas (guitarra, voz y armónica), y Daniel Alonso (percusión y coros).  Aunque se conocieron de niños, Bruce se trasladó con su familia a Inglaterra y regresó hace pocos años.  El proyecto empezó  en 2012 después de que sus dos miembros coincidieran en una jam session de la zona.  En el año 2013 debutaron con un Ep titulado "Last breath" grabado con una amigo, Elías Domínguez, en un pequeño estudio llamado “Sintonnison”  en A Guarda, con el que obtuvieron buenas críticas.  Por lo que respecta a sus directos, destaca que incorporan un show de venta de elixir milagroso, inspirado en los vendedores ambulantes europeos y americanos que algunos recordamos por las películas del oeste americano, antaño muy populares.

Primer Ep
Su primer Lp “On The Spur Of The Moment” (La Casa Taller-H Records 2016) se grabó y mezcló en Baixo Miño Estudios en abril del 2015 por Miguel de la Peña, producido por la propia banda. El artwork, con esa escafandra central, es de El AlmaZen, estudio guardés de diseño gráfico, especialista en recrear imágenes y dibujos rescatados del pasado con un toque peculiar muy contemporáneo. 

Las canciones

El disco empieza con “Like I used To”, a ritmo de acústica y batería marcando los pasos de una emocionante voz principal  que desmenuza una excelsa melodía a la que se suman momentos solistas de armónica. Ritmo pausado, muy americano y dylaniano, que desemboca en el estribillo con un esplendor digno de los más grandes. Le sigue la pletórica “Shake it off”, un compendio de juegos sonoros que invitan al baile con esa acústica floreciente, la persuasiva batería y las sensacionales aportaciones de armónica.  Resulta magnífico el cambio de tempo y el resurgir de unos momentos vocales que levantan el ánimo. 

The Loopholes. Foto de su web. 
A continuación nos ofrecen “Easy”, otra maravilla de canción, con esa exquisita acústica envolviéndonos con ternura al tiempo que la armónica nos sitúa en las planicies reflexivas del alma. La voz principal, de nuevo, se expresa con una pasión fascinante acompañada por una batería milimétrica. Con “Way over yonder”, el dúo incide en esas canciones que va creciendo paso a paso, sin prisa, pero con un poder de convicción extraordinario. Nos envuelven y nos agasajan con ritmos marcados que se acompasan con nuestros latidos del corazón, mediante cortes temáticos muy bien colocados y unas guitarras panorámicas que confieren al tema una riqueza de matices fascinante. Cierra la cara A, “Miss You”, otra muestra más del talento de este dúo que ostentan la particularidad de convertir sus canciones en conmovedores discursos intimistas en los que con los medios precisos dejan una huella muy marcada gracias a melodías ciertamente cautivadoras.    

The Loopholes, Foto de swu facebook. 


La cara B arranca con “When the sun goes down”. En este tema los Loopholes inciden en su combinación tan satisfactoria de acústica y batería más voz principal creando un clímax que se nos antoja un tanto hiriente aunque sin traspasar los límites enternecedores que distinguen su estilo. Para ello incorporan un suculento solo de eléctrica nada desdeñable. Siguen explotando en los estribillos de forma persuasiva dotando a la canción de una fuerza muy considerable. A continuación nos ofrecen “Slumber in the grain” con  su enloquecedor golpe de muñeca de acústica invitándonos a movernos con la inercia que genera esta sensacional canción de pop folk que descarga sobre nosotros como un castillo de fuegos recordándome incluso a algunos grupos de los ochenta que daban vida a canciones bailables con esas acústicas proverbiales y algunas aportaciones ingeniosas de eléctrica.  Con “Pet boy” regresan los Loopholes más introspectivos, mediante ese riff de folk tradicional con el que arropan a una melodía que abre los poros de las emociones. Una canción con vocación de himno que nos traslada con los pelos como escarpias hasta “Break away” con esa triunfal entrada de batería a la que se suma la voz principal y la guitarra marcando con solemnidad el ritmo. De nuevo desarrollan una melodía, para nada contemplativa, en la que los juegos de voces, los golpes de bombo y los redobles, se entremezclan para procurarnos una de las últimas descargas energéticas del disco. 

The Loopholes. The Acoustic Mirror
Finaliza el álbum con la canción “Underbroken”, otro ejemplo de solvente compenetración entre armónica, acústica, batería y voz principal desgranando una melodía de ensueño apta para bailar o para, simplemente, embelesarse con la pericia y la imaginación de esta gran banda que finalizan su trabajo con un colosal epílogo que sirve de ejemplo para entender cómo de espectaculares pueden llegar a ser sus grandes directos.   
     
Reflexión final


The Loopholes, Foto de su facebook  
El “folk rock del delta del Miño” de The Loopholes, tal y como ellos mismo lo definen, es sincero, emotivo y, por tanto, muy convincente. Resulta ciertamente intimista en esos momentos cargados de una frágil sensualidad pero también transmite una actitud positiva a raudales en aquellos otros en los que sus sencillos arreglos logran transmitir una grandiosidad que pone los pelos de punta. Con guitarra acústica, armónica, percusión y unas voces extraordinarias, este sensacional dúo nos ofrece un sonido propio que no obedece a los milagros sino a la creencia de que éstos existen. Esa fuerza les convierte en indestructibles y les permite generar una capacidad de superación gracias a una ingente cantidad de  trabajo; virtudes que tan solo poseen los mejores y, a su vez, humildes genios. The Loopholes generan el elixir vital que te puede ayudar a reaccionar en el momento preciso para que insistas en esa lucha que te has planteado con el  propósito de que se cumplan tus propios sueños. Ya sea con sus divertidos directos o mediante discos tan fascinantes como éste, su obra emana auténtica fe en uno mismo, con la seguridad de que cuando crees que solo pueden pasarte cosas buenas, es difícil que las malas te importen más de lo preciso.     

Nota: Puedes escuchar las canciones en su bandcamp o en el de H-records y adquirir una copia del disco en la mencionada discográfica ya sea por internet aquí o en su tienda física aquí. Más información de los Loopholes en su facebook

A la espera de su próximo trabajo audiovisual, puedes ver aquí un videoclip con su tema "Pet Boy" grabado por The Acoustic Mirror.  


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